Marcos 8; 36-37
Pues, ¿de qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero
y perder su alma?
Pues ¿qué dará un hombre a cambio de su alma?
El
mundo ofrece poder, riquezas, gozos temporales, fama, gloria, placer carnal, y
satisfacción en muchas maneras. Ahora, si la persona puede adquirirse todo esto
totalmente, si al mismo tiempo pierde su alma por la eternidad, ¿qué ha ganado?
El precio de lo mundano es demasiado alto; cuesta la perdición del alma
eternamente.
Dentro de la existencia humana los padecimientos
y la muerte son inevitables; pero en el seguimiento de Jesús son también
superables, pues que inducen a la hondura y plenitud de una vida a la que el
hombre íntimamente aspira.
Muchas personas se pasan la vida buscando placer.
Jesús dijo, sin embargo, que el placer centrado en las posesiones, la posición
o el poder, al fin y al cabo no valen nada. Todo lo que posea en la tierra es
temporal; no debe obtenerse a cambio de su alma. Si trabaja arduamente para
conseguir lo que quiere, es posible que llegue a tener una vida
"placentera", pero al final verá que es hueca y vacía. ¿Está
dispuesto a hacer de la búsqueda de Dios algo más importante que la egoísta
búsqueda del placer? Siga a Jesús y sabrá lo que significa realmente disfrutar
la vida y a la vez tener vida eterna.
Filipenses 1; 9-10
Y esto pido en oración: que vuestro amor abunde aún más
y más en conocimiento verdadero y en todo discernimiento, a fin de que
escojáis lo mejor, para que seáis puros e irreprensibles para el día de Cristo;
“Y esto pido en oración ", Pablo
oraba mucho por los hermanos, Efe_1:16; Efe_3:14-19; Col_1:9-12. ¡Qué aliento
para los filipenses al saber que Pablo oraba por ellos! ¿Qué pidió por los
filipenses?
“que
vuestro amor abunde ". En esta carta, como en las otras, se refiere
constantemente al amor. No hay palabra en el vocabulario humano más pervertido
que la palabra "amor". Se emplea comúnmente como alguna emoción,
pasión o sentimiento, pero Pablo pide en oración que el amor de los filipenses
sea inteligente, enterado y juicioso. El conocimiento sin amor no vale nada (1Co_13:1-3),
pero el amor no será bíblico si no aprende la voluntad de Dios.
Si amamos algo deseamos saber cada vez más de
ello; si amamos a una persona queremos saber cada vez más de ella; si amamos a
Jesús, cada día deseamos aprender más de él y de su verdad. El amor es siempre
sensible a la mente y al corazón de la persona amada. Si el amor hiere
torpemente y ciega los sentimientos de la persona que se pretende amar, de
ninguna manera es amor"
"... en ciencia y en todo conocimiento
"o " en conocimiento verdadero y en todo discernimiento”. Quería
que el amor de ellos creciera en conocimiento. Sin el conocimiento de la
palabra de Dios el pueblo queda indefenso (Ose_4:6). Los filipenses tenían
conocimiento, pero Pablo quería que su amor creciera más, que ellos tuvieran
"abundancia" de conocimiento y discernimiento. 2Pe_1:8; 2Pe_3:18.
La
palabra "discernir" indica que el cristiano tiene que hacer muchas
decisiones. No debe amar lo que Dios aborrece. No debe dar su devoción y su
lealtad al error. El amor del cristiano no es ciego.
En esta
misma carta Pablo dice "Guardaos de los perros, guardaos de los malos
obreros, guardaos de los mutiladores del cuerpo". Este mandamiento
requiere la prudencia y cordura para discernir entre el bien y el mal y entre
las cosas que importan y las que no importan.
La
tragedia principal en el mundo religioso es que millones de personas aceptan
alguna religión falsa por no haberla investigado. Su amistad y confianza son
ganadas por algún falso maestro (sacerdote, pastor, evangelista,
"élder", "siervo" u otro) y sin hacer un estudio objetivo
de lo que se enseña (1Ts_5:21; 1Jn_4:1) aceptan lo que se afirma, se
comprometen a ese sistema falso y llegan a ser fieles y fuertes miembros de
dicha religión falsa. Los cristianos verdaderos -- por fuertes que sean en la
verdad -- deben investigar con todo cuidado toda enseñanza que se presente. Les
conviene estudiar y tener convicciones fuertes para no ser engañados por los
que enseñan el error, sean sectarios, sean hermanos liberales, o sean hermanos
"conservadores" que enseñan error sobre la Deidad de Cristo, o sobre
el divorcio y segundas nupcias, o que imponen sus opiniones sobre la iglesia
para causar disensión y división. Es imprescindible que los miembros de toda
congregación sean doctrinados en todo el consejo de Dios (Hch_20:20; Hch_20:27)
para no ser víctimas del error.
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