} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: TESTIMONIO DE LA SOBERANÍA DE DIOS

jueves, 26 de abril de 2018

TESTIMONIO DE LA SOBERANÍA DE DIOS


A estas alturas de la vida tengo la convicción de que el fin principal del ser humano cuando nace es conocer a Dios creador, glorificarlo y gozarse en Él todos los días de su vida. Todo lo creado manifiesta la existencia de Dios, y de Su Hijo por quien fueron creadas todas las cosas, y que el Espíritu Santo nos ilumina de forma progresiva para reconocer la Soberanía de Dios. Dicho de otro modo Dios tiene el control absoluto de lo que acontece en este mundo.
Ocurre que con nuestra mente tan limitada pretendemos conocer todo de Dios, y eso ni aun después en la eternidad lo lograremos.
Un ejemplo para entenderlo. Si echáis un puñado de arena en vuestra mano, ¿seríais capaces de contar cada grano de arena y determinar con exactitud la cantidad? 
¡Es imposible! ¿Verdad? Bien; pues ahora imaginad que un grano de esa arena, somos cada uno de nosotros. Un grano es minúsculo, casi no podemos ni atraparlo con nuestros dedos. Bien, ahora, para qué veáis o entendáis cuán lejos estamos de conocer en su totalidad a Dios, tratar de contar todos los granos de arena de todos los desiertos del mundo, de todas las playas del mundo, de todas las montañas y de todos los fondos marinos....Se escapa a nuestra comprensión ¿verdad?
Pues ese Dios, tan infinito que sabe cuántos granos de arena hay, controla la vida de esos insignificantes "granos de arena" que somos tu y yo.
Y en Su Soberanía actúa en los que son sus hijos con un propósito, glorificarle a Él por amor a Su Nombre.
Cuando un cristiano genuino vive para Cristo, para Dios está glorificando Su nombre.
Hace unas semanas una persona tenía que hacer una ecografía de la próstata. Acudió a la cita, y en la camilla, mientras la técnico en radiodiagnostico le mostraba el tamaño un poco mayor de lo normal, de la próstata, esa persona le hablaba de la maravillosa obra de Dios en el cuerpo humano, y de cómo Dios nos hizo a su imagen...la joven reflejó sorpresa en la mirada que le dirigió a esa persona tumbada en la camilla, que seguía diciendo "cuánto se humilló para hacerse hombre y morir en la cruz para pagar por nuestros pecados, y lo triste de que sea rechazado por tantos". Por un momento dejó de manipular el ecografo y preguntó ¿es usted cristiano? Y por respuesta escuchó "lo soy por la gracia de Dios". ¡Yo tambien soy cristiana! confesó. Es la primera vez que un paciente habla y confiesa a Cristo. Mire, le decía a esa persona, su próstata es un poco más grande de lo habitual, pero es normal para su edad. No veo nada anormal ni ningún signo que llame la atención. Podría dar por finalizada la exploración, pero permítame continuar unos minutos. Le dijo:  “Inspire y estire los brazos por detrás de su cabeza”. Después de echar un tipo de gel, continuó hacia ambos costados. Algo llamó su atención, que le indicó se pusiera de costado; primero derecho y después izquierdo.
Dejó sola por un momento a aquella persona y comenzó a teclear en el ordenador, donde apareció el historial y entre otras cosas un ecografía realizada a ambos costados, tras una caída, realizada en 2015 donde no aparecía nada anormal. Después de largos minutos, regresó y le dijo que aparecían en la exploración  un bulto sospechoso en el riñón izquierdo. Que iba a enviar al médico de cabecera los hallazgos para que solicitara un Urotac con contraste para determinar la naturaleza de aquello.
Durante casi una hora que duró la cita, quedó patente la Soberanía de Dios al encauzar todas las circunstancias para un propósito: glorificar, alabar y darle gracias a Dios, engrandecer Su Nombre por medio de sus hijos. 
Desde entonces, desde aquel encuentro que Dios orquestó para aquel determinado momento, el gozo y la paz interior de esa persona ha ido en aumento. Más si cabe al escuchar con emoción como ese tumor es maligno y está en una fase inicial. Cómo no se iba a emocionar y a llorar al experimentar los cuidados de un Dios tan grande que de preocupó de encauzar todos los momentos, todss las circunstancias y todos los tiempos para ser ensalzado por medio de criaturas torpes e imperfectas. Se emocionó al considerar que si no fuera por aquella hermana en la fe de Cristo que estaba en aquel momento y lugar haciendo una sustitución, le habría examinado otra persona que seguramente se habría limitado a examinar la próstata y punto. Habría cumplido con lo solicitado, y el tumor maligno de habría extendido afectando a los huesos, pulmón y cerebro.
¡Cómo no dar gracias a Dios! ¡Cómo no reconocer Su Soberanía, Su control absoluto sobre la vida de Sus hijos!
Saber que sus hijos estamos bajo las "alas de Dios" produce esa paz y gozo que los incrédulos no pueden entender.
Ojalá este testimonio, sea de bendición para muchas personas. 
No importa el nombre de esas personas, sino la actitud que los cristianos debemos mostrar en el mundo. Ser sal y luz, para que aquellos que vean nuestras vidas puedan decir que somos verdaderos seguidores de Cristo para darle gracias.
Estés donde estés, no seas un cristiano mediocre del montón. Entrégate con excelencia en tu trabajo como si lo hicieras para el Señor y, a su debido tiempo recogerás lo que siembras, aquí y en la patria celestial.

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