} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: 8 Febrero: Meditando la Palabra de Dios en la Biblia.

jueves, 8 de febrero de 2018

8 Febrero: Meditando la Palabra de Dios en la Biblia.




1Pedro 2; 21-22
Porque para este propósito habéis sido llamados, pues también Cristo sufrió por vosotros, dejándoos ejemplo para que sigáis sus pisadas,
   EL CUAL NO COMETIO PECADO, NI ENGAÑO ALGUNO SE HALLO EN SU BOCA;

     El cristiano ha sido llamado por el evangelio (2Ts_2:14). Es llamado de las tinieblas a la luz admirable (1 Pe 2; 9), y así es que su vida de cristiano (luz) es una condenación del mundo inconverso (tinieblas) (Heb_11:7). El mundo le persigue. Hay un gran conflicto en el mundo entre Dios y Satanás, entre el bien y el mal (Apo_12:7; Apo_17:14). Como persiguieron injustamente a Jesucristo, así maltratan a los suyos (Jn_15:20); es natural; es de esperarse (Hch_14:22; Flp_1:29; Flp_3:10; 1Ts_3:3).
  Lo que motiva al cristiano a hacer lo que Pedro acaba de declarar es ¡el ejemplo de Jesucristo de sufrir injustamente, y esto por otros!
            Muchos predicadores a veces citan este versículo como base para su sermón sobre la vida ejemplar de Cristo, para exhortarnos a vivir cómo Él vivía en esto y en aquello de los diferentes aspectos de la vida diaria. Pero el punto de Pedro no es que Cristo nos dejó buenos ejemplos de diferentes cosas (aunque es cierto que lo hizo), sino que nos dejó el ejemplo de ¡sufrir injustamente! para que seamos nosotros pacientes en la presencia de la aflicción por ser cristianos. ¡Que le sigamos en eso! Cristo no solamente sufrió injustamente con paciencia, sino todo lo hizo para el bien de otros.
Cristo sufrió a pesar de nunca haber pecado. La frase verbal, "no hizo", según el tiempo empleado en el texto griego, significa que ¡nunca pecó ni una vez! Jesús desafió a los judíos incrédulos a señalar un solo pecado que hubiera cometido (Jn_8:46). Los desinteresados testificaron a su inocencia (Luc_23:41; Jn_18:38; Jn_19:4; Jn_19:6). Véase también Mat_26:59-60. Su inocencia fue profetizada (Isa_53:9), y el Nuevo Testamento la declara (2Co_5:21; Heb_7:26; 1Jn_3:5).
              Cristo nunca engañó, mintiendo. El hombre carnal, sujeto a su cultura originada en el pensamiento humano, muchas veces engaña, en lugar de decir la verdad, porque no quiere ofender (lastimar) los sentimientos del otro. Muchos adoran al dios del sentimiento; prefieren engañar que "ofender". En Cristo nunca se halló engaño. Nos conviene a todos pensar bien en esto.
            Cristo sufrió porque era la Verdad. Sufrió injustamente. Sufrió para beneficiar a otros. Su sufrimiento es el patrón o norma para que el cristiano lo imite diariamente.


1 Pedro 2; 24
y El mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre la cruz, a fin de que muramos al pecado y vivamos a la justicia, porque por sus heridas fuisteis sanados.

           Cristo "llevó" nuestros pecados en que se ofreció a sí mismo por nosotros. No llegó a ser pecador; nuestros pecados no le fueron imputados (según la doctrina calvinista de imputación). Es que él se puso en el lugar nuestro (Mat_20:28; Mar_10:45; 1Ti_2:6). En 2Co_5:21, la frase "lo hizo pecado" quiere decir que Dios hizo a Jesucristo una ofrenda por el pecado (Heb_10:12-14). Sencillamente, "por todos murió",   Gál_3:13-14. La frase en este versículo es lenguaje figurado, como lo es en Isa_53:6, "mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros". En este pasaje no hay imputación literal a Cristo de los pecados personales nuestros; es lenguaje figurado para indicar que El "llevó" nuestros pecados (Isa_53:12 y 1Pe_2:24) en el sentido de ofrecerse a sí mismo por nosotros, al morir en la cruz. "Cargó" nuestros pecados en el mismo sentido (figurado) en que "cargó" o "llevó" nuestras enfermedades (Isa_53:4); es decir, se identificó con las enfermedades físicas del hombre al sanarle milagrosamente (Mat_8:17). (Seguramente nadie diría que las enfermedades físicas del hombre fueron imputadas a Cristo, ni que literalmente llegó a ser hombre muy enfermo).
              Pedro emplea aquí (como también en Hch_5:30 y 10:39) la palabra griega xulon, que significa "madero", o viga grande, como por ejemplo en forma de cepo (Hch_16:24) o en forma de palo (Mat  26;47,55). En Luc_23:31 y en Apo_22:14 se traduce "árbol".  
            La otra palabra griega en las Escrituras, para referirse a la "cruz", es stauros. Esta palabra significa una estaca aguda, o poste.
            No sabemos exactamente qué forma tenía la "cruz" en que Cristo fue crucificado. Sabemos que los romanos a veces usaban el stauros para la pena capital. La forma de la cruz que solemos ver, en las descripciones gráficas modernas, en que se ven dos vigas cruzadas, más o menos en la forma de una "T", nada más con la parte horizontal bajada algo, es más bien una idea eclesiástica de la iglesia apóstata, y no propiamente de las Sagradas Escrituras.
  Como el esclavo muerto ya no sirve a su amo, el cristiano, teniendo sus pecados perdonados, ya no existe con referencia a ellos. O como el alma parte del cuerpo en la muerte, y ahora está ausente para con el cuerpo, así el hombre perdonado (el cristiano) ya está ausente para con el pecado Rom_6:2-11; Gál_2:20. El cristiano ahora se ocupa solamente en la justicia.
  En lugar de "herida", algunas versiones dicen "llaga". (La herida, o llaga, apunta a la muerte de Cristo en la cruz). Se hace referencia, en este pasaje figurado, no a sanidades físicas, sino a espirituales. Pedro se refiere a Isa_53:5, que dice, "Por su llaga fuimos nosotros curados".
            Leemos en Isa_53:4 ("llevó nuestras enfermedades") se cumplió en los milagros de sanidad que hizo Jesús (Mat_8:17), y que Mat 53:5 ("por su llaga fuimos nosotros curados") se cumplió en la muerte de Cristo en la cruz. Los pentecostales y carismáticos ignoran estas verdades, aplicando Isa_53:5 ("curados") a curaciones supuestamente milagrosas, que según ellos se efectúan hoy en día como parte de la promesa de Cristo en el evangelio. La "curación" de Isa_53:5 ¡es espiritual, no física!
Cristo quiere "sanar" al hombre (Mat_13:15); es decir, salvarle espiritualmente. Para esto se requiere, no que se le haga algún milagro de sanidad, sino que él mismo abra los ojos y los oídos, entienda con el corazón, y se convierta. ¡Así dice Cristo!

¡Maranata! ¡Sí, ven Señor Jesús!


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