} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: 29 Enero 2018 Sembrando la Palabra de Dios en la Biblia.

lunes, 29 de enero de 2018

29 Enero 2018 Sembrando la Palabra de Dios en la Biblia.


   
   2 Crónicas 6; 36
 Cuando pequen contra ti (pues no hay hombre que no peque) y estés airado contra ellos, y los entregues delante del enemigo, y éstos los lleven cautivos a una tierra, lejana o cercana,

La Biblia establece claramente que nadie está exento del pecado, ni siquiera los reyes designados por Dios. El pecado es una condición que todos experimentamos y que todos debemos reconocer, como lo hizo Salomón. Cuando tomamos conciencia de que hemos pecado, rápidamente deberíamos pedirle a Dios que nos perdone y restaure. Sabiendo que tendemos a pecar, deberíamos mantenernos cerca de Dios, buscando su guía y fortaleza. Esta verdad se menciona también en el Salmo_14:3, Eclesiates_7:20 y Romanos_3:23.

Hebreos 9; 27
Y así como está decretado que los hombres mueran una sola vez, y después de esto, el juicio,
La muerte física no pone fin a la existencia consciente. Hay algo después de esto. Todas las personas mueren físicamente, pero Cristo murió para que nosotros no tuviéramos que morir espiritualmente. Podemos tener una maravillosa confianza en su obra de salvación a nuestro favor, quitando nuestro pecado pasado, presente y futuro. El perdonó nuestros pecados del pasado; cuando murió en la cruz, Él se inmoló una vez para siempre; Él nos envió el Espíritu Santo para ayudarnos a enfrentar el pecado presente; Él se presentó por nosotros en el cielo como nuestro Sumo Sacerdote; y ha prometido regresar y resucitarnos a una vida eterna en un mundo en que no se permitirá el pecado.
Que todos tenemos que morir una vez no es por cierto nada nuevo; pero que este morir nuestro tenga lugar de manera tan única, irrepetible y definitiva como el sacrificio expiatorio de Cristo en la cruz, es cosa que da que pensar. La concordancia en lo formal podía y debía llevar a una asimilación objetiva y material a la muerte de Cristo. Entonces no tenemos ya que temer el juicio, temor que no pueden evitar los que se han desligado de la cruz de Cristo.

Hechos 16; 31

Ellos respondieron: Cree en el Señor Jesús, y serás salvo, tú y toda tu casa.

Lucas no estaba recogiendo solamente un importante momento de la iglesia primitiva; estaba haciéndose eco de una interrogante universal y de la respuesta precisa a esa pregunta. Tú y tu casa  sugiere que Dios trabaja en el núcleo familiar (Éxodo_12:3). La pregunta del carcelero no tenía que ver con la salvación física, porque los presos no habían escapado y, por eso, él no estaba en ningún peligro. La respuesta de Pablo hace claro el significado de su pregunta.
Pablo y Silas tomaban en serio la unidad familiar. El ofrecimiento de salvación fue para el carcelero y su familia, incluyendo a los sirvientes. La fe del carcelero no salvó a todos; cada uno necesitó aceptar a Jesús en fe y creer en El de la misma manera que el carcelero lo hizo. Sin embargo, toda su familia creyó y recibió la salvación. Es interesante que dio muestras de la autenticidad de su conversión bien pronto. En cuanto conoció a Cristo lavó las heridas del látigo que tenían los presos en la espalda, y les sirvió de comer. Si la fe no nos hace compasivos y amables, no es sincera. A menos que un supuesto cambio de corazón se manifieste en un cambio de obras, es falso.
 Oremos que Dios nos use para presentar a Jesús a nuestra familia y que puedan creer en El.


¡Maranata! ¡Sí, ven Señor Jesús!

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