Isaías 49; 15
¿Puede
una mujer olvidar a su niño de pecho, sin compadecerse del hijo de sus
entrañas? Aunque ellas se olvidaran, yo no te olvidaré.
El
profeta se considera en la situación de Sión, deprimida por el espectáculo de
la desolación, pensando en que Yahvé la había abandonado, y se considera como una madre sin hijos, y no-puede creer en las esperanzas gloriosas precedentes
que le anuncia, el profeta. A esto contesta el mismo Yahvé que no puede olvidar
a Sión, pues le profesa un amor más fuerte que el maternal, el amor más sincero
y profundo: ¿puede una mujer olvidarse
de su hijo? ; y con acento enfático le dice confidencialmente que la
tiene grabada en las palmas de sus
manos, aludiendo con ello a los tatuajes que los devotos se hacían en
señal de consagración a sus divinidades, por lo que se consideraban como
propiedad de éstas (Deu_44:5). Yahvé lleva en las palmas
de sus manos grabado en el plano de la ciudad de Sión, de modo que pueda
tenerla siempre presente para no olvidarla; por eso sus muros están siempre delante de él, como una invitación constante
a la reconstrucción. Que haya gozo universal, porque Dios
tendrá misericordia del afligido debido a su compasión; de su afligido debido a su pacto. Ya no
tenemos razones para cuestionar su promesa y su gracia más que la que tengamos
para cuestionar su providencia y su justicia. Ten la seguridad que Dios tiene
un tierno afecto por su Iglesia y su pueblo; no quiere que se desalienten.
Algunas madres
descuidan a sus hijos, pero las compasiones de Dios con su pueblo exceden
infinitamente a las de los padres más tiernos hacia sus hijos.
Que los haya
puesto como marca en su mano o como sello en su brazo, significa que siempre
está preocupado de ellos. Hasta donde tenemos evidencias de la Escritura de que
pertenecemos a su rebaño redimido, podemos estar seguros que nunca nos
abandonará. Entonces pongamos diligencia para asegurar nuestra vocación y
elección y regocijémonos en la esperanza y la gloria de Dios.
El pueblo de Israel sintió que Dios lo
había abandonado en Babilonia. Pero Isaías señaló que Él nunca se olvidaría de
ellos, así como una madre no olvidaría a su hijito. Cuando sintamos que Dios
nos ha abandonado, debemos preguntarnos si los que lo abandonamos u olvidamos
somos nosotros Deu_31:6
Israel se queja de haber sido olvidado,
pero el Señor le promete tomarlo en sus manos. él vencerá al destructor de
Israel, lo revestirá de ornamentos, multiplicará su número, y hará que las
naciones lo ayuden. Será su Salvador y Redentor.
¡Maranata!¡Ven pronto mi Señor Jesús!
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