Salmo 121; 7
El SEÑOR
te protegerá de todo mal; El guardará tu alma. (LBLA)
Este cántico
expresa la seguridad y la esperanza en la protección de Dios de día y de noche.
El no solo hizo los montes, sino también los cielos y la tierra. Nunca debemos
confiar en un poder menor al de Dios. El no solo es Todopoderoso, sino también
vela por nosotros. Nada lo desvía ni disuade. Estamos seguros. Nunca dejaremos
de necesitar el incansable cuidado de Dios sobre nuestras vidas.
El salmista
sigue destacando la seguridad que tiene en Dios, pues él no sólo le guarda de
los peligros del camino, sino de todo mal, guarda toda su vida.
¡Qué confianza nos da saber que esta
protección es segura desde ahora y para siempre!
Salmo 57; 1
Para
el director del coro; según tonada de No destruyas. Mictam de David, en
la cueva, cuando huía de Saúl. Ten piedad de mí, oh Dios, ten piedad de mí,
porque en ti se refugia mi alma; en la sombra de tus alas me ampararé hasta que
la destrucción pase. (LBLA)
La repetición de
Ten misericordia de mí indica la urgencia de la oración. En cualquier
situación, el creyente puede clamar por la misericordia de Dios, pues Dios es
el Dios de amor; a través de la Biblia revela su amor para con sus criaturas,
los seres humanos.
Porque en ti ha
confiado mi alma es significativo. El salmista usa esta frase como la base para
su petición. La fe en Dios es la llave para todo lo que Dios quiere darnos. Él
quiere que confiemos y promete que si creemos, hará lo que le pedimos. La
figura de la sombra de tus alas se usa a menudo para hablar del refugio seguro
que es confiar en Dios.
Al Dios Altísimo
indica qué comprende el salmista de Dios. Los salmos dicen mucho acerca de la
persona de Dios. El salmista sabe que Dios tiene poder sobre toda su creación,
aun sobre las galaxias más lejanas. A la vez, este mismo Dios se interesa en
cada uno de sus hijos.
¡Maranata!¡Ven
pronto mi Señor Jesús!
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