} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: JESÚS: PROFETA, SACERDOTE Y REY

miércoles, 3 de octubre de 2018

JESÚS: PROFETA, SACERDOTE Y REY



Las profecías del Antiguo Testamento presentan a Jesús en los oficios de profeta, sacerdote y rey. Dentro del pueblo judío estas funciones consistían en:
·        Profeta: le hablaba al pueblo de parte de Dios.
·        Sacerdote: le hablaba a Dios de parte del pueblo.
·        Rey: Gobernaba la nación.

De acuerdo a la Palabra de Dios cuando Jesús viene al mundo ejerce estas tres funciones: profeta, sacerdote y rey.
Jesús como Profeta
Tal y como se mencionó anteriormente, la función del profeta era hablar al pueblo de parte de Dios. En este sentido, Jesús fue un profeta porque vino a traer un mensaje de salvación de parte de Dios.
El pueblo de Israel esperaba un profeta especial, superior a los anteriores. A éste, ellos le llamaban “El profeta”... No era un profeta más, sino el profeta esperado.
¿Por qué esperaban a ese gran profeta? Porque le había sido prometido. Deuteronomio 18:18-19 dice: “Un profeta como tú levantaré de entre sus hermanos y pondré mis palabras en su boca... Mis palabras que El ha de hablar en mi nombre...” (Comparar con Juan 7:16-17; 8:28)
El pueblo reconoció la misión profética de Jesús (Juan 6:14 ; 7:40; Mateo 21:10-11)

Condiciones para calificar como profeta:
·        El profeta tenía que ser elegido y enviado por Dios como lo fue Jesús. (ver Juan 4:24 ; 5:30, 36-37 ; 6:38 ). En el libro de Juan, Jesús menciona 38 veces que El fue enviado por el Padre.
·        El profeta tenía que venir a revelar la voluntad de Dios. Esta era la función primordial del profeta y fue la función primordial de Jesús (Juan 4:24 ; 6:38, 40)
·        El profeta tenía que ser infalible, como afirmó Jesús que El era. Deuteronomio 18:20-22; Mateo 24:35
·        Cristo vino enviado por Dios a revelar la voluntad de Dios y sus palabras fueron y permanecen infalibles.
·        Cristo mismo afirmó que El era profeta: Lucas 4:24; 13:33; Juan 4:44

Jesús como Sacerdote
La función del sacerdote era hablarle a Dios de parte del pueblo. Desde el Antiguo Testamento Dios había instituido la función sacerdotal con el objetivo de que representara al pueblo delante de El. En principio la función fue dada a Aarón, hermano de Moisés (Números 18:1) como Sumo Sacerdote y a los levitas, tribu a la que pertenecía Aarón (Números 18:2), como sacerdotes.
Hebreos 5:1-4. El Sumo Sacerdote (escogido por Dios) tenía la Santa tarea de ofrecer el sacrificio por el perdón de los pecados del pueblo. Era el único que podía entrar al “Lugar Santísimo” y antes de hacerlo debía purificarse primero ofreciendo un sacrificio por sus pecados.
De esta misma manera, Cristo siendo absolutamente Santo en su vida y enviado por Dios, podía entrar en la presencia de Dios Padre y ofrecer su vida en sacrificio por los pecados del hombre.

Asimismo, antes de entrar al “Lugar Santísimo” debía despojarse de sus ropas sacerdotales y quedarse solamente con una bata de lino blanco lo cual representaba pureza. Al salir de dicho lugar se colocaba de nuevo sus ropas.
(Filipenses 2:5-9; Hebreos 9:11). De esta manera Cristo se despojó de su Gloria (ropas) quedó vestido de blanco (su Santidad) ofreció el sacrificio frente a Dios Padre y se vistió nuevamente de Gloria al regresar a su trono. De esta manera, en el Calvario Jesús se convirtió en nuestro gran Sumo Sacerdote; El fue la el sacrificio y El mismo fue el Sacerdote que ofreció dicho sacrificio. (Romanos 8:34)

Jesús como Rey
(2 Samuel 7:12–13; Isaías 9:7)
Gabriel le anunció a María que ese niño ocuparía el trono de David y que gobernaría sobre la casa de Jacob.

Jesús afirmó que en verdad Él era y es Rey. (Juan 18:36-37; Apocalipsis 15:3; 19:16). Su reino fue inaugurado, pero aún no ha sido completado y establecido en la tierra. El rey en Israel gobernaba de forma suprema y soberana; y así ocurre con el reinado de Jesús.

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