} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: RAZONES PARA ESTUDIAR A LA PERSONA DE JESÚS

domingo, 30 de septiembre de 2018

RAZONES PARA ESTUDIAR A LA PERSONA DE JESÚS


  

 1. Jesucristo es la piedra angular. (Hechos 4:11-12)
Nuestra salvación y el poder para vivir vidas que agraden a Dios dependen de lo que Jesús hizo por nosotros. Es vital entender lo que implica la vida, la muerte y la resurrección de Cristo para nosotros. El conocer a Jesús es conocer la base de nuestra fe (piedra angular). Un concepto correcto de Jesús es la salvación. Uno errado es que él representa uno de muchos caminos que conducen a Dios.
 2. El Padre quiere hacernos a la imagen de su Hijo Jesús. (Romanos 8:29)
Es lógico entonces que conocer la persona a la cual hemos de imitar. Su forma de pensar, de reaccionar, de hablar, en fin de vivir es el modelo a seguir por cada uno de nosotros que nos llamamos “Cristianos” (seguidores de Cristo).
 3. Conocer a Jesús es conocer a Dios. (Colosenses 1:15; Juan 1:18)
Dios quiere que le conozcamos. Por esta razón se ha revelado en su Palabra, pero más aún se ha revelado a través de su Hijo Jesús. Conocer a Jesús es conocer a Dios.
Es impresionante ver cómo un hombre que...

·        Nació en un lugar remoto del medio oriente,
·        Que nunca viajó más de 200 km de su lugar de origen,
·        Que nunca fue a la universidad,
·        Que nunca escribió un libro,

...haya sido el hombre que más ha impactado el mundo, hasta el punto que hoy en día todo el mundo se ve forzado a hablar de antes de Cristo y después de Cristo.
Las ilustraciones de estos contrastes en las Escrituras son muchas:
1. Él estuvo cansado (Jn. 4:6), y El ofreció descanso a los que estaban trabajados y cargados (Mt. 11:28);
2. Él tuvo hambre (Mt. 4:2), y El era «el pan de vida» (Jn. 6:35);
3. Él tuvo sed (Jn. 19:28), y El era el agua de vida (Jn. 7:37).
4. Él estuvo en agonía (Lc. 22:44), y curó toda clase de enfermedades y alivió todo dolor.
5. Aunque había existido desde la eternidad (Jn. 8:58), El creció «en edad» como crecen todos los hombres (Lc. 2:40).
6. Sufrió la tentación (Mt. 4:1) y, como Dios, no podía ser tentado.
7. Se limitó a sí mismo en su conocimiento (Lc. 2:52), aun cuando El era la sabiduría de Dios.
Lo primero que se debe aclarar es que Jesús es el nombre de la segunda persona de la Trinidad después de su encarnación. La idea es que el eterno Dios se hace carne a través de María. Por esta razón, María es la madre de Jesús pero no la madre de Dios. 

Esta es la razón de la respuesta de Jesús a María en Juan 2:4, cuando ella le pidió que resolviera la falta de vino en las bodas de Caná.... El verso dice: “... Mujer, ¿qué nos va a ti y a mí en esto?”.... Jesús la llama mujer que era un término de respeto, pero no la llama madre porque Jesús entiende que su existencia (eterna) precedió el nacimiento de María.
El hecho de que Jesús accediera a la petición de María de convertir el agua en vino como se ve en Juan 2 ha generado gran confusión. Dos conclusiones podemos extraer de este pasaje:
·        Jesús contesta la petición de María como contesta nuestras peticiones hoy en día cuando hablamos con El en oración.
·        María en quién intercede ante Jesús porque en ese momento era la única que sabía quién era Jesús.

La respuesta a este milagro no convierte a María en intercesora ante Dios. la misma Palabra nos habla de esta imposibilidad.
1 Timoteo 2:5: “Porque hay un solo Dios, y también UN SOLO MEDIADOR entre Dios y los hombres, Cristo Jesús hombre...”
La realidad es que María fue una gran mujer con grandes atributos, pero no con cualidades únicas a la persona de María. Ella entendía su condición de pecadora y su necesidad de salvación. En Lucas 1:46-47 vemos esto: “Entonces María dijo: Mi alma engrandece al Señor y mi espíritu se regocija en Dios MI SALVADOR”.
Asimismo en Mateo 12:46-50 habla de que su verdadera familia no es la terrenal sino la espiritual. En dicho pasaje claramente Jesús establece que su madre y sus hermanos (su familia) es todo aquel que hace la voluntad de Dios.

Hechos que demuestran la humanidad de Cristo
·        Un desarrollo humano (Lucas 2:50-52)
·        Un cuerpo humano (Mateo 26:12)
·        Emociones y necesidades humanas
·        Tristeza (Mateo 26:37)
·        Hambre (Lucas 4:2)
·        Sueño (Lucas 8:23)
·        Cansancio (Juan 4:6)
·        Tentaciones (Hebreos 4:15)
·        Hermanos y hermanas (Juan 2:12; Mateo 13:55-56)

La unión de la naturaleza divina y la naturaleza humana:
Juan 1:14 “Y el verbo se hizo carne y habitó entre nosotros”.
Más adelante, Pablo escribe a los Filipenses y le dice en esa carta que Cristo se despojó a sí mismo; literalmente queriendo decir que se “vació” a sí mismo (Filipenses 2:5-8).
¿En qué consistió el despojarse a sí mismo? En dejar su gloria y en someterse voluntariamente a la voluntad del Padre.
Tres observaciones relacionadas a la unión de la naturaleza divina y la naturaleza humana:
a. Cristo al encarnarse voluntariamente aceptó limitaciones en el funcionamiento de sus atributos divinos; pero, esas limitaciones pudieron haber sido eliminadas si El se lo hubiera propuesto (Ejemplo: cuando caminó sobre las aguas.)
b. Cristo al hacerse hombre no perdió atributos divinos, sino que ganó atributos humanos.

c. La adquisición de la naturaleza humana no le restó nada a la naturaleza divina de Cristo (Ver Juan 10:30; Colosenses 1:19.)

Razones para la encarnación:
·        Revelar al Padre (Juan 1:18; 14:9). Por medio de la encarnación de Cristo, el Dios, a quién los hombres no podían ver ni comprender, se revela en términos que son accesibles al entendimiento humano.

·        Pagar la deuda del pecado (1 Juan 3:5; Colosenses 2:14). La deuda debía ser pagada por alguien que no tuviera pecado. Cualquiera que tuviera pecado era culpable de muerte y no podía “pagar” por la culpa de los demás.

·        Convertirse en nuestro sumo sacerdote habiendo experimentado nuestras debilidades. (Hebreos 2:17; 9:11-12) De acuerdo a las ordenanzas de Dios alguien debía ofrecer sacrificio por los pecados del pueblo. Esta era la función del sumo sacerdote. Pero ante Dios el único que se puede presentar, a favor de la humanidad, es Cristo por su carácter Santo.

·        Destruir las obras de Satanás (1 Juan 3:8; Romanos 6:14; 6:22). La deuda queda paga pero además el poder del pecado es quitado de la vida del creyente.

·        Dejarnos ejemplo de la vida que agrada a Dios (1 Pedro 2:21) . Él es el “hombre” ideal para Dios.

En resumen, la encarnación de Dios mismo en la persona de Jesucristo es un hecho necesario para poder dar salvación al hombre y para mostrarle quién es Dios y qué Él quiere de cada uno de nosotros.


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