} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: 21 Febrero: Meditando la Palabra de Dios en la Biblia.

miércoles, 21 de febrero de 2018

21 Febrero: Meditando la Palabra de Dios en la Biblia.



  Job 36; 5
He aquí, Dios es poderoso pero no desprecia a nadie, es poderoso en la fuerza del entendimiento.
Un tema en la literatura poética de la Biblia es que Dios es incomprensible; no podemos conocerlo completamente. Podemos tener algún conocimiento de El porque la Biblia está llena de detalles acerca de quién es Dios, cómo podemos conocerlo y cómo podemos tener una relación eterna con El. Pero nunca podremos saber lo suficiente como para contestar todas las preguntas de la vida (Ecl_3:11), predecir nuestro propio futuro o manipular a Dios para nuestros propios fines. La vida siempre tiene más preguntas que respuestas, y debemos ir constantemente a Dios para obtener algunas pistas frescas acerca de los dilemas de la vida.
Por lo “poderoso” que Dios sea, nadie es tan bajo que sea “despreciado” por Él; porque su “fuerza” está especialmente en “su fuerza de comprensión”, por la que escudriña las cosas más menudas, a fin de dar a cada uno su derecho. Jer_35:14
Si nuestro ojo estuviera siempre dirigido a Dios en el deber, su ojo estaría siempre sobre nosotros con misericordia y, cuando estamos más hundidos, no nos pasaría por alto. Dios quiere develarnos pecados pasados cuando nos aflige, y nos los trae a la memoria. También, dispone nuestros corazones para ser enseñados: la aflicción hace que la gente se disponga a aprender por medio de la gracia de Dios que obra con ella y por ella. Además, nos disuade de pecar en el futuro. No tener más que ver con el pecado es un mandamiento.
Si servimos fielmente a Dios, tenemos la promesa de la vida que es presente y sus consolaciones, en cuanto sea para la gloria de Dios y nuestro bien: ¿y quién los desearía más aun? Tenemos la posesión de placeres interiores, la gran paz que tienen los que aman la ley de Dios. Si la aflicción no hace su obra los hombres deben esperar que se caliente el horno hasta que sean consumidos. Quienes mueren sin conocimiento, mueren sin gracia y están deshechos por siempre. Véase la naturaleza de la hipocresía; yace en el corazón: es por el mundo y la carne mientras, exteriormente, parece ser por Dios y la fe. El caso de los pecadores es espantoso, sea que mueran jóvenes o vivan mucho para acumular ira. Las almas de los malos viven después de la muerte, pero en desgracia eterna.

1 Samuel 2; 8
Levanta del polvo al pobre, del muladar levanta al necesitado para hacerlos sentar con los príncipes, y heredar un sitio de honor; pues las columnas de la tierra son del SEÑOR, y sobre ellas ha colocado el mundo.

Ana puede regocijarse porque está en manos de un Dios soberano que decide en última instancia sobre nuestras vidas. El muladar, montón de excrementos de caballos, vacas o camellos, puesto al sol a secarse, para ser usado como combustible, que era, y todavía es, uno de los lugares más comunes donde se congregaban los limosneros más pobres; y el cambio hecho en la posición social de Anna, parecía a su agradecido corazón tan favorable y tan grande, como la elevación del pobre mendigo despreciado al puesto más alto y digno.
Vivir en un mundo donde la amenaza de un holocausto nuclear siempre está presente y donde el mal abunda puede hacernos olvidar que Dios es soberano sobre todas las cosas. Ana vio a Dios (1) sólido como una roca; (2) como uno que ve lo que hacemos; (3) soberano sobre todos los asuntos de la gente; y (4) el juez supremo que administra justicia perfecta. Recuerde que el control soberano de Dios nos ayuda a poner en perspectiva los hechos del mundo y las circunstancias personales.
¡Maranata!¡Sí, ven Señor Jesús!

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