} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: 30 Octubre. Estudiando la Palabra de Dios en la Biblia

martes, 30 de octubre de 2018

30 Octubre. Estudiando la Palabra de Dios en la Biblia



   Efesios 5; 8-11
Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz
   (porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad),
   comprobando lo que es agradable al Señor.
   Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas;

Estaban en las tinieblas y las tinieblas estaban en ellos. Les faltó el conocimiento de Dios (2Co_4:4) porque Satanás cegó su entendimiento. Pero Cristo vino para vencer al autor de las tinieblas, y Pablo fue comisionado para convertirles de las tinieblas a la luz de Cristo (Hch_26:18).
"Baste ya el tiempo pasado para haber hecho lo que agrada a los gentiles..." (1Pe_4:3). Ahora no somos tinieblas; por eso, tenemos que dejar las prácticas de tinieblas. Antes "éramos por naturaleza (por la práctica confirmada) hijos de ira", es decir, el castigo (la ira) era el destino que correspondía a nuestra conducta como "hijos de desobediencia" (personas desobedientes). Pero ahora somos "hijos de luz", personas de entendimiento y de obediencia. Mat_5:16; 1Ts_5:1-8. Donde hay cristianos hay luz. La persona que obedece al evangelio prende otra luz en el mundo de tinieblas.
Hijos de luz son personas de bondad, justicia y verdad. La Biblia habla de las "obras" de la carne, y del "fruto" del Espíritu (Gál_5:19-22). Si estamos "llenos del Espíritu", llevaremos el "fruto del Espíritu". El fruto llevado por los hijos de luz es muy distinto a las obras de la carne de los hijos de desobediencia.
Dice Rom_12:2, "para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios". Dios quiere que comprobemos sus caminos. Ya sabemos los caminos del mundo, ya anduvimos en ellos; ahora nos conviene comprobar lo que es agradable al Señor. No es cuestión de investigar o poner a prueba el camino de Dios para ver si es bueno o no, sino es cuestión de andar en sus caminos para aprender y ser convencidos por la experiencia personal que sus caminos son perfectos. El camino de Dios le agrada a Él, y también es perfecto para nosotros. Es el camino de paz y gozo. No hay felicidad verdadera en las tinieblas. "Gustad, y ved que es bueno Jehová; dichoso el hombre que confía en él" (Sal_34:8).
Este texto es paralelo con 2Co_6:14, "No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?" El tema de los textos es el mismo: no tener comunión con las prácticas de la idolatría. Véanse también 1Co_8:10 y 10:16-22. Pablo insistió en que los hermanos salieran y se apartaran de esas prácticas (2Co_6:17) para poder disfrutar de la comunión con Dios ("habitaré y andaré entre ellos").
 "las obras infructuosas", hechos inútiles, vanos, vacíos, no sirven a ningún propósito bueno. Jud_1:12 habla de "nubes sin agua, llevadas de acá para allá por los vientos; árboles otoñales, sin fruto, dos veces muertos y desarraigados". Los vicios no sirven, no ayudan, no dan ningún beneficio. Al contrario, perjudican. Destruyen el cuerpo, destruyen la mente, causan muchos problemas en la familia, en el negocio, y en toda faceta de la vida. "¿Pero qué fruto tenías de aquellas cosas de las cuales ahora os avergonzáis? Porque el fin de ellas es muerte" (Rom_6:21).
 "sino más bien reprendedlas". No basta con apartarnos del mal. Tenemos que denunciarlo. Hablar por Cristo requiere la denuncia del pecado. El cristiano sabe por la experiencia que los vicios no sirven para nada excepto para producir la miseria. Debe decirlo. Debe abrir su boca y hablar. Es necesario reprender el pecado para abrir los ojos de la gente. "Que prediques la palabra; que instes a tiempo, y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda palabra y doctrina" (2Ti_4:2). "Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Porque todo aquel que hace lo malo, aborrece la luz y no viene a la luz, para que sus obras no sean reprendidas" (Jua_3:19-20).
La obediencia misma reprende la desobediencia. "Por esa fe condenó al mundo" Noé (Heb_11:7). El buen ejemplo condena el mal ejemplo. La obediencia prende la luz. Pero el cristiano no puede vivir callado. No es posible predicar la verdad sin atacar el error. Cristo y sus apóstoles siempre estaban en conflicto con el error religioso. No congeniaban con ellos, sino chocaban constantemente con ellos. No hay armonía entre la verdad y el error.

1 Tesalonicenses 5; 22
Absteneos de toda especie de mal

“Pues la voluntad de Dios es vuestra santificación; que os apartéis de fornicación”; “Que se les escriba que se aparten de las contaminaciones de los ídolos, de fornicación, de ahogado y de sangre” (Hch_15:20). También es necesario abstenernos o apartarnos de todo error doctrinal:  “algunos apostatarán de la fe … prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de alimentos” (1Ti_4:3;  Col_2:22-23). Muchos de los que condenan la fornicación, etc., son indiferentes hacia el error doctrinal, pensando que es inofensivo, que no hace ningún daño, pero el evangelio pervertido (Gál_1:7-9) no es el poder de Dios para salvarnos (Rom_1:16).
“Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible” (1Co_9:25); “Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma” (1Pe_2:11). A veces los hermanos que quieren acercarse al mundo dicen (acerca de alguna práctica mundana), “eso no me afecta”, pero con esa actitud es probable que ya le haya afectado (debilitado). Es necesario alejarnos de toda forma de pecado: “ Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor” (2Ti_2:22; 1Co_6:18, huir de la fornicación; 10:14, huir de la idolatría; 1Ti_6:11, huir de la avaricia; habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo, 2Pe_1:4)


¡Maranata! ¡Ven pronto mi Señor Jesús!              

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