} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: 18 Julio LA BUENA SEMILLA

martes, 18 de julio de 2017

18 Julio LA BUENA SEMILLA


  Lucas 12; 29-31
Vosotros, pues, no os preocupéis por lo que habéis de comer, ni por lo que habéis de beber, ni estéis en ansiosa inquietud.
   Porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo; pero vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de estas cosas.
   Mas buscad el reino de Dios, y todas estas cosas os serán añadidas.”


Jesús dijo: " Buscad en primer lugar el Reino de Dios.» Ya hemos visto que el Reino de Dios se hace realidad en la Tierra cuando se hace la voluntad de Dios tan perfectamente como en el Cielo; así es que Jesús estaba diciendo: " Aplicad todo vuestro esfuerzo a obedecer a la voluntad de Dios, y contentaos con eso. Mucha gente aplica todos sus esfuerzos a amontonar cosas que por naturaleza no pueden durar. Trabajad por las cosas que duran para siempre, que no tendréis que dejar atrás cuando salgáis de este mundo, sino que podréis llevar con vosotros.»
En Palestina, como en el resto del mundo, la riqueza se veía muchas veces en la manera de vestir; ¡pero la ropa lujosa puede ser presa de las polillas! En cambio, si una persona viste su alma con ropa de honor y pureza y bondad, nada de este mundo la puede estropear. Si buscamos nuestro tesoro en el Cielo, allí se orientarán los anhelos del corazón; y, si en la Tierra, en ella quedará retenido nuestro corazón, y algún día tendremos que decirles adiós; porque, como dice el tenebroso y realista proverbio español, «Una mortaja no tiene bolsillos.» El día de ayer es como un "cheque cancelado"; mañana no existe. Solamente tenemos hoy, este momento; por eso, no conviene tratar de cruzar el puente antes de llegar al puente.

Desde luego, los del mundo viven afanados por estas cosas porque no conocen a Dios, no confían en El y creen que todo depende de ellos mismos. No seamos como ellos. Nosotros sí creemos en Dios. Creemos que El es el Creador, y que provee para todas sus criaturas, mayormente para sus hijos. No creemos que todo dependa de nosotros mismos. Trabajamos, sí, pero Dios pone los medios. El hace que el sol salga día tras día, y manda las lluvias, y hace que la tierra sea fértil y que la simiente sembrada fructifique. No estamos solos. No somos mundanos. No somos paganos. No actuemos, pues, como los del mundo.
Qué significa la palabra "mundanalidad"? ¿Qué significa la palabra "mundanos"? ¿Somos mundanos? Los que se preocupan con ansiosa inquietud por las cosas materiales son mundanos. Así son porque no conocen a Dios. No seamos personas de "poca fe", sino personas de grande fe (Mateo_8:10; Mateo_15:28). Los argumentos de Jesús deben producir una fe fuerte en Dios.


Jesús nos ha dado muy buenas razones. Sólo resta que le creamos y que seamos convencidos. Él tiene razón. Son argumentos buenos. Recordemos siempre "pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas". Él nos hizo. Él sabe que no somos ángeles, y que no somos máquinas. Necesitamos de comida y ropa.

 Convertir el Reino de Dios en nuestra preocupación primaria significa dar a Jesús el lugar de Señor y Rey en nuestra vida. Él debe controlar cada aspecto: trabajo, distracciones, planes, relaciones. ¿Es el Reino solo uno de nuestros muchos intereses o es el centro de todo lo que hacemos? ¿Ocultamos algunos asuntos de nuestra vida para evitar que estén bajo el control de Dios? Como nuestro Señor y Creador, a Él le interesa ayudarnos, satisfacer nuestras necesidades, así como también le guía para que sepamos cómo usar lo que Él nos da.

Mateo 6; 8

“No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.”


¿Qué nos mueve? ¿Por qué servimos a Dios? ¿Para ser vistos de los hombres?
              Jesús siempre tenía que enseñar sobre la cuestión del propósito de servir a Dios. Continuamente estaba rodeado de multitudes, pero ¿por qué le buscaban? ¿Para obtener panes y peces? ¿Con propósito político? ¿Por curiosidad? ¿Cuántos de los que le seguían eran sinceros? El mismo problema existe hoy en día. ¿Por qué asiste la gente a alguna iglesia? ¿Con fines sociales? ¿Para divertirse? ¿Porque les gusta a ellos los miembros o el predicador? ¿Habrá ventajas económicas? ¿Para agradar a la familia? ¿Para apaciguar la conciencia? ¿Para adorar a Dios en espíritu y en verdad?
              La Biblia no solamente nos enseña lo que debemos hacer, sino también nos enseña los propósitos y las motivaciones con los cuales debemos obedecer. Si no obedecemos con propósito correcto, nuestra obediencia no es aceptable a Dios.
  Por lo tanto, debemos examinarnos con cuidado (2Corintios13:5), porque no basta con ofrecer el servicio y culto a Dios que son correctos en cuanto a forma, sino que también debemos servir y adorar a Dios con corazón limpio (Mateo_5:8; Juan_4:24).
La recompensa es una gran motivación para todos. ¿Quién no busca la recompensa? Aunque la salvación es por gracia, Cristo habla mucho de la recompensa que nos espera (Mateo_5:1-12; Mateo_10:41; Mateo_25:34-46, etc.).
A muchos que se dicen "Evangélicos" no les gusta hablar de recompensa y no se sienten cómodos cuando hablan de recompensa. Les parece un poco conflictivo, porque creen que la recompensa tiene que ver con merecer la salvación, pero esto no debe ser ningún problema para los que predican el evangelio verdadero, pues la Biblia enseña que hay castigo para los injustos, y hay recompensa para los justos.
  Sin embargo, algunos quieren su recompensa ahora; por eso, quieren ser alabados por los hombres. Dice Jesús, "ya tienen su recompensa". Ya son pagados; ya han recibido la totalidad de su pago. No reciben solamente la mitad de su recompensa ahora, para esperar la otra mitad de Dios en el día final, porque no habrá "otra mitad" de recompensa.  Como dijo Padre Abraham al rico (Lucas_16:25), "Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida", es decir, ya recibió todo.
  Si profesamos servir a Dios, pero con los ojos puestos en los hombres (para ser alabados por ellos), estamos sirviendo a los hombres, y los hombres tienen que pagarnos. Cuando ellos nos alaban, ya estamos pagados. Si buscamos la alabanza de los hombres, Dios no nos pagará porque no le estamos sirviendo a Él. Hacemos burla de Dios si profesamos servirle cuando el corazón está en la recompensa de los hombres. Dios solamente recompensa a los que le sirven a Él "en secreto" (es decir, un servicio sincero de corazón singular que es para agradar a Dios y no a los hombres).
              La recompensa que se recibe de los hombres no se puede comparar con la recompensa de Dios porque la recompensa de los hombres no es confiable. Es muy caprichosa, porque los hombres son inconsecuentes, inconstantes y cambiables. Lo que les agrada hoy no les agrada mañana. Tenemos el ejemplo de la alabanza que Jesús recibió durante la entrada triunfal (Mateo_21:9). Al entrar Jesús en la ciudad algunos decían "Hosanna al Hijo de David! pero durante la misma semana algunos decían "¡Sea crucificado!" (Mateo_27:22). Pablo fue alabado (adorado) por los de Listra, pero en poco tiempo fue apedreado por los mismos (Hechos_14:11; Hechos_14:19). Así es la alabanza de los hombres. Por lo tanto, los que buscan su recompensa ahora, es decir, quieren ser alabados por los hombres, pueden perder su recompensa aun ahora, como también después.


¡Maranatha! ¡Sí, ven Señor Jesús!

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