} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: 11 Septiembre: Estudiando la Palabra de Dios en la Biblia.

martes, 11 de septiembre de 2018

11 Septiembre: Estudiando la Palabra de Dios en la Biblia.


     

 Gálatas 5; 1
Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.

     Es en esta libertad, la libertad de Cristo, aludiendo a la mujer libre y Jerusalén arriba, que debían mantenerse firmes, y no ponerse de nuevo bajo el yugo de la ley. Si tomaron esa base, se hicieron responsables de mantenerla personal y totalmente, y Cristo no tuvo ningún efecto sobre ellos. No podían descansar en la obra de Cristo por justicia, y luego se consideraban responsables de cumplir la justicia según la ley. Las dos cosas se contradicen entre sí. Por lo tanto, tampoco sería gracia en la que se encontraban. Dejaron la gracia para cumplir los requisitos de la ley. Esta no es la posición del cristiano.
En la primera parte de este capítulo, el apóstol advierte a los gálatas que presten atención a los maestros judaizantes, quienes se esforzaron por devolverlos bajo la esclavitud de la ley. Él había estado discutiendo contra ellos antes, y había demostrado en gran medida cuán contrarios eran los principios y el espíritu de esos maestros al espíritu del evangelio; y ahora esto es como si fuera la inferencia general o aplicación de todo ese discurso. Desde que apareció por lo que se dijo que podemos ser justificados solo por la fe en Jesucristo, y no por la justicia de la ley, y que la ley de Moisés ya no estaba en vigencia, ni los cristianos bajo ninguna obligación de someterse a ella por lo tanto, los haría permanecer firmes en la libertad con la que Cristo nos hizo libres, y no estar nuevamente enredado con el yugo de la esclavitud.   
  Bajo el evangelio, somos liberados, somos llevados a un estado de libertad, en donde somos liberados del yugo de la ley ceremonial y de la maldición de la ley moral; de modo que ya no estamos atados a la observancia de uno, ni atado al rigor del otro, que maldice a todos los que no continúan en todas las cosas escritas para hacerlas.  Le debemos esta libertad a Jesucristo. Es él quien nos ha hecho libres; por sus méritos ha satisfecho las exigencias de la ley quebrantada, y por su autoridad como rey nos ha librado de la obligación de las ordenanzas carnales que se le impusieron a los judíos. 
 Por lo tanto, es nuestro deber mantenerse firme en esta libertad, constante y fielmente de adherirnos al evangelio y a la libertad de ello, y no sufrir, bajo ninguna consideración, ser nuevamente enredados en el yugo de la esclavitud, ni convencidos de regresar a la ley de Moisés. Esta es la advertencia o exhortación general, que en los siguientes versículos el apóstol aplica por varias razones o argumentos. Como, yo. Que someterse a la circuncisión y dependiendo de las obras de la ley para la rectitud, eran una contradicción implícita de su fe como cristianos y la pérdida de todas sus ventajas por Jesucristo,


¡Maranata!¡Ven pronto mi Señor Jesús!

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