Hebreos 5; 11
“Acerca de esto tenemos mucho que
decir, y difícil de explicar, por cuanto os habéis hecho tardos para oír.”
Aquí el
autor de hebreos trata de las
dificultades que se le presentan al intentar presentarles a sus lectores un
concepto adecuado del Evangelio.
Tiene que enfrentarse con dos dificultades. La primera, que el orbe
completo de la fe cristiana no es en absoluto nada fácil de entender, ni se
puede entender en un día. La segunda, que la percepción de sus lectores está embotada.
Con este versículo se comienza
una desviación del tema central del sacerdocio de Cristo que es según el orden
de Melquisedec. La desviación continúa hasta el fin del capítulo 6; luego de
nuevo el autor trata este gran tema. El autor condena la incapacidad de los
hermanos hebreos para comprender bien estos asuntos profundos, debida esta
imposibilidad a su falta de atención al estudio de la Palabra de Dios. En el
capítulo 6 les exhorta a madurar su entendimiento y conocimiento de la Palabra
de Dios. Les advierte contra la apostasía; les anima a ser más diligentes, y
para esto les presenta el ejemplo de Abraham.
La
dificultad consistió en la condición espiritual de los oyentes, y no en el
autor de la epístola, como tampoco en el tema mismo. La palabra tardos es traducción de la palabra
griega nothros, que encierra la idea
de no empujar, perezosos. Quiere
decir la mente lenta, obtusa, torpe para entender, dura de oído y distraidilla
para retener. Se usa de una persona que
tiene la percepción y cerrazón de una piedra. Ahora bien: esto parece que se
refiere a los que se dedican a predicar y a enseñar; pero, en realidad, se
puede aplicar a todos los que piensan, es decir, que son personas. Sucede a
menudo que esquivamos enseñar lo que es difícil; nos defendemos diciendo que es
que nuestros oyentes no lo van a entender. Es una de las tragedias de la
iglesia actual que se hace tan poco esfuerzo para enseñar esos conocimientos y
pensamientos. Es verdad que eso tiene sus dificultades. Es verdad que a veces
se enfrenta uno con el " muermo” de las mentes perezosas y con los
prejuicios militantes de las mentes cerradas. Pero la tarea nos sigue
desafiando. El autor de Hebreos no
se desmarcaba de dar su mensaje, aunque fuera difícil, y torpe la mente de los
fieles. Consideraba que su suprema responsabilidad era transmitir las verdades
que conocía.
Esta condición espiritual de los hebreos era
una a la cual habían llegado ("os habéis hecho"). A este estado conduce la negligencia o
descuidado espiritual, al endurecimiento de corazón, y a la incredulidad.
Los oyentes sordos dificultan la predicación del evangelio y hasta los
que tienen algo de fe pueden ser oyentes sordos y lentos para creer. Mucho se
espera de aquellos a quienes mucho se les da, y mayor responsabilidad le será
demandada.
La experiencia cristiana es un
sentido, sabor o placer espiritual de la bondad, dulzura y excelencia de las
verdades del evangelio. Ninguna lengua puede expresar la satisfacción que
recibe el alma de la sensación de la bondad, gracia y amor divinos en Cristo
por ella.
2 Pedro 3; 16
“casi en todas sus epístolas,
hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay algunas difíciles de
entender, las cuales los indoctos e inconstantes tuercen, como también las otras
Escrituras, para su propia perdición”
Las
cartas de Pablo se hacían circular universalmente. "Estas cosas" son las
referentes a la segunda venida de Cristo, de la destrucción del mundo, y del
juicio final. Es cierto que hay algunas cosas difíciles de razonar en las
Escrituras, pero ¡no son imposibles de entender! Hay "alimento
sólido", y hay "leche". Se requiere oración, estudio,
crecimiento y madurez en las Escrituras, pero todo sí se puede entender con la
sabiduría y el auxilio que viene del Espíritu Santo, 2 Timoteo_3:15;
Efesios_3:4; 1 Tesalonicenses_5:21;
Juan_7:17.
Romanos_1:3 dice,
"Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía,
y guardan las cosas en ellas escritas".
Pedro no dice, "hay algunas cosas demasiado difíciles para
entender". No dice, "No pueden ser entendidas". No dice,
"Hay algunas cosas difíciles de entender, y que por eso echadlas a un lado
e ignoradlas". El punto de Pedro es lo que pasa a quiénes no estudian, y
que no son estables, y que por eso tuercen estas cosas y las de las demás
Escrituras. ¡Se pierden eternamente! Pervertir la Palabra de Dios produce la
perdición.
La
Iglesia Católica Romana "tuerce" este pasaje para que enseñe que
solamente ella (por su clero) puede interpretar correctamente las Escrituras.
En una nota el romanismo dice, "De aquí esa infinidad de sectas, que
comenzaron a nacer ya en el tiempo de los Apóstoles, prueba patente de la
falsedad del principio protestante: La
Biblia, sólo la Biblia, interpretada individualmente".
Bueno,
yo no justifico la existencia de ninguna secta, ni la Católica Romana, ni la
interpretación errónea de individuos, pero la implicación de esta declaración
es que sólo la Iglesia Católica Romana tiene la autoridad para interpretar
correctamente las Escrituras. ¿Cómo lo va a hacer? ¿Tiene ella inspiración? (El
Papa no reclama que es inspirado). Las Escrituras desconocen al Papado romano. Los
escritos de Pablo de hecho estaban en las manos de los cristianos en general, y
no tan solamente en las manos de algún supuesto clero.
Pedro no dice que las
Escrituras no pueden ser entendidas por el individuo. Dice que ciertas personas
tienen problemas con ciertas partes de ellas porque les falta la enseñanza
correcta y son inestables en carácter.
Al decir "indoctos", Pedro no se
refiere a carecientes de erudición humana. Al contrario, son los
"sabios" que más causan las herejías pues se enredan en sus razonamientos pseudopiadosos. Por ejemplo, consideremos los
modernistas de hoy, altamente educados pero que niegan la inspiración y los
milagros de la Biblia, la deidad de Jesús de Nazaret, y el Juicio Final, etc. Pedro se refiere a no enseñados en la
doctrina inspirada por el Espíritu Santo. Estudiemos bien 1 Corintios_2:1-16.
El problema es
causado, no por lo difícil de algunas cosas en las Escrituras de Pablo, sino
por los inconstantes que ignoran la verdad, y usan las Escrituras para sus
propios fines. Los gnósticos no buscaban profundizarse en "la doctrina
apostólica" (Hechos_2:42). Usaban
las Escrituras por conveniencia, convirtiendo la gracia de Dios en libertinaje
(Judas_1:4).
Las
cartas de Pablo van incluidas con las otras Escrituras, probando que Pedro las
consideraba como inspiradas.
Nunca debemos olvidar qué:
La Biblia, que es la Palabra de Dios, es la
única autoridad para el cristiano.
La destrucción resultante se
debe a la ignorancia (voluntaria) e inconstancia de los hombres, y no a lo
difícil de ciertos versículos.
No dice Pedro nada acerca de sea toda la Biblia difícil de entender y
que por eso no deba ser leída.
No dice Pedro nada acerca de que haya pasajes
difíciles de Pablo en conexión con hermanos estables, espirituales, y
hambrientos de la verdad.
No dice Pedro nada acerca de que haya
necesidad de algún intérprete humano.
Los hombres ignorantes e inconstantes emplean
las Escrituras de manera que parezcan apoyar sus errores.
Debemos cuidarnos de interpretaciones que
contradigan las declaraciones claras y sencillas de la Verdad.
¡Maranatha! ¡Ven, Señor Jesús!
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