Cuando las horas de desaliento te invadan el alma, y
las lágrimas afloren en tus ojos, búscame: Yo Soy aquel que sabe consolarte y
pronto detiene tus lágrimas.
Cuando desaparezca tu ánimo para luchar en las
dificultades de la vida, o sientas que estas pronto a desfallecer, llámame: Yo
Soy la Fuerza capaz de remover las piedras de tu camino y sobreponerte a las
adversidades del mundo.
Cuando, sin clemencia, te encontraras sin donde
reclinar tu cabeza, corre junto a mí: Yo Soy el Refugio, en cuyo seno
encontrarás guarida para tu cuerpo y tranquilidad para tu espíritu.
Cuando te falte la calma, en momentos de gran
aflicción, y te consideres incapaz de conservar la serenidad de espíritu,
invócame: Yo Soy la Paciencia que te ayudará a vencer las dificultades más
dolorosas y triunfar en las situaciones más difíciles.
Cuando te debatas en los misterios de la vida y tengas
el alma golpeada por los obstáculos del camino, grita por mí: Yo Soy el Bálsamo
que cicatrizará tus heridas y aliviará tus padecimientos.
Cuando el mundo sólo te haga falsas promesas y creas
que ya nadie puede inspirarte confianza, ven a mí: Yo Soy la Sinceridad, que
sabe corresponder a la franqueza de tus actitudes y a la nobleza de tus ideas.
Cuando la tristeza o la melancolía intenten albergarse
en tu corazón, clama por mí: Yo Soy la Alegría que te infunde un aliento nuevo
y te hará conocer los encantos de tu mundo interior.
Cuando, uno a uno, se destruyan tus ideales más bellos
y te sientas desesperado, apela a mí: Yo Soy la Esperanza que te robustece la
Fe.
Cuando la impiedad te revele las faltas y la dureza
del corazón humano, aclámame: Yo Soy el Perdón, que te levanta el ánimo y
promueve la rehabilitación de tu alma.
Cuando dudes de todo, hasta de tus propias
convicciones, y el escepticismo te aborde el alma, recurre a mí: Yo Soy LA FE
que te inunda de luz y de entendimiento para que alcances la Felicidad.
Cuando ya nadie te tienda una mano tierna y sincera y
te desilusiones de los sentimientos de tus semejantes, aproxímate a mí: Yo Soy
la Renuncia que te enseñará a entender la ingratitud de los hombres y la
incomprensión del mundo.
Y cuando al fin, quieras saber quién soy, pregúntale
al río que murmura, al pájaro que canta, a las estrellas que titilan. Yo Soy la
Dinámica de la vida, y la Armonía de la naturaleza.
Me llamo Jesús. Yo Soy el remedio para todos los males
que atormenten tu espíritu… Ven a mí que yo te llevaré a las serenas mansiones
del infinito bajo las luces brillantes de la eternidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario