Colosenses 4;
2
Perseverad en la oración, velando en ella con acción de
gracias;
Esta exhortación viene inmediatamente después de
ciertas instrucciones; la iglesia, pues, debería pedir la ayuda de Dios para
que todos (maridos, esposas, padres, hijos, siervos, amos) practicaran estas
enseñanzas. La oración es:
(1) el medio de obtener para nosotros y para
otros la satisfacción de las cosas necesarias, tanto físicas como espirituales
(2) es el arma contra el ataque del diablo y sus
ángeles
(3) es el
vehículo para la confesión de los pecados
(4) y el
medio por el cual el alma agradecida ofrece su adoración espontánea delante del
trono de Dios
La oración no es, pues, una
ceremonia o formalidad. Más bien, al orar debemos estar conscientes de la
seriedad que este mandamiento encierra. Debemos velar contra el desaliento o la
indiferencia; Mat_24:42; Mat_25:13; Mat_26:40, "¿no habéis podido velar
conmigo una hora?"
Nos dirigimos a Dios para ofrecerle palabras de
alabanza, para darle gracias por tantos favores, para hacer súplicas por la
obra del evangelio para la extensión del reino, por nosotros, por los seres
queridos, por los hermanos, por los enfermos, y por todos los hombres. Al orar
debemos estar pensando en los peligros espirituales que nos rodean y amenazan
nuestras almas. En fin, debemos recordar cómo orar (de acuerdo con la enseñanza
de Cristo y los apóstoles) y, sobre todo, pedir que se haga la voluntad de
Dios. Por muchas razones, pues, es necesario velar (estar alerta) al orar.
-- con acción de gracias; por todos los innumerables favores de Dios,
"por todas las cosas, sean gozosas o tristes, misericordias temporales y
espirituales, nacionales, familiares e individuales". Si estamos
agradecidos y siempre oramos con mucha acción de gracias, seremos motivados a
cumplir con todo deber. "Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas
vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias "
(Flp_4:6). "Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para
vosotros en Cristo Jesús" (1Ts_5:18). Lo muy impresionante de este texto
(y otros relacionados) es que en calidad de preso Pablo habla de acción de gracias.
Filipenses 4; 6-7
Por nada estéis afanosos; antes bien, en todo, mediante
oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras
peticiones delante de Dios.
Y la paz de
Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestras
mentes en Cristo Jesús.
Mat_6:24-34. Dios nos ha dado la vida; ¿no nos
dará lo necesario para sostenerla? Nos ha dado el espíritu y el cuerpo; ¿no
podemos creer que también nos dará alimento y ropa? Estudiemos Mat_4:4 a la luz
de Deu_8:3-4; lo que nos sostiene no es el alimento que se compra en el
supermercado, sino la voluntad Dios. No era necesario que Jesús convirtiera
piedras en pan para comer, porque Dios le podía sostener con aire si
hubiera sido su voluntad. Leamos frecuentemente el Sal_104:1-35 que nos
recuerda que Dios cuida de su creación. Los del mundo viven preocupados porque
no conocen a Dios, pero los que confiamos en Dios subimos a un nivel más alto
de vida.
El
afán de este siglo ahoga la palabra y la hace infructuosa, Luc_8:14. El afán
del cristiano indica falta de fe y confianza en Dios.
En
lugar de vivir preocupados por los asuntos personales, recordemos el ejemplo de
Timoteo (2:20) "que tan sinceramente se interese por vosotros". No
debemos estar tan preocupados por nosotros mismos, sino más bien por otros
hermanos: "que los miembros todos se preocupen los unos por los
otros" (1Co_12:25).
--
" sean conocidas vuestras peticiones ", no para informar a
Dios "porque vuestro Padre sabe de
qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis", Mat_6:8), sino
como un ejercicio necesario de nuestra fe. "Aún seré solicitado por la
casa de Israel, para hacerles esto", Eze_36:37. En el tiempo de problemas
y angustia nos conviene imitar al rey Ezequías cuando fue amenazado por el rey
de Siria: "Y tomó Ezequías las cartas de mano de los embajadores; y
después que las hubo leído, subió a la casa de Jehová, y las extendió Ezequías
delante de Jehová", 2Re_19:14.
“Y la
paz de Dios ". El ver. 9 dice "y el Dios de paz estará con
vosotros". Dice 2Ts_3:16, "Y el mismo Señor de paz os dé siempre paz
en toda manera". Lamentablemente muchos usan drogas y beben alcohol para
encontrar algo de paz y tranquilidad. Muchos otros toman pastillas de varias
clases para tranquilizar los nervios, pero ¿qué hacen estos tranquilizantes?
¿Resuelven los problemas? ¿Corrigen el mal que les atormenta? No, sino que solamente calman los nervios y reducen la
reacción de la persona a tales provocaciones. Esto es precisamente lo
que hace el evangelio. Nos da entendimiento y paciencia y rehusamos reaccionar
con enojo, disgusto y resentimiento cada vez que alguien o algo nos provoquen.
Practicamos el dominio propio y las otras virtudes enseñadas en la Biblia.
Muchas
de las camas de los hospitales y clínicas son ocupadas por personas con
enfermedades psicosomáticas. Imagínese cómo el evangelio ayudaría a los tales.
¿Cuántas personas sufren de migrañas, úlceras, alta presión de sangre, y otros
problemas de salud debido a su estado nervioso? ¿Cuántas personas mueren de
ataques cardiacos o derrames cerebrales causados por los corajes
descontrolados?
Algunos
aun cometen suicidio para "escapar" de los problemas de la vida.
Isa_26:3
dice, "Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti
persevera; porque en ti ha confiado". Oramos a Dios por la paz mundial y
buscamos la paz con familiares y vecinos, pero sobre todo debemos buscar
"la paz de Dios".
La
paz de Dios guarda el corazón (intelecto, voluntad, emociones) del cristiano. 2Re_6:14-17, Dios
"guardó" a Eliseo. Hace lo mismo por nosotros, pero no lo hace con
ejércitos sino con su perfecta paz.
¡Maranata!¡Ven pronto mi Señor Jesús!
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