} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: 16 Julio LA BUENA SEMILLA

domingo, 16 de julio de 2017

16 Julio LA BUENA SEMILLA


Filipenses 4; 11-13

“No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación.
   Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad.
   Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.”

Pablo dejaba los asuntos para su vida en manos de Dios; él creía firmemente en la providencia de Dios, como todo cristiano lo debe hacer. Pero ahora la comunión fraternal de los filipenses vuelve a demostrar el gran aprecio que tenían por él.

Tú que lees esta meditación ¿Estás contento con la circunstancias que enfrentas?

Pablo sabía estar contento, así estuviera en abundancia o padeciera necesidad. El secreto radicaba en el poder de Cristo para fortalecerlo.

¿Tienes  muchas necesidades o estás descontento porque no tienes lo que deseas tener?

Aprende  apoyarte en las promesas de Dios y en el poder de Cristo que te ayudará a contentarte a pesar de tu situación. Si tu deseo es tener siempre más, pide a Dios que trate ese deseo y que te enseñe a estar contento en cualquier situación. El suplirá todas tus necesidades, pero de la manera que El considere mejor para ti.

Dios nos da "lo suficiente" y aun nos hace "abundar" (2Corintios_9:8). "Gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento" (1Timoteo_6:6). "El de corazón contento tiene un banquete continuo" (Proverbios_15:15).

El contentamiento es riqueza, mucha ganancia, un banquete continuo. Por el otro lado, ¿qué se gana al quejarse y murmurar en lugar de vivir agradecido por los favores que se han recibido?

Pablo estaba contento porque pudo ver la vida desde la perspectiva de Dios. Se concentró en lo que se suponía que debía hacer, no en lo que sintió que debía tener. Tenía sus prioridades definidas y estaba agradecido por cada cosa que Dios le había dado. Pablo se había despegado de las cosas no esenciales a fin de poder concentrarse en lo eterno. Casi siempre el deseo de más o mejores posesiones es en realidad un anhelo vehemente de llenar un espacio vacío en nuestras vidas.

¿A qué te sientes atraído cuando sientes un vacío interior? ¿Cómo puedes hallar verdadera satisfacción?
La respuesta radica en tu perspectiva, en tus prioridades y en tu fuente de poder.

Pablo había aprendido perfectamente bien este secreto en la escuela de adversidades (2Corintios_11:24-28). "Estoy enseñado... para tener hambre" y demostrar la paciencia y así vivir contento en lugar de miserable.

Muy pocas personas, aun en la iglesia, han aprendido este secreto con respecto a la prosperidad y la pobreza.
¿Podemos en realidad hacer todo? El poder que recibimos en nuestra unión con Cristo es suficiente para hacer su voluntad y enfrentar los desafíos que surgen al comprometernos en realizarla.
Él, Cristo, no nos concede habilidades superhumanas para lograr cualquier cosa que podamos imaginar sin prestar atención a sus intereses. En la medida que contendamos por la fe, enfrentaremos problemas, presiones y pruebas. Cuando esto acontezca, pidámosle a Cristo que nos fortalezca.
No tenía Pablo esta fuerza como resultado de cierta capacidad innata, ni tampoco por la excelencia de la resolución mental, sino que derivaba de su relación íntima con Cristo.
Pablo podía soportar cualquier cosa, porque en toda situación tenía a Cristo; la persona que camina con Cristo puede soportarlo todo.
   
¡Maranatha! ¡Sí, ven Señor Jesús!

No hay comentarios:

Publicar un comentario