} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: 15 Agosto LA BUENA SEMILLA

martes, 15 de agosto de 2017

15 Agosto LA BUENA SEMILLA

                                                                  
Eclesiastés 8; 17
y he visto todas las obras de Dios, que el hombre no puede alcanzar la obra que debajo del sol se hace; por mucho que trabaje el hombre buscándola, no la hallará; aunque diga el sabio que la conoce, no por eso podrá alcanzarla.”

      El Predicador se hace consciente de su propia ignorancia, pero ya sabe algo, porque sabe que no puede saber, como cualquier hombre.

 El Predicador dice que nadie, ni aun el sabio, pueden hallar sentido y finalidad a lo que se hace debajo del sol. Y esto no es porque el que trabaja no sepa para qué trabaja. Él tiene su finalidad en lo que hace, pero ¿la alcanza? De muchas maneras ya ha dicho el sabio que no. Especialmente la muerte quita todo sentido a lo que se hace.

Los justos y sabios, y sus hechos están en la mano de Dios (Mateo_9:1). Lo que se es y lo que se hace están bajo la soberanía de Dios y nada puede hacerse sin Su beneplácito. En más de un sentido es cierto que no depende del que quiere ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia (Romanos_9:16).

     Solo la fe puede estabilizar el corazón en este escenario confuso, donde el justo sufre a menudo y prospera el malo. Salomón recomienda el gozo y la santa seguridad mental, que surgen de la confianza en Dios, porque el hombre no tiene cosa mejor bajo el sol que usar sobria y agradecidamente las cosas de esta vida conforme a su rango, aunque el bueno tiene cosas muchos mejores más allá del sol.  Él no quisiera que nosotros tratáramos de dar una explicación de lo que Dios hace. Pero dejando que el Señor aclare todas las dificultades a su propio tiempo, podemos alegremente disfrutar de consuelo y tolerar las pruebas de la vida; mientras permanezcan en nosotros la paz de conciencia y el gozo en el Espíritu Santo, a través de todos los cambios externos, y cuando la carne y el corazón fallen.
Aun si tuviera acceso a toda la sabiduría del mundo, el hombre más sabio sabría muy poco. No hay nadie que pueda comprender completamente a Dios y todo lo que Él ha hecho. En la vida siempre habrá muchas más preguntas que respuestas. Pero lo desconocido no debería ensombrecer nuestro gozo, nuestra fe ni nuestro trabajo porque sabemos que Alguien mucho mayor que nosotros lleva las riendas y podemos confiar en Él. No permitamos que lo que no conocemos del futuro destruya el gozo que Dios quiere darnos hoy. Las obras de Dios, entre ellas el sentido de la vida, no pueden ser desentrañadas por el intelecto humano, aun cuando se trabaje en ello día y noche.

De las obras de Dios, el hombre puede dar algunas razones generales que nos manifiesta la misma Escritura; pero las razones concretas de todos y cada uno de los acontecimientos de la vida escapan a la inteligencia humana.
  A causa de la complejidad de la vida el hombre no puede comprender la obra de Dios.
 Por mucho que se esfuerce el hombre, no puede llegar a comprender la obra de Dios. La realidad fundamental está fuera de la comprensión humana.

  El hombre no puede comprender la realidad más allá de lo que percibe con los sentidos por medio de sus propios esfuerzos. Él está limitado a saber lo más esencial de su propia experiencia. Reconocer este límite es un requisito de la humildad necesaria para temer a Dios que a su vez, da sabiduría.


¡Maranatha! ¡Sí, ven Señor Jesús!

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