} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: 5 Febrero 2019: Estudiando la Palabra de Dios en la Biblia.

martes, 5 de febrero de 2019

5 Febrero 2019: Estudiando la Palabra de Dios en la Biblia.


  
Mateo 15; 19-20
 Porque del corazón provienen malos pensamientos, homicidios, adulterios, fornicaciones, robos, falsos testimonios y calumnias.
 Estas cosas son las que contaminan al hombre; pero comer sin lavarse las manos no contamina al hombre.

  Porque del corazón salen los malos pensamientos, (malas intenciones, como la tradición que permitió el descuido de los padres. Rom_1:1-32, “21 Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido”. Sin lugar a dudas tanta maldad en la vida del hombre empieza con sus malos razonamientos. Dicho de otro modo, los malos hechos del hombre no se llevarían a cabo si primero no existieran en el corazón) los homicidios, que son las manifestaciones externas del odio y envidia (literalmente “ojo maligno”) en el corazón;  1Jn_3:1-24, “15 Todo aquel que aborrece a su hermano es homicida; , los adulterios (Mat_5:1-48, “28 Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón”) , las fornicaciones (término que cubre todo pecado sexual; Marcos agrega “la lascivia” que provoca fornicaciones) , los hurtos (Marcos agrega “avaricias”, el deseo de tener más y mejor, Col_3:5; 1Ti_6:9-10; Heb_13:4-5) , los falsos testimonios (Marcos agrega “el engaño”, “doblez, de falsedad del carácter”  , las blasfemias (pronunciadas con odio, amargura y malicia para dañar la reputación de otro . Mar_7:1-37, “21 Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez (Luc_15:1-32, “17 Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre!” ¿No indica esto que, en un sentido, los que viven en pecado están “fuera de sí”, que no están en su juicio cabal? Jesús dice que los que edifican sus vidas sobre la arena son “insensatos”.
         “Es notable que tres de los crímenes aquí mencionados como poluciones de la mente, a saber, el homicidio, el falso testimonio y la blasfemia fueron en esta ocasión cometidos por las personas quienes cargaron al Señor con impiedad por haber descuidado tales preceptos ceremoniales de religión que eran de invención humana”
 Si la religión consiste en reglas externas y su cumplimiento, es dos cosas. Es demasiado fácil. Es muchísimo más fácil abstenerse de ciertos alimentos y lavarse las manos de una cierta manera que amar lo inamable y lo desamable, y que ayudar a los necesitados a costa del tiempo y del dinero y de la comodidad y del gusto de uno mismo.
Todavía no hemos aprendido del todo esta lección. El asistir regularmente a la iglesia, echar generosamente en la colecta, ser miembro de un círculo de estudio bíblico son todo cosas externas. Son medios que conducen a la religión, pero no son el fruto que Dios demanda. Nunca nos podremos recordar a nosotros mismos suficientemente que la adoración consiste en una relación personal y en una actitud hacia Dios y nuestros semejantes.
Además, si el cristianismo consistiera en el cumplimiento de normas eternas, sería engañoso. Muchos tienen una vida intachable en cuanto a lo exterior, pero tienen amargura y los peores pensamientos en su interior. La enseñanza de Jesús es que todas las observancias externas del mundo no pueden expiar la amargura y el orgullo y la codicia que dominan el corazón.
  La enseñanza de Jesús es que lo que más importa de una persona es el corazón. " Bienaventurados los limpios de corazón, porque serán los que vean a Dios» (Mat_5:88). Lo que importa en relación con Dios es no es tanto cómo actuamos como por qué actuamos; no tanto lo que hacemos sino lo que querríamos hacer en lo íntimo de nuestro corazón. " El hombre -decía Tomás de Aquino- mira la acción, pero Dios mira la intención.»
La enseñanza de Jesús -que nos condena a cada uno de nosotros- es que ninguno se puede considerar bueno porque cumpla las reglas y normas externas, sino sólo cuando su corazón sea limpio. Ese mismo hecho le pone fin al orgullo; y la razón por la que cala uno de nosotros lo único que puede decir es " Dios, ten misericordia de este pecador que soy yo.»
Por sus propias ordenanzas, también Jesús expone la hipocresía consumada, el egoísmo y la avaricia, de aquellos que pretendían guiar a la gente y formar su corazón a la moral y al culto de Jehová. Isaías ya había pronunciado su juicio.

Después, Él le muestra a la multitud que se trataba de qué era el hombre, de lo que procedía de su corazón, de dentro de él; y señala las corrientes tristes que fluyen de esa primavera corrupta. Pero fue la simple verdad con respecto al corazón del hombre, como la conoce Dios, lo que escandalizó a los hombres justos del mundo, que era ininteligible incluso para los discípulos. Nada tan simple como la verdad cuando se sabe; nada tan difícil, tan oscuro, cuando un juicio debe formarse respetándolo por el corazón del hombre, que no posee la verdad; porque juzga según sus propios pensamientos, y la verdad no está en ellos. En resumen, Israel, y especialmente el Israel religioso, y la verdadera moralidad se contrastan: el hombre tiene su propia responsabilidad y sus verdaderos colores ante Dios.

Jesús busca en el corazón; pero, actuando en gracia, actúa de acuerdo con el corazón de Dios, y lo manifiesta saliendo, tanto para el uno como para el otro, de los términos convencionales de la relación de Dios con Israel. Una Persona divina, Dios, puede caminar en el pacto que Él ha dado, pero no puede limitarse a él. Y la infidelidad de su pueblo es la ocasión en que la revelación de Él se desvanece más allá de ese lugar. Y note, aquí, el efecto de la religión tradicional en el juicio moral cegador. ¿Qué más claro o simple que lo que salió de la boca y el corazón contaminó a un hombre, no lo que comió? Pero los discípulos a través de la vil influencia de la enseñanza farisaica, poniendo formas externas para la pureza interna, no pudieron entenderla.


¡Maranata! ¡Sí, ven Señor Jesús!

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