1 Pedro 2; 5
vosotros
también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio
santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de
Jesucristo.
Porque Cristo es
la preciosa piedra viva que Dios escogió, nosotros los cristianos somos también
piedras vivas, porque nuestra vida espiritual se deriva de él (Efe_2:1;
Efe_2:5; Col_3:4). Los cristianos nos constituimos la iglesia de Dios, que es
la casa de Dios (1Ti_3:15). Somos la iglesia que Cristo prometió edificar
(Mat_16:18).
Cristo ha hecho
a los suyos sacerdotes (Apo_1:6; Apo_5:10).
El templo y el sacerdocio literales del
Antiguo Testamento eran figura y tipo de la iglesia de Cristo compuesta de
puros sacerdotes santos. ¡Cada cristiano es sacerdote! Los llamados
"sacerdotes" del catolicismo romano, y de varias iglesias
protestantes (evangélicas), promueven las cosas de figura y sombra del Antiguo
Testamento; no comprenden ni practican la verdad. ¿Qué
ofrece el sacerdote cristiano? Ofrece diariamente alabanza, loor, buenas obras,
benevolencia, y consagración de su cuerpo y de sus bienes para el servicio de
Dios.
Un apóstol
inspirado, Pedro, nos dice lo que es aceptable a Dios: sacrificios espirituales
ofrecidos por medio de nuestro Sumo Sacerdote, Jesucristo (Heb_9:11). Dado que
es así, ¿por qué tratan los hombres de ofrecer a Dios sus tradiciones y
ceremonias vanas, y a veces esto por medio de llamados "santos" y de
María llamada "la Madre de Dios"? ¿No saben estos leer (Mat_22:31,
"¿no habéis leído lo que os fue dicho por Dios?" ?
Nuestros sacrificios tienen que ser
espirituales, y tienen que ser ofrecidos por medio de Jesucristo; de otra
manera, no son aceptos delante de Dios.
¡Maranata!¡Ven
pronto mi Señor Jesús!
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