Colosenses 1; 20
y
por medio de El reconciliar todas las cosas consigo, habiendo hecho la paz por
medio de la sangre de su cruz, por medio de Él, repito, ya sean las que están en la tierra o las que están en
los cielos.
La humanidad
quedó separada de Dios debido al pecado, y no tenía una ofrenda aceptable que
satisficiera las demandas de la naturaleza santa de Dios. Dios envió a Cristo
para proveer un sacrificio aceptable por el pecado, y estableció así un lazo de
unión con todos aquellos que recibieron a aquel que proveyó los medios para que
todas las criaturas pudieran reconciliarse con él. Lev_17:11
declara que no puede haber perdón sin derramamiento de sangre. Porque el
pecado quita la vida, se requiere que la vida pague las deudas del pecado.
Jesucristo ofreció vida divina por medio de su sangre, para satisfacer todas
las deudas del pecado de los seres humanos, y así restaurar la paz del pacto
entre Dios y los hombres. (Jn_6:53-54/Rom_5:9)Todos
los hombres han pecado (Rom_3:23) y, por eso,
están alejados de Dios (Isa_59:1-2). ¿Cómo
podría Dios ser justo si justificara al pecador? (Rom_3:26).
Sólo por medio del sacrificio de Cristo como propiciación por nosotros (1Jn_1:7; 1Jn_2:1-2). Cristo derramó "la sangre de
su cruz" para ser la propiciación por los pecados del hombre y, por lo
tanto, Dios nos puede perdonar y recibir (2Co_5:18-19.
De esta manera "por medio de" Cristo, Dios ha reconciliado a los que
obedecen al evangelio.
Gálatas
6; 14
Pero jamás acontezca que yo me gloríe, sino en la cruz de
nuestro Señor Jesucristo, por el cual el mundo ha sido crucificado para mí y yo
para el mundo.
Humanamente
hablando Pablo tenía mucho en qué gloriarse (Flp_3:4-5;
2Co_11:18; 2Co_11:22-28). Los
judaizantes se gloriaban en el número de gentiles circuncidados, pero Pablo se
gloriaba solamente en Cristo y su muerte por nosotros. Para el griego la cruz
era locura y para el judío era tropezadero, pero para los creyentes es el poder
de Dios para salvación (1Co_1:23). Pablo no se
gloriaba en la cruz solamente en palabras sino también en hechos. En primer
lugar se gloriaba en la cruz por someterse a la enseñanza del Cristo
crucificado y resucitado y por predicar la cruz como la esperanza del mundo (1Co_9:16; 2Co_5:18-20).
El
mundo está lleno de incitaciones. Cada día somos confrontados con presiones
culturales sutiles como también con propaganda abundante. La única forma de
escapar de estas influencias destructivas es pedir a Dios que nos ayude para
morir a ellas, así como Pablo lo hizo.
¡Maranata!¡Ven
pronto mi Señor Jesús!
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