} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: 25 Abril: Meditando la Palabra de Dios en la Biblia.

miércoles, 25 de abril de 2018

25 Abril: Meditando la Palabra de Dios en la Biblia.



 Efesios 5; 25
Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se dio a sí mismo por ella,

La mujer debe estar sujeta al marido como la iglesia está sujeta a Cristo, para que el marido ame a su esposa como Cristo amó a la iglesia. Y el marido debe amar a su esposa como Cristo amó a la iglesia, para que su esposa se sujete a él como la iglesia está sujeta a Cristo.
         Cristo es el ejemplo de amor para el marido. ¡Qué modelo perfecto! ¿Quién puede imitar el amor de Cristo para su esposa, la iglesia (2Co_11:2)? Si el marido ama a su esposa como Cristo amó a la iglesia, estará dispuesto a hacer sacrificios por ella. Estará dispuesto a sufrir y aun a morir por ella. Esta clase de amor destruye el egoísmo. ¡Cuántos divorcios se evitarían si hubiera más amor tan sincero!
         Este amor del marido debe ser expresado en el afecto, en la simpatía, en el apoyo, en el consuelo, en la comprensión, en la paciencia, y sobre todo en la consideración. Debe vivir con ella sabiamente (1Pe_3:7). "Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas" (Col_3:19). La crueldad en la familia es algo inexplicable.
         El machismo indica un complejo de inferioridad, una inmadurez casi incalculable, y sobre todo una profunda ignorancia y falta de cultura. Muchos hombres son crueles ("ásperos") con sus esposas, porque se sienten frustrados en su trabajo o negocio, y buscan "víctimas". No se atreven a golpear al verdadero objeto de su enojo, pero quieren golpear a alguien. Por tanto, la esposa y los hijos llegan a ser sus víctimas.
         Este comportamiento no coincide en ningún sentido con la actitud de Cristo para con su iglesia. El "se entregó a sí mismo por ella", para demostrar su gran amor por ella.

Si te preguntas ¿Cómo debo conducirme con mi esposa? Mira a Cristo, el Esposo divino, en su relación con la Iglesia: la ama, se sacrifica por ella, está atento a sus intereses, la cuida; sé tan sensible a las necesidades de ella y a lo que la hace sufrir, como lo eres con los miembros de tu propio cuerpo.
A su vez, la esposa debe preguntarse: ¿Cómo debo conducirme con mi marido? Fíjate en la desposada escogida, la Iglesia, en su relación con Cristo; respétalo, reconoce que él está llamado a ser la «cabeza» de la familia, responde positivamente a su liderazgo, escúchale, encómialo, mantente unida en propósito y en voluntad con él; sé una ayuda verdadera (Gen_2:18).

¡Maranata!¡Ven pronto mi Señor Jesús!

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