} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: LA VIDA EN CRISTO 1 - EL SALUDO QUE LO INCLUYE TODO -

lunes, 29 de enero de 2018

LA VIDA EN CRISTO 1 - EL SALUDO QUE LO INCLUYE TODO -

Con la ayuda de Dios Padre de nuestro Señor Jesucristo y el auxilio del Espíritu Santo, hoy damos comienzo al estudio, meditación y reflexión de Filipenses, que nos lleva como por la mano a gozarnos en la vida que el Señor Jesucristo nos da; tanto en su realidad presente como en las promesas que se proyectan a la vida futura reservada al cristiano en la eternidad. Es nuestro sentimiento de adoración a Dios por la gracia de su inefable Palabra en la Biblia.


Filipenses 1:1-2  Pablo y Timoteo, siervos de Cristo Jesús: A todos los santos en Cristo Jesús que están en Filipos, incluyendo a los obispos y diáconos.
Gracia a vosotros y paz de parte de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.

   Al leer estas líneas nunca debe perderse de vista la lastimosa situación del Apóstol. Las cárceles del mundo antiguo no eran precisamente demasiado humanitarias, la alimentación era miserable. Teniendo esto en cuenta, cabría esperar propiamente que en la carta hubiera una serie de quejas sobre los hombres, sobre la inseguridad del futuro, sobre la falta de libertad de la situación. Pero no hay nada de esto. El autor de la carta entiende perfectamente su suerte desde la base de su fe cristiana y no se contenta con superarla, sino que la convierte en un magnífico testimonio de fe. Se despliega ante nosotros la magnitud del esclavo de Cristo; pero una magnitud y una grandeza que no está lejos de nosotros, como algo inalcanzable, sino dentro de un contexto humano, como algo real, comprensible e imitable. Los que tienen que sufrir, los que están sometidos a prueba por causa de la fe, encontrarán en el Apóstol doliente una digna norma de la fe.


     Esta es una carta personal a los filipenses, no pretendía ser una circular como la carta a los efesios. Pablo quería agradecer a los creyentes por haberlo ayudado cuando tuvo necesidad. También deseaba decirles por qué disfrutaba de gozo completo a pesar de su prisión y de su consiguiente juicio. En esta carta, Pablo aconseja a los filipenses acerca de la humildad y la unidad, y les advierte en cuanto a los problemas potenciales. En su primer viaje misionero, Pablo visitó pueblos cercanos a su centro de operaciones en Antioquía de Siria. En su segundo y tercer viajes, se extendió aún mucho más. Debido a las grandes distancias entre las congregaciones que fundó, no podía supervisarlas personalmente. Por eso, tuvo que escribirles cartas para enseñar y animar a los creyentes. Por fortuna, Pablo tenía un equipo de voluntarios (que incluía a Timoteo, Marcos y Epafras) que entregaban estas cartas en persona y por lo general permanecían con las congregaciones por un tiempo para enseñarlas y animarlas.

   Sin ser la capital de la provincia de Macedonia, Filipos era su principal ciudad. Su importancia se debía a sus riquezas mineras, de las que sobresalía el oro y la plata. Pero, además, debía su fama a su estratégica situación geográfica, que constituía una verdadera puerta de entrada a Europa.
La colonia romana de Filipos estaba ubicada al norte de Grecia (llamada Macedonia en los días de Pablo). Felipe II de Macedonia (el padre de Alejandro el Grande) tomó la antigua ciudad de Tracia alrededor de 357 a.C., la engrandeció y fortaleció y le dio su nombre. Este centro comercial próspero se hallaba en el cruce entre Europa y Asia. Tiempo después el emperador Augusto César la distinguió con el privilegio de ser una colonia romana, lo cual la eximía de pagar tributos y le daba una organización parecida a Roma. Así, pues, sus habitantes ostentaban la dignidad de ser ciudadanos romanos con sus consiguientes privilegios.
Por el año 50 d.C., Pablo, Silas, Timoteo y Lucas cruzaron el mar Egeo desde Asia Menor y desembarcaron en Filipos (Hch 16:11-40). La iglesia en Filipos estaba formada mayormente de gentiles (no judíos). Como no estaban familiarizados con el Antiguo Testamento, Pablo no se refirió específicamente a dicha parte de las Escrituras en esta carta.



   Después de saludarles, Pablo da gracias a Dios por la fe y la comunión de los filipenses con él en el evangelio. Les habla libremente de su ferviente amor por ellos, y de sus oraciones por su crecimiento. Explica cómo la persecución que él había sufrido ayudó para adelantar la obra de Cristo. Menciona la obra de algunos que por motivos malos anuncian a Cristo, pero aun en eso Pablo se regocijaba de que Cristo fuera predicado. Presenta en esta primera parte de la carta una actitud hermosa en cuanto al propósito de su vida, en la vida o en la muerte. Les exhorta a seguir "combatiendo unánimes por la fe del evangelio".
            La salutación: Las salutaciones de Pablo y otros escritores inspirados tienen mucho significado. Están llenos de conceptos espirituales. No se escriben como una mera formalidad o cortesía (no son palabras huecas).  
  “Pablo y Timoteo... “Timoteo estuvo en Roma con Pablo cuando éste escribió esta carta. Timoteo no era coautor de la carta, sino un fiel y amado compañero. Pablo habla de Timoteo en otras cartas (2Co_1:1; Col_1:1; 1Ts_1:1; 2Ts_1:1). Los hermanos filipenses conocieron a Timoteo, y Pablo pensaba enviarlo pronto a Filipos (2:19). Es probable que hubiera lazos fuertes entre Timoteo y los filipenses.
  " siervos de Jesucristo ". No dice San Pablo y San Timoteo. No dice Padre Pablo y Padre Timoteo. Tampoco "Reverendos", ni "Doctores", ni nada por el estilo, sino simplemente "siervos" (DOULOI, esclavos) "de Jesucristo" (1Co_6:20). Eran de esos "esclavos" que estaban bien ligados a sus amos y no solamente estaban muy sumisos, sino que también los amaban mucho, porque eran muy buenos con ellos. Con gozo les servían con toda sumisión. El esclavo fiel no tiene voluntad propia, porque su voluntad es la del maestro. Desde luego, Cristo es nuestro perfecto amo y merece el perfecto amor de nosotros.
            Pablo no dice, "apóstol de Jesucristo" como dice en otras cartas, porque no era necesario recordar a estos hermanos de su autoridad apostólica. Parece que estos hermanos no solamente tenían mucho respeto por Pablo, sino también mucho amor y afecto.
  " a todos los santos en Cristo Jesús que están en Filipos ", los hermanos vivos en Filipos. En la Biblia no los "santos" no son imágenes, y no son personas que murieron hace muchos años que durante su vida ejemplificaron en forma muy excepcional ciertas virtudes y ahora han sido "canonizadas" por el clero romano. En esta práctica pagana se observa la deificación de tales "santos", y se les ora como se ora a Dios. Este error vino del paganismo: los emperadores y otros hombres eminentes son deificados al morir.
            La palabra "santo" viene de la palabra, "santificado", que significa sencillamente "apartado". Los santos son los que se han apartado del pecado. Son cristianos. "Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos" (Efe_5:3).
       Los cristianos son diferentes de los del mundo. Para los judíos la palabra "santo" (KADOSH en hebreo, JAGIOS en griego) básicamente indicaba diferente. Los sacerdotes eran santificados y, por eso, diferentes de los demás (Lev_21:6), porque su trabajo era único. El diezmo era santificado (Lev_27:30; Lev_27:32) y, por lo tanto, era diferente; tenía uso especial. La parte central del templo era el lugar santo (Éxo_26:33); era diferente de los demás edificios del templo. La nación misma era santa (Lev_20:26), era diferente de las demás naciones. Ahora el pueblo especial de Dios es la iglesia y cuando Pedro nos llama "nación santa" (1Pe_2:9) debemos siempre recordar que básicamente esta palabra significa que somos diferentes de los demás.
Pero Israel se negó a hacer el papel que Dios le había asignado. Cuando vino Su Hijo al mundo, no Le reconocieron, Le rechazaron y Le crucificaron. Los privilegios y las responsabilidades que deberían haber tenido se les quitaron y se le dieron a la Iglesia, que llegó a ser el nuevo Israel, el verdadero Pueblo de Dios del Nuevo Testamento. Por tanto, de la misma manera que los judíos habían sido, santos, diferentes, ahora deben serlo los cristianos. Así es que Saulo, antes de llegar a ser Pablo, era un perseguidor declarado de los santos, los haguíoi (Hch_9:13); Pedro fue a visitar a los santos, los haguíoi, de Lida (Hch  9:32).
El decir que los cristianos son santos quiere decir por tanto que son diferentes de las demás personas. ¿En qué consiste la diferencia?
Pablo se dirige a sus amigos como santos en Cristo Jesús. No se pueden leer sus cartas sin notar lo frecuentemente que usa las frases en Cristo, en Jesucristo, en el Señor. En Cristo Jesús se encuentra 48 veces, en Cristo 34, y en el Señor 50. Está claro que para Pablo ahí estaba la esencia del Cristianismo. ¿Qué quería decir?   Pablo decía que el cristiano está en Cristo quería decir que el cristiano vive en Cristo como el ave vive en el aire, el pez en el agua y las raíces del árbol están en la tierra. Lo que hace al cristiano diferente es que siempre y en todas partes es consciente de estar rodeado de la presencia de Jesucristo.
Cuando Pablo habla de los santos en Cristo Jesús quiere decir los que son diferentes de las otras personas y están consagrados a Dios mediante una relación especial con Jesucristo -y eso es lo que debe ser un cristiano.


  " con los obispos..." La palabra "obispo" (EPISCOPOS) quiere decir "ver sobre" (supervisor). Los "obispos" son los "ancianos" (Hch_20:17; Hch_20:28), y son los "pastores" (Heb_13:17). Es muy importante observar que estos tres términos (obispos, ancianos, pastores) se usan para los mismos hombres (del mismo oficio). Los apóstoles designaron ancianos (número plural) en cada congregación (Hch_14:23). No existió la práctica sectaria de tener un "Pastor" en ninguna de las iglesias del Nuevo Testamento. Además, esta verdad nos enseña que cada iglesia es independiente (autónoma) porque cada iglesia tiene su propio gobierno. No había gobierno central de la iglesia de Cristo, aparte de Cristo la Cabeza. Si alguien busca alguna "iglesia central" o "iglesia madre" en el Nuevo Testamento, buscará en vano.
            Los hermanos designados como ancianos (obispos) deben reunir los requisitos nombrados por Pablo (por el Espíritu Santo) en 1Ti_3:1-7 y en Tit_1:5-9.
            El trabajo de los "obispos" se enseña en Hch_20:28 ("mirad por vosotros y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor"); " vuelan por vuestras almas " (Heb_13:17). Dice 1Pe_5:1-3 " apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella... siendo ejemplos de la grey”. La supervisión de los ancianos se limita a la congregación " en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos”. Deben apacentar la grey de Dios "que está entre vosotros". No había "ancianos patrocinadores" en Filipos, ni en Jerusalén, ni en Antioquía, ni en otra parte. Toda congregación debe tener sus propios ancianos, porque cada congregación es independiente y autónoma.
  " y diáconos ", la palabra "diácono" significa siervo o ministro (DIÁKONOS). Los "diáconos" no tienen autoridad como los ancianos para "ver sobre" la iglesia. Si alguna iglesia no tiene ancianos, no debe escoger diáconos, porque en tal caso los diáconos harían el papel de ancianos. Hasta que la congregación tenga ancianos, todos los varones fieles deben aceptar sus responsabilidades para que la iglesia funcione con buen orden. Pero téngase presente que una iglesia sin ancianos es " deficiente " (Tit_1:5). Tampoco es bíblico escoger "líderes" o "administradores". La Biblia habla solamente de " santos... con los obispos y diáconos”. No dice "santos... con los líderes" o "santos... con los administradores", ni nada por el estilo.
            Pablo revela los requisitos para ser diácono en 1Ti_3:8-10; 1Ti_3:12-13. La palabra, DIAKONÍA, se usa en Hch_6:1 (" la distribución "). De esta palabra el léxico de Thayer dice, "la ministración de aquellos que ministran a otros los oficios de amor cristiano, 1Co_16:15; Apo_2:19, especialmente, de aquellos que suplen la necesidad de otros por medio de recoger o repartir beneficios (Hch_12:25); el cuidado de los pobres, el suplir o el distribuir caridades: Hch_6:1; 2Co_9:1-15; 2Co_13:1-14".
            La palabra se traduce "servicio" en Rom_12:7. Los diáconos son, pues, siervos o ministros, tanto en asuntos materiales como en asuntos espirituales. Esteban y Felipe, dos de los siete hermanos mencionados en Hch_6:5, eran evangelistas. “Los que ejerzan bien el diaconado, ganan para sí un grado honroso, y mucha confianza en la fe que es en Cristo Jesús " (1Ti_3:13).
“Gracia... “Pablo quería que los hermanos fueran recipientes de la gracia (favor inmerecido) de Dios. Nadie puede merecer la salvación y, por lo tanto, el mensaje de salvación es el mensaje de gracia (Jua_1:17; 1Co_15:10; Efe_1:7; Hch_4:16).   
Cuando Pablo pone juntas estas dos grandes palabras, gracia y paz (járis y eiréné), está haciendo algo maravilloso. Estaba tomando los saludos normales de dos culturas y uniéndolos. Járis era la palabra con que empezaban las cartas griegas, y eiréné el saludo que usaban los judíos. Cada una de estas palabras tiene su propio sabor, y ambas fueron transformadas por el nuevo sentido que les infundió el Cristianismo.
Járis es una palabra preciosa; las ideas básicas que incluye son las de gozo y placer, luminosidad y belleza; los hispanohablantes tenemos la gran suerte de que nuestra palabra gracia contiene las mismas ideas, y es por tanto la traducción casi perfecta de járis. Pero con Jesucristo llega una nueva belleza que se añade a la anterior; y esa belleza nace de una nueva relación con Dios. Con Cristo la vida se vuelve preciosa porque el ser humano deja de ser la víctima de la Ley de Dios y pasa a ser la criatura de Su amor.
Eiréné es una palabra inclusiva. La traducimos por paz; pero no quiere decir paz en sentido negativo como sencillamente la ausencia de guerra o de problemas. Quiere decir el bienestar total, todo lo que contribuye a la felicidad suprema de una persona.
Puede que esté relacionada con el verbo griego eirein, que quiere decir unir, entretejer. Y esta paz tiene siempre que ver con las relaciones personales, la relación de una persona consigo misma, con sus semejantes y con Dios. Es siempre la paz que nace de la reconciliación.
Así es que cuando Pablo pide a Dios gracia y paz para sus amigos está pidiendo realmente que tengan el gozo de conocer a Dios como Padre y la paz de estar relacionados con Él, con los hombres y consigo mismos -y esas gracia y paz no se pueden recibir sino mediante Jesucristo.
Pablo anhelaba que la paz llenase sus corazones, como él mismo lo había experimentado en medio de las pruebas. Significando paz del alma, del corazón, de la conciencia. Paz que proviene de Dios nuestro Padre. Paz que llega a través de Cristo.

Gracia y paz, siempre en ese orden. Son vigentes aún en el mundo moderno, en medio de las circunstancias tan variadas de la vida actual.


Continuará…

¡Maranata!

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