Romanos 12:1-2
“Así que, hermanos, os ruego por
las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo,
santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.
No os
conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de
vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios,
agradable y perfecta.”
El capítulo 11 de Romanos termina la sección
argumentativa de esta epístola. El tema es la salvación por la fe en el
evangelio de Cristo (1:16,17) y la conclusión es que los que la buscan de esta
manera la hallan y los que de otra manera, fallan (9:30-33). En vista de lo
presentado en los primeros 11 capítulos, ahora comienza Pablo en el 12
diciendo, “Así que...,” y siguen muchas lecciones prácticas basadas en la gran
conclusión de lo anterior. Si Dios nos ha redimido, nos toca dedicarnos
totalmente a Él en sacrificio completo.
Los
primeros 8 versículos tratan de deberes en particular, exhortando a los que
tenían dones espirituales. Los demás versículos tratan de deberes generales.
“Os
ruego por las misericordias de Dios.”
La palabra “misericordias” se refiere a todo
cuanto Dios ha hecho para el pecador por el evangelio. Cuando el hombre
contempla lo que Dios ha hecho para él, debe querer entregarse a Dios en plena
obediencia. La misericordia de Dios fue el tema central de Pablo en los
capítulos anteriores.
“Presentéis vuestros cuerpos en sacrificio
vivo...” Debe el cristiano usar su cuerpo en las cosas
de la justicia, apartándose de la injusticia (pues “santo” quiere decir
apartado para ser consagrado o dedicado a un uso especial). Efesios_5:2.
“Vuestro culto racional.” (griego, latreia
logike). La primera de las dos palabras significa “servicio” o “adoración,” y
la segunda significa lo que es según la razón o alma, y de esto “espiritual.”
Se encuentra logikos solamente aquí y en 1Pedro_2:2 (logikon
gala), la leche que alimenta al alma, y de esto “leche espiritual”. Pablo no
está diciendo que, en vista de lo que ha hecho Dios para mí, ahora es razonable
(aceptable) que yo le rinda culto. Dios es espíritu y le adoramos en espíritu y
en verdad (Juan_4:24)). Presentar nuestros
cuerpos a Dios en sacrificio viva, etcétera, es un servicio o adoración
espiritual. Es del corazón, del alma, de la mente.
“No os conforméis.” En 1Corintios_7:31
Pablo habla de la “apariencia de este mundo.” Se refiere a la moda o
costumbre de los mundanos. La palabra griega es skema, de la cual tenemos
“esquema.” En Romanos_12:1-21 es
la misma palabra, nada más en forma verbal. Así es que el cristiano no sigue
las modas y prácticas pecaminosas de este mundo.
“Este siglo,” o sea este mundo. Los judíos
dividían el tiempo en dos épocas: la actual para ellos, antes de la venida del
Mesías, y la de después (Mateo_12:32), o sea,
este siglo y el venidero. “Este siglo” vino a significar la época mundana y
mala. Aunque ha venida ya el Mesías, la expresión “este siglo” sigue significando
“este mundo malo” (Gálatas_1:4).
“Por
medio... entendimiento.” Es responsable el cristiano por este cambio que obra
lentamente en él (2Corintios 4:16). La
única manera de renovar el entendimiento es dejar de pensar como los hombres (Isaías_55:8-9) y pensar como está revelado en las
Sagradas Escrituras (Filipenses_4:8).
¡Estudiemos la Biblia diariamente! (1Tesalonicenses 5:21).
El evangelio, obrando en nosotros, nos transformará.
“Para que comprobéis... perfecta.” Cuando la
mente renovada obra esta transformación de carácter en el cristiano, ya por la
propia experiencia de vida el cristiano está experimentando que es buena,
agradable, y perfecta la voluntad de Dios.
Y sí es posible cambiar nuestra manera de pensar.
Hemos recibido el Espíritu Santo para dejarnos guiar por Él. Si obedecemos las
enseñanzas de la Palabra de Dios en la Biblia, comprobaremos como un día
habremos dejado atrás nuestra vana manera de vivir, de pensar y de actuar,
gracias a la Obra de Dios en nuestras vidas para glorificarle y darle gracias
en todo momento y lugar. Cuando conocemos a Dios podemos confiarle nuestra
vida. Es por eso necesario acudir a Su Palabra cada día, y Él que ve las
intenciones de nuestro corazón nos irá dando conocimiento, discernimiento y más
luz para ver y oír con atención Su Voluntad para nuestras vidas.
Conocer a una persona requiere tiempo y
dedicación. Conocer un poquito de Dios a través de Su Hijo Jesucristo requiere
priorizar lo importante en nuestra vida. Y lo más importante en esta vida, son las cosas celestiales que Dios nos da a
conocer y revela en la Biblia. Después de esto, la familia. Ya que ella es el
mayor tesoro que Dios nos ha dado para cuidar; es el “huerto” que nos ha
encargado de velar por él. ¿Cómo podrá el hombre cuidar ese huerto, si no sabe
las instrucciones o descuida el conocerlas? Examínate, tu que lees esto, si
estás preparándote cada día para administrar, labrar, cuidar y velar por ese
tesoro que Dios te ha regalado: la familia.
¡Maranatha!
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