} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: 19 Septiembre LA BUENA SEMILLA (Meditación)

martes, 19 de septiembre de 2017

19 Septiembre LA BUENA SEMILLA (Meditación)


1Pedro 5; 8
Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;”

Estos dos verbos, ser sobrios y velar, aparecen así juntos también en 1Tesalonicenses_5:6. El sobrio tiene control de sí en toda circunstancia. La sobriedad es necesaria para la vigilancia.
            Aunque Dios tiene cuidado de nosotros , y por eso echamos toda nuestra ansiedad sobre Él, al mismo tiempo nosotros tenemos que ejercer precaución y tomar acción positiva en esta cuestión de no ser devorados por el diablo. Satanás tiene sus maquinaciones (2Corintios_11;14) y se disfraza como ángel de luz. Esta situación demanda una vigilancia continua.
 La palabra griega para "adversario" es antidikos, compuesta de anti (contra) y dikos (juicio o demanda, como en corte civil). Es, pues, como nuestro contrincante en la corte civil (Mateo_5:25; Lucas_12:58)
Esta palabra griega significa en general cualquier adversario. Pero, no nos engañemos; el diablo nos es adverso en todo. Es el "enemigo" (Mateo_13:39); es homicida (Juan_8:44); es tentador (Lucas_4:13). El mundo inconverso quiere que nos riamos al mencionarse el Diablo, para evitar así que lo tomemos en serio. Pero Pedro dice, "sed sobrios y velad". El Diablo tienta al hombre para tener algo con que poder acusarle delante de Dios.
El Diablo sabe que el infierno ha sido preparado para él, y para sus ángeles (Mateo_25:41), y quiere que el hombre le acompañe allí. Quiere, pues, "devorarle", por medio de la tentación de la carnalidad y la subsiguiente caída del hombre en la condenación. Sintiéndonos solos, débiles, abandonados y alejados de otros creyentes, preocupados en nuestros problemas hasta el punto de que olvidemos estar atentos al peligro, es cuando especialmente somos vulnerables a los ataques de Satanás. En el tiempo de sufrimiento mantengamos los ojos en Cristo, y resistamos al diablo. Luego, dice Santiago, "huirá de vosotros" (Santiago_4:7). Este "león" tiene hambre y tiene ira respecto al hombre. Dios no ha prometido incondicionalmente guardarnos de los ataques de Satanás; tenemos que ser sobrios y velar. Él no es cualquier enemigo u oponente.

Pedro debe de estar acordándose de cómo el diablo le había vencido para que negara a su Señor. La-fe de una persona debe ser como una muralla contra la que se estrellan en vano los ataques del diablo. El diablo, como cualquier agresor, acaba por retirarse cuando se le resiste valientemente con el poder de Jesucristo.

1 Samuel 22; 23
Quédate conmigo, no temas; quien buscare mi vida, buscará también la tuya; pues conmigo estarás a salvo.”

Es notable que David admite responsabilidad por la matanza. David lamentó mucho la desgracia. Gran trastorno para un hombre bueno es comprender que ha sido el causante del mal para terceros. Solamente una persona psicológicamente honesta puede hacer una declaración como ésta. No quiere decir necesariamente que tal persona sea buena, pero significa que tiene la valentía de confrontar la realidad y confesar su existencia. Debe de haber estado muy apesadumbrado cuando consideró que su mentira había sido la causa de este suceso fatal. Tal honestidad es la base para todas las demás virtudes. Sin esta honestidad nunca supera actitudes egocéntricas. Aquí, una vez más, se ve la gran diferencia entre David y Saúl. El rey no trataba con honestidad la realidad de las circunstancias y negaba su culpabilidad. David habla con certidumbre de su propia seguridad y promete que Abiatar tendrá su protección. Con el Hijo de David todo los que son suyos pueden tener la seguridad que estarán salvaguardados, Salmo 16; 1 Guárdame, oh Dios, porque en ti he confiado.
En la prisa y la distracción en que estaba continuamente David, halló tiempo para tener comunión con Dios y halló consuelo en ella.


¡Maranatha! ¡Sí, ven Señor Jesús!

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