2 Pedro 1:2 Gracia y paz os sean multiplicadas en el conocimiento de Dios y
de Jesús nuestro Señor.
Pedro expresa esto de
una manera inusual. La gracia y la paz han de venir del conocimiento, el
conocimiento de Dios y de Jesucristo, nuestro Señor. ¿Hace depender la
experiencia cristiana del conocimiento? ¿O tiene esto algún otro sentido? En
primer lugar, veamos la palabra que usa para conocimiento (epígnósis). Se puede
interpretar en dos direcciones:
(a) Puede querer decir
un conocimiento creciente. Gnosis, la palabra griega normal para conocimiento,
va precedida aquí de la preposición epi
que quiere decir hacia, en la dirección de.
Epígnósis, pues, podría
interpretarse como un conocimiento que está siempre en movimiento hacia lo que
desea conocer. La gracia y la paz se le
multiplican al cristiano que llega a conocer a Jesucristo cada vez mejor.
Como se ha expresado: «Cuanto más se da cuenta el cristiano de lo que significa
Jesucristo, tanto más capta el significado de la gracia y la experiencia de la
paz.»
(b) Epígnósis tiene un
segundo significado. A menudo quiere decir en griego conocimiento pleno.
Plutarco, por ejemplo, la usa del conocimiento científico de la música en
oposición al conocimiento del mero aficionado. Así que puede ser que lo que
implica aquí sea que el conocimiento de Jesucristo es lo que podríamos llamar
"la ciencia capital de la vida.» Las otras ciencias puede que contribuyan
una nueva habilidad, un nuevo conocimiento, nuevas capacidades; pero la ciencia
capital, el conocimiento de Jesucristo, es lo único que puede traer a la
humanidad la gracia que necesita y la paz que anhela.
Hay todavía más. Pedro
tiene una manera de usar palabras que eran corrientes entre los paganos de su
tiempo, pero cargándolas con un nuevo significado. El conocimiento era una
palabra muy utilizada en el pensamiento religioso pagano de aquellos días en
que se escribió esta carta. Para tomar solamente un ejemplo: los griegos
definían sofia, sabiduría, como el conocimiento de las cosas divinas y humanas.
Los buscadores de Dios griegos buscaban ese conocimiento por dos procedimientos
principales:
(a) Lo buscaban por
medio de la especulación filosófica. Trataban de alcanzar a Dios mediante el
mero poder del pensamiento humano. Aquí encontraban dificultades previsibles.
En primer lugar, Dios es infinito; la mente humana es finita; y lo finito no
puede nunca abarcar lo infinito. Mucho tiempo ha, Zofar había preguntado:
"¿Descubrirás tú (por especulación) los secretos de Dios?» (Job ll-7). Si
Dios ha de llegar a ser conocido, debe ser conocido, no porque la mente humana
Le descubra, sino porque Él decida revelarse. Además, si la religión se basara
en la especulación filosófica, sólo podrían aspirar a alcanzar sus alturas unos
pocos, porque no todos podemos ser filósofos. Cualquiera que fuera lo que Pedro
entendiera por conocimiento; no quería decir eso.
(b) Lo buscaban por la
experiencia mística de lo divino hasta poder decir: " Yo soy Tú y Tú eres
yo." Este era el camino de las religiones mistéricas. Todas ellas
consistían en representaciones de pasión: la historia dramáticamente
representada de algún dios que sufría y moría y resucitaba. Se preparaba
cuidadosamente al iniciado con la instrucción del sentido íntimo de la
historia, y mediante largo ayuno y continencia, y mediante un proceso
conducente a la tensión psíquica. El auto se representaba con una liturgia
impresionante, una música inspiradora, unja iluminación cuidadosamente
calculada y el uso de incienso. Lo que se pretendía era que el iniciado, al
observarlo, entrara de tal manera en esta experiencia que llegara a
identificarse con el dios que sufría, moría y resucitaba eternamente
triunfante. También aquí había problemas. Por una parte, no todo el mundo es
capaz de tener una experiencia mística. Por otra parte, cualquier experiencia
tal es necesariamente pasajera; puede que. deje un efecto, pero no puede ser
una experiencia continua. La experiencia mística es privilegio de los menos.
(c) Si este
conocimiento de Jesucristo no se adquiere por especulación filosófica ni por
experiencia mística, ¿qué es y cómo viene? En el Nuevo Testamento, el
conocimiento es característicamente un conocimiento personal. Pablo no dice:
«Yo sé lo que he creído;» sino: «Yo sé en Quién he creído (2 Timoteo_1:12). El
conocimiento cristiano de Cristo es una relación personal con Él; es conocerle
como se conoce a una persona y entrar día a día en una relación más íntima con
Él.
Cuando Pedro habla de
la gracia y la paz que nos vienen por medio del conocimiento de Dios y de
Jesucristo, no está intelectualizando la religión; está diciendo que el
Cristianismo quiere decir una relación personal cada vez más íntima con
Jesucristo.
¡Maranata!
No hay comentarios:
Publicar un comentario