} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: 22 Enero 2018 Sembrando la Palabra de Dios en la Biblia.

lunes, 22 de enero de 2018

22 Enero 2018 Sembrando la Palabra de Dios en la Biblia.

                                                                                                                 
Efesios 6; 18
 Con toda oración y súplica orad en todo tiempo en el Espíritu, y así, velad con toda perseverancia y súplica por todos los santos; (La Biblia de las Américas)


      Para tener comunicación continua con nuestro "cuartel general". "En todo tiempo"; "orad sin cesar" (1 Tesalonicenses 5:17). El soldado, por más que esté equipado y entrenado, si no se mantiene en contacto con su comandante no va a poder luchar bien. La oración es el medio de comunicación del cristiano con su alto comandante, Dios. Por ella recibimos dirección y consejos, y por ella comunicamos necesidades y problemas. La guerra es del Señor; Él manda, y es importante que estemos en contacto con Él. Muchas campañas militares y muchos soldados se han perdido por falta de buena comunicación entre el ejército y el general. Nuestros recursos son de Dios. El soldado cristiano que lleva toda la armadura de Dios, emplea la espada del Espíritu, y sigue en oración, tendrá una confianza firme de ser vencedor. "Súplica por todos los santos", y no solamente por nuestra propia lucha; todos los santos en están la misma lucha. Somos compañeros de milicia.
Cristo intercede por nosotros (Hebreos_4:15-16; Hebreos_7:25; Juan_17:21). Los conversos judíos debían interceder por sus hermanos gentiles, y éstos por aquéllos. Los miembros ancianos y jóvenes debemos orar los unos por los otros. Todos somos uno en Cristo, un solo ejército, un solo cuerpo (1Corintios_12:13-27). Cada soldado tiene necesidad de los demás.
¿Cómo una persona puede orar en todo tiempo? Una de las maneras es mediante oraciones breves, en cada momento, en cada circunstancia que se convierte en una respuesta habitual para cada situación que enfrentemos cotidianamente. Otra forma de hacerlo es ordenar nuestra vida alrededor de los deseos de Dios y de sus enseñanzas, al grado que toda nuestra vida viene a ser una oración. No necesitamos aislarnos de otras personas ni de las actividades diarias para orar sin cesar. Podemos convertir la oración en nuestra vida y nuestra vida en oración mientras vivimos en un mundo que necesita la influencia poderosa de Dios. "Súplica por todos los santos" significa orar por los creyentes en Cristo, también orar por los cristianos que conocemos y por la iglesia alrededor del mundo.
Pablo llega al arma más poderosa de todas: la oración. Notamos tres cosas que dice acerca de la oración. (a) Debe ser constante. Tendemos muchas veces a orar solamente en las grandes crisis de la vida; pero es en la oración diaria donde el cristiano encuentra la fuerza diaria. (b) Debe ser intensa. Una oración vacilante no nos llevará a ninguna parte. La oración requiere concentración de todas nuestras facultades en Dios. (c) No debe ser egoísta. Los judíos tenían un dicho: «Que cada uno se una con la comunidad para la oración.» Creo que a menudo nuestras oraciones se concentran más de la cuenta en nosotros mismos, y tienen demasiado poco en cuenta a los demás. Tenemos que aprender a orar por los demás y con los demás tanto como a solas y por nosotros mismos.
Por último Pablo pide las oraciones de sus amigos por él mismo. Pero no les pide que oren por su comodidad o su paz, sino para que siga teniendo oportunidad de proclamar el secreto de Dios: que Su amor es para todos los seres humanos. Haremos bien en recordar que todos los obreros cristianos necesitan que su pueblo les sostenga las manos en oración.
La oración deben asegurar todas las demás partes de nuestra armadura cristiana. Hay otros deberes  y de nuestra posición en el mundo, pero debemos mantener el tiempo de orar. Aunque la oración solemne y estable pueda no ser factible cuando hay otros deberes que cumplir, de todos modos las oraciones piadosas cortas que se lancen son siempre como dardos.
Debemos usar pensamientos santos en nuestra vida corriente. El corazón vano también será vano para orar. Debemos orar con toda clase de oración, pública, privada y secreta; social y solitaria; solemne y súbita; con todas las partes de la oración: confesión de pecado, petición de misericordia y acción de gracias por los favores recibidos. Y debemos hacerlo por la gracia de Dios Espíritu Santo, dependiendo de su enseñanza y conforme a ella. Debemos perseverar en pedidos particulares a pesar del desánimo. Debemos orar no sólo por nosotros sino por todos los santos. Nuestros enemigos son fuertes y nosotros no tenemos fuerza, pero nuestro Redentor es todopoderoso, y en el poder de su fuerza, podemos vencer. Por eso debemos animarnos a nosotros mismos. ¿No hemos dejado de responder a menudo cuando Dios ha llamado? Pensemos en esas cosas y sigamos orando con vigilancia y paciencia.
Vigilar implica mantenerse atento y no descuidarse. Cuando las cosas van bien es fácil descuidar la oración, pero cuando arrecia la batalla, todos oran. El objeto de esta oración no es uno mismo en su pequeña estación de batalla, sino todos los santos que están ocupando sus puestos fielmente y necesitan el apoyo de la oración intercesora para que no haya brecha en la línea de defensa. Ningún soldado batalla a solas, hay otros compañeros cercanos y lejanos, algunos conocidos y muchos desconocidos, pero todos necesitan de las oraciones de sus hermanos.


¡Maranata!¡Sí, ven Señor Jesús!

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