} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: 23 Mayo: Meditando en la Palabra de Dios en la Biblia

miércoles, 23 de mayo de 2018

23 Mayo: Meditando en la Palabra de Dios en la Biblia



Miqueas 6; 8
Él (Dios) te ha declarado, oh hombre, lo que es bueno. ¿Y qué es lo que demanda el SEÑOR de ti, sino sólo practicar la justicia, amar la misericordia, y andar humildemente con tu Dios? (Biblia de las Américas)

Miqueas hace eco de lo que dice su contemporáneo Oseas en el 6:6 de su libro. Aunque este versículo no se cita palabra por palabra en el NT, parece que Jesús lo tiene claramente en mente en Mat_23:23.

Hacer justicia tiene que ver con nuestra relación para con otros, es decir, con nuestra conducta externa. Amar misericordia (o fiel amabilidad) tiene que ver con nuestra disposición interior; lo que sentimos y somos en nuestro interior. Andar humildemente obviamente tiene que ver con nuestra relación con Dios. Es interesante que esta palabra en particular (tsana) solo aparece aquí, aunque en su forma adjetiva se menciona en Salm_11:2 donde se traduce “humildes”, y quiere decir modesto, sumiso o sujeto. Estas son las cosas que requiere Dios del verdadero adorador.

En una famosa escultura griega, la justicia se representa como una mujer ciega sosteniendo en alto una balanza. Éste es un aspecto de la justicia. Miqueas proclama una justicia aún más amplia. No debemos pensar en justicia solamente como una actitud pasiva. Debemos actuar a favor de la justicia.

Dios tiene distintas medidas para medir lo que es importante. Belén no tenía nada de importancia según las medidas del mundo. Adquirió su importancia por dos de sus ciudadanos: David y Jesús.

     1.     Algunos se jactan de su origen geográfico, nacional o cultural. Pero ninguna persona escoge donde nacer.

     2.     Es mucho mejor vivir de tal manera que enriquezcamos el lugar de nuestro origen, que depender de nuestro origen para sentirnos orgullosos.

     3.     Grandes vidas hacen del lugar más humilde un lugar de honor. Vidas viles hacen del lugar más elegante un lugar de vergüenza.

Aquí se encuentra el argumento que se repite una y otra vez de que ningún sacrificio, no importa la calidad o la cantidad, será aceptado por Dios cuando es traído por un pecador no arrepentido
Las personas han probado todas las formas posibles de agradar a Dios, pero El dejó en claro sus deseos: quiere que su pueblo sea justo y misericordioso y que camine humildemente con El. En sus esfuerzos para complacer a Dios, examine esas áreas con regularidad. ¿Es usted justo en su trato con la gente? ¿Muestra misericordia con aquellos que le hacen daño? ¿Está usted aprendiendo a ser humilde? Solo los que obedezcan a Dios, porque quieran complacerlo, viven en una relación adecuada con El.

 Dios quiere cambiar nuestras vidas. Quiere que su pueblo sea justo, recto, misericordioso y humilde. Dios quiere que seamos sacrificios vivos (Rom_12:1-2). No solo que realicemos actos religiosos, sino que vivamos correctamente (Jer_4:4; Heb_9:14). Es imposible vivir una vida así de firme sin el amor transformador de Dios en nuestros corazones. Lo que Dios requiere es fidelidad al pacto, que está basado en la fe en él y que se expresa fundamentalmente en una vida recta. La ignorancia del hombre en cuanto a lo que complace a Dios es inexcusable, porque el pacto de Dios ha declarado al hombre lo que es bueno, un término que resume los requisitos de la ley: hacer justicia, amar misericordia (eso es, de corazón proteger al débil), y caminar humildemente (o “caminar cuidadosamente” a la luz de los requisitos del pacto) con Dios.

El tener “declarado lo bueno” o revelado por el Espíritu, es el único fundamento para los requerimientos que siguen. De esta manera se preparó el camino para el evangelio. El destierro de los judíos de Palestina tiene por propósito, excluir la posibilidad de que ellos esperen procurar la redención por medio de los ritos mosaicos, y los encierra para el Mesías. Andar con Dios envuelve constante oración, y vigilancia, comunión íntima pero humilde con Dios acompañada de la obediencia pasiva y activa para con Dios (Gen_5:24; Gen_17:1).
Los deberes morales se han ordenado porque son buenos para el hombre. Gran recompensa hay en obedecer los mandamientos de Dios y después de obedecerlos. Dios no sólo lo ha dado a conocer, sino lo ha hecho claro.El bien que Dios requiere de nosotros no es pagar un precio por el perdón de pecado y la aceptación de Dios, sino amarlo a Él; ¿qué hay de ilógico o difícil en esto? Todo pensamiento nuestro debe ser derribado, llevado a la obediencia de Dios si queremos andar cómo dos con Él. Debemos hacer esto como pecadores penitentes dependientes del Redentor y de su expiación. Bendito sea el Señor que siempre está listo para dar su gracia al penitente humilde que espera.

¡Maranata!¡Ven pronto mi Señor Jesús!

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