Gálatas
5; 2-4
Mirad,
yo, Pablo, os digo que si os dejáis circuncidar, Cristo de nada os aprovechará.
Y otra
vez testifico a todo hombre que se circuncida, que está obligado a cumplir toda
la ley.
De
Cristo os habéis separado, vosotros que procuráis ser justificados por la ley; de la gracia habéis caído.
La postura de
Pablo era que el camino de la Gracia y el de la Ley se excluían mutuamente. El
camino de la Ley hace que la salvación dependa exclusivamente del esfuerzo
humano; el que toma el camino de la Gracia simplemente se abandona
incondicionalmente a la misericordia de Dios. Pablo pasa a exponer que si uno
acepta la circuncisión, que es una parte de la Ley, lógicamente tiene que
aceptar toda la Ley. Desde luego, no se refiere a la circuncisión del niño
judío que se circuncidaba al octavo día, ni tampoco a la circuncisión del judío
adulto como en el caso de Timoteo (Hch_16:3),
sino a la circuncisión de los hermanos gentiles con el propósito de obtener
salvación (Hch_15:1; Hch_15:5).
Antes de venir Cristo los gentiles que
querían ser hijos de Dios se circuncidaban. Así pues, después de venir Cristo,
si todavía tenían que circuncidarse, entonces
Cristo no contaba para nada. Todo seguía igual porque, según los
judaizantes, antes y después de venir Cristo era necesario circuncidarse para
justificarse.
"Todos los
que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos". Al
bautizarse en Cristo se comprometieron a someterse a la "perfecta ley de
la libertad" de Cristo (Stg_1:25), pero al
circuncidarse el gentil se hizo judío, miembro del pacto de la ley de Moisés, y
puesto que la circuncisión era prenda
del pacto, se comprometió a guardar
toda la ley.
Pero al hacerlo cayeron bajo maldición,
porque nadie (con la excepción de Jesús) guardó la ley sin pecar (Rom_3:10; Rom_3:23). Esto quiere decir, pues, que al
someterse a la ley de Moisés los gálatas no solamente iban a perder los
beneficios del evangelio, sino que iban a caer bajo maldición. ¿Explicaron esto
los judaizantes a los hermanos gálatas?
Supongamos que una persona desea llegar
a ser ciudadana naturalizada de un país, y cumple rigurosamente todas las
reglas y normas de ese país que se refieren a la adquisición de la
nacionalidad. No puede pararse ahí, sino que está obligada a aceptar todas las otras leyes y disposiciones
también. Así demostraba Pablo que, si un hombre se circuncidaba, adquiría el
compromiso de cumplir toda la Ley a la que la circuncisión era la entrada; y,
si aceptaba ese camino, le había vuelto la espalda automáticamente al camino de
la Gracia y, por lo que a él le concernía, Cristo podría no haber muerto nunca
por él.
Para Pablo, lo único que importaba era
la fe que actúa por medio del amor. Esa es sencillamente otra manera de decir
que la esencia del Cristianismo no es la Ley, sino una relación personal con Jesucristo.
La fe cristiana no se basa en un libro, sino en una Persona; su dinámica no es
la obediencia a ninguna ley, sino el amor a Jesucristo.
Antes, los Galátatas habían sabido eso;
pero ahora estaban volviendo a la Ley. «Un poco de levadura -decía Pablo leuda
toda la masa.» Para los judíos, la levadura representaba casi siempre una mala
influencia. Lo que Pablo quiere decir es: «Este movimiento legalista puede que
no haya llegado todavía demasiado lejos, pero tenéis que desarraigarlo antes de
que destruya toda vuestra vida espiritual.»
Pablo acaba con un dicho muy atrevido.
Galacia estaba cerca de Frigia, y el gran culto de esa parte del mundo era el
de la diosa Cibeles. Los sacerdotes y los adoradores realmente devotos de
Cibeles tenían la costumbre de mutilarse mediante la castración. Pablo dice:
" Si seguís por el camino que empieza en la circuncisión, bien podéis
acabar castrándoos como esos sacerdotes paganos.» Es una ilustración hosca que
hace que una sociedad cortés frunza las cejas; pero todo sería inmensamente
real para los Galátatas, que sabían todo eso acerca de los sacerdotes de
Cibeles
Los judaizantes
enseñaban que era necesario no solamente ser bautizados para perdón de pecados
sino también ser circuncidados para lo mismo (Hch_15:1;
Hch_15:5).
-- de la gracia
habéis caído. -- Probablemente esto sorprendió a los
hermanos gálatas, porque ellos querían mantener su relación con Cristo. Ellos
no renunciaron a Cristo y su cruz ni la importancia de obedecer al evangelio, sino
que después de hacerlo algunos se sometían también a la ley de Moisés. Querían
someterse a las dos leyes, pero Pablo enfatiza que el resultado de tal proceder
es caer de la gracia y completamente perder a Cristo.
Todos los que verdaderamente se convierten a
Cristo perseverarán: (1) El hombre nace pecador
(2) Dios incondicionalmente elige a los que
serán salvos
(3) por éstos Cristo murió
(4) el Espíritu
Santo los llama
y (5) no pueden
caer. Según esta teología todo depende de Dios y el hombre no es responsable;
la única cosa que el hombre hace es creer y aun esto es don de Dios (Efe_2:8).
Jua_5:24, "El que oye mi palabra, y cree al que me
envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a
vida".
El Sr.
Sam Norris que era el "Pastor" de la Primera Iglesia Bautista de
Stamford, Texas, escribió, "Tomamos la posición de que los pecados del
cristiano no condenan su alma. La manera en que el cristiano vive, lo que diga,
su carácter, su conducta, o su actitud hacia otros no tienen nada que ver con
la salvación de su alma... Todas la oraciones que el hombre ore, todas las
Biblias que lea, todas las iglesias a que pertenezca, todos los servicios que
asista, todos los sermones que practique, todas las deudas que pague, todas las
ordenanzas que observe, todas las leyes que guarde, todos los actos de
benevolencia que haga no harán más segura su alma; y todos los pecados que
cometa, desde la idolatría hasta el homicidio, no someterán a más peligro su
alma... La manera en que el hombre viva no tiene nada que ver con la salvación
de su alma" (de su folleto Do a
Christian's Sins Damn His Soul? (¿Condenan su alma los pecados del
cristiano?).
Pero Jesús promete que "no vendrá
a condenación" si sigue creyendo.
Esta promesa no es incondicional. Si fuera incondicional, entonces Jn_3:36 también sería incondicional: "el que
rehúsa creer en el Hijo no verá la vida" (aunque después se arrepintiera).
Jn_10:28, "Yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni
nadie las arrebatará de mi mano".
Dijo
otro pastor bautista: "Si yo matara a mi esposa y madre y asaltara a mil
mujeres no podría ir al infierno; en realidad yo no podría ir al infierno aunque
yo quisiera. Si en el día de juicio me diera cuenta que mis seres queridos
estuvieran perdidos, y si yo perdiera todo deseo de ser salvo y si yo rogara a
Dios que me enviara al infierno con ellos, El no lo podría hacer, y si lo
hiciera sería mentiroso porque Él dijo que 'nadie las arrebatará de mi
mano'" (Bill Foster, The Weekly
Worker, 12 de marzo de 1959).
Pero Jn_10:2 7 dice, "Mis ovejas
oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen". El ver. 28 no dice que las
ovejas de Jesús no pueden dejar de oír su voz. No dice que no pueden dejar de
seguirle. Esta promesa es condicional. Se basa en dos cosas: (1) que oigan su
voz y (2) que le sigan. Al seguir cumpliendo estos dos requisitos "no
perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano".
Rom_8:38-39, Estas cosas no podrán separarnos del amor de Dios,
pero voluntariamente nosotros mismos podemos separarnos de Dios. No
nos pueden separar del amor de Dios, pero tenemos que "conservarnos"
en el amor de Dios, Jud_1:21.
La iglesia de Efeso dejó "su primer amor" (Apo_2:4)
1Jn_2:19, "Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros;
porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero
salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros".
Este texto se
usa para probar que si alguien se aparta de la fe, en realidad nunca era
cristiano, pero Juan dice, "Salieron de nosotros". Estos habían
estado con los apóstoles y otros hermanos fieles, porque no es posible que
alguien salga de algún lugar si nunca estuvo en ese lugar. Es imposible llegar
a ser cristiano y estar con los apóstoles y otros hermanos fieles sin creer que
el Cristo había venido en carne. Pero no eran
de "nosotros" (hermanos fieles) cuando salieron porque habían rechazado la verdad acerca de
Cristo aunque al principio la habían aceptado. No se puede probar que estos nunca fueron convertidos. Dios juzga
los corazones pero nosotros no podemos hacerlo. (Para no reconocer que Judas
cayó dicen que él no era discípulo verdadero, pero Mat_10:1
dice, "Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio
autoridad sobre los espíritus inmundos". Por eso, si Judas no era un
verdadero discípulo de Jesús, era siervo de Satanás y cuando él echó fuera los
espíritus inmundos Satanás echó fuera a Satanás, Mat_12:26).
Aquí mismo en Gál_5:1
Pablo dice claramente que los gálatas habían gozado de libertad:
"Estad, pues, firmes en la
libertad con que Cristo nos hizo libres". ¿Cómo podían estar firmes en la libertad si nunca
fueron libres? ¿Cómo podrían estar otra
vez sujetos al yugo de esclavitud si no habían salido de la esclavitud?
¿Cómo podían desligarse de
Cristo si nunca habían estado ligados a Cristo? ¿Cómo podían caer de la gracia si nunca habían
estado en la gracia?
El caso de los gálatas se puede comparar con
los de Hch_20:30,
"de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para
arrastrar tras sí a los discípulos". No se puede probar que estos nunca
fueron convertidos. Eran discípulos pero "naufragaron en cuanto a la
fe" (1Ti_1:19).
Tal vez el texto más citado sobre el
tema es 1Co_10:12,
"el que piensa estar firme, mire que no caiga". Muchos textos nos
dicen lo que debemos hacer para no caer. 1Co_9:27; 2Pe_1:5-10;
2Pe_3:18.
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