} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: 17 Enero 2018 Sembrando la Palabra de Dios en la Biblia.

miércoles, 17 de enero de 2018

17 Enero 2018 Sembrando la Palabra de Dios en la Biblia.



Job 24; 17
Porque para él la mañana es como densa oscuridad, pues está acostumbrado a los terrores de la densa oscuridad. (Versión Biblia de las Américas)

Leemos a cuántos cuidados y dolores deben someterse los impíos para lograr sus malos designios; que esto avergüence nuestra negligencia y pereza al hacer el bien. Vemos cuántos trabajos pasan los que hacen provisión para la carne, para dar gusto a sus lujurias: trabajos para llevarlas a cabo y, luego, para esconder lo que terminará en muerte e infierno. La vergüenza vino con el pecado y la vergüenza eterna está al final del camino. Vemos la miseria de los pecadores; están expuestos a continuos temores: hasta ven su necedad; temen quedar al descubierto ante los hombres, pero no temen al ojo de Dios, que siempre está sobre ellos: no temen hacer cosas que tienen miedo se sepa que ellos las hacen. Así, pues, los enemigos de la luz son el asesino, el adúltero y el ladrón: el alba los aterra, porque inmoviliza su actividad.

2 Timoteo 1; 10
Por tanto, todo lo soporto por amor a los escogidos, para que también ellos obtengan la salvación que está en Cristo Jesús, y con ella gloria eterna.

"Por tanto". Si esta frase mira hacia atrás, Pablo está diciendo que sabe que la palabra de Dios no puede ser atada por los hombres, y que por eso está de buen ánimo para soportar, etcétera.
            Si mira hacia delante, está diciendo que todo lo soporta porque sabe que los elegidos así serán salvos por su predicación.
            El amor motivaba a Pablo a sufrir trabajos como evangelista enviado a los gentiles (Gálatas_2:8; Efesios_3:8).
Dios escogió, o eligió, una clase de gente, y no individuos incondicionalmente (Efesios 1:4). El individuo, de su propia voluntad y libre albedrío, escoge ser o no de esta clase (Mateo_7:21-22; Mateo_11:28-30; Hebreos_5:9; Apocalipsis_22:17).
 Dios escoge mediante la palabra del evangelio (2Tesalonicenses_2:13-14). No hace acepción de personas (Hechos_10:34; Romanos_2:11), eligiendo sin condiciones. 
 Pablo puede estar refiriéndose también a las personas que todavía no han oído el evangelio, pero que están dispuestos a obedecerlo cuando lo oigan, y así serán salvas. Los tales son de los "escogidos", de las "ovejas" (Juan_10:16), y del "pueblo" (Hechos_18:9-10) de Dios, en el sentido en que están dispuestos a obedecer al evangelio, y lo harán cuando tengan la oportunidad.
La salvación referida por Pablo no es cualquiera; es la salvación en conexión con Cristo, quien redimió al perdido. ¿Y cómo entra la persona perdida en Cristo para obtener esta salvación? Gálatas_3:27 da la contestación. Ya que está "en Cristo", es recipiente de toda bendición espiritual (Efesios_1:3).
  La salvación que Cristo proporciona es acompañada de gloria eterna (comparada con la brevedad del sufrimiento por Cristo en esta vida, Romanos_8:18; 2Corintios_4:15-18). La gloria de este mundo pasa (1Corintios_7:29-31; 1Juan_2:15-17.
            Sin la predicación del evangelio no hay salvación (Marcos_16:15-16; 1Corintios_1:21), y por eso Pablo soportaba las aflicciones que le venían, a consecuencia de su predicación, porque sabía que solamente así se salvará la gente. Solamente una persona de gran amor por otros, y completamente libre de egoísmo, puede decir con sinceridad las palabras de este versículo.
¿Está Pablo contradiciendo la gracia cuando dice "obtengan la salvación"? La salvación no es algo que se pueda ganar, como Pablo enseñó en Efesios_2:8-9. Pablo se está refiriendo a ser fieles hasta el fin, no a una forma de ganar la salvación.
Se puede callar a una persona pero no la verdad. Se puede meter en la cárcel a un predicador, pero no la palabra que predica. El mensaje es siempre mayor que la persona; la verdad es siempre más poderosa que su portador. Pablo estaba del todo seguro que el gobierno romano no podría nunca tener una prisión en la que pudiera encerrar la Palabra de Dios. Y es uno de los Hechos de la Historia que si el esfuerzo humano hubiera podido aniquilar el Cristianismo, éste habría perecido hace mucho; pero los hombres no pueden matar lo que es inmortal.

¡Maranata! ¡Sí, ven Señor Jesús!







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