} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: 20 Octubre: Estudiando la Palabra de Dios en la Biblia.

sábado, 20 de octubre de 2018

20 Octubre: Estudiando la Palabra de Dios en la Biblia.



  Juan 4; 13-14
Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed;  mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.

     Podemos darnos cuenta que esta conversación de Jesús con la Samaritana sigue el mismo esquema que la que tuvo con Nicodemo. Jesús hace una afirmación. Ella Se lo toma en otro sentido. Jesús repite Su afirmación de una manera aún más gráfica. Tampoco esta vez se Le entiende; y entonces Jesús obliga a Su interlocutora a descubrir y asumir la verdad acerca de sí misma. Esa era la manera de enseñar de Jesús; y era bien eficaz, porque, como ha dicho alguien, «Hay ciertas verdades que una persona no puede aceptar; tiene que descubrirlas por sí misma.»
Como pasó con Nicodemo, la Samaritana toma las palabras de Jesús literalmente, aunque Jesús esperaba que las entendiera espiritualmente. Jesús estaba hablando de agua viva. En la lengua común de los judíos; agua viva quería decir agua corriente. Era el agua de manantial en oposición al agua estancada de una cisterna o estanque. Aquel pozo no era un manantial, sino un depósito al que llegaba el agua que se filtraba por el subsuelo. Para los judíos, el agua corriente, viva, siempre era mejor. Así que la mujer decía: «Tú me ofreces agua pura de manantial. ¿De dónde te la vas a sacar?"
Y ella pasa a hablar de «nuestro padre Jacob». Por supuesto que los judíos habrían negado que los samaritanos fueran hijos de Jacob; pero era una de las pretensiones de los samaritanos que eran descendientes de José; el hijo de Jacob, a través de Efraín y Manasés. La Samaritana le estaba diciendo realmente a Jesús: «Lo que estás diciendo es una blasfemia. Nuestro antepasado Jacob, cuando estaba por aquí, cavó este pozo para sacar agua para él mismo, para su familia y sus ganados. ¿Es que vas a pretender Tú ser más sabio y más poderoso que Jacob? Eso es algo que nadie se puede permitir.»
Era corriente que los que iban de viaje llevaran un recipiente de cuero para sacar agua de los pozos que encontraran en el camino. Es lo más seguro que el grupo de Jesús tendría uno de ellos, y que se lo habrían llevado al pueblo. La mujer vio que Jesús no tenía nada por el estilo, así es que Le dijo: "No puedes ni sacar agua del pozo para dármela. Ya veo que no tienes con qué sacarla.»    

Pero los judíos le daban otro sentido a la palabra agua. Hablaban a menudo de la sed de Dios que tiene el alma humana, y del agua viva que puede mitigar esa sed. Jesús no estaba usando términos que condujeran de necesidad a la confusión, sino que cualquiera que tuviera percepción espiritual debería entender. Una de las promesas del Apocalipsis es: "Al que tuviere sed, Yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida» (Apoc_21:6 ). El Cordero que está en medio del trono los guiará a fuentes de aguas de vida (Apoc 7:17 ). La promesa era que el Pueblo Escogido sacaría agua con gozo de las fuentes de la salvación (Isa_12:3 ). El salmista decía que tenía el alma sedienta del Dios vivo (Sal_42:1 ). La promesa de Dios era: " Yo derramaré aguas sobre el secadal» (Isa_44:3 ): La invitación iba dirigida a todos los sedientos para que vinieran a las aguas y bebieran gratuitamente (Isa_55:1 ). La queja desgarrada de Jeremías era que el pueblo había olvidado a Dios, que era la fuente de agua viva, y se había cavado cisternas agrietadas que no podían contener el agua (Jer_2:13 ). Ezequiel había tenido una visión del río de la vida (Eze_47:1-12 ). En el mundo nuevo brotaría una fuente de agua para la purificación (Zac_13:1 ). Las aguas fluirían desde Jerusalén (Zac_14:8 ).
Algunas veces los rabinos identificaban esta agua viva con la sabiduría de la Ley; otras, con nada menos que el Espíritu Santo de Dios. Todo el lenguaje pictórico de la religión judía estaba impregnado de esta idea de la sed del alma que sólo podía apagar el agua viva que era un don de Dios. Pero la mujer entendió lo que le decía Jesús con un literalismo casi crudo. ¿Estaba ciega porque no quería ver?
         Jesús pasó a hacer una afirmación todavía más alucinante, que Él podía darle el agua viva que le quitaría la sed de una vez para siempre. Lo curioso es que la mujer volvió a entenderlo literalmente; pero de hecho no era sino Su presentación como Mesías. En la visión profética de la era por venir, la era de Dios, la promesa era: "No tendrán hambre ni sed» (Isa_49:10 ). Era en Dios, y sólo en Él, donde se encontraba la fuente de agua viva que satisface toda sed. «Contigo está el manantial de la vida,» exclamaba el salmista (Sal_36:9 ). Es del mismo trono de Dios de donde mana el río de la vida (Apoc 22:1 ). Es el Señor el Que es la fuente de agua viva (Jer_17:13 ). Sería en la era mesiánica cuando el sequedal se volvería manaderos de aguas (Isa_35:7 ). Cuando Jesús hablaba de traer a la humanidad la única agua que puede apagar definitivamente la sed, no hacía sino afirmar que Él era el Ungido de Dios que había venido a inaugurar la nueva era.
Tampoco entonces comprendió la mujer, y no nos extraña que no comprendiera lo que le iría pareciendo un acertijo complicado, porque nosotros ya tenemos la clave y la respuesta. Nos da la impresión de que lo que dijo a continuación era una manera de seguirle la corriente a uno Que le parecía chiflado. «Dame esa agua --dijo-, para que ya no tenga nunca sed y no tenga que darme la caminata al pozo todos los días.» ¿Estaba bromeando sobre cosas eternas?.
En el fondo de todo esto está la verdad fundamental de que en el corazón humano hay una sed de algo que sólo Jesucristo puede satisfacer.  En todo ser humano hay ese anhelo insatisfecho e innominado; ese vago descontento, ese algo que falta, esa frustración.
  La niebla se disipa un instante; uno ve la luna en la cara de una chica; no sabe si quiere la luna o la cara; luego baja la niebla otra vez, y le deja a uno buscando algo, pero no sabe qué.
Antonio Machado también ha expresado hermosa y sentidamente este anhelo del alma:

Anoche cuando dormía soñé, ¡bendita ilusión!, que una fontana fluía dentro de mi corazón. Di, ¿por qué acequia escondida, agua, vienes hasta mí, manantial de nueva vida de donde nunca bebí?
Anoche cuando dormía soñé, ¡bendita ilusión!, que era Dios lo que tenía dentro de mi corazón.


Apocalipsis 22; 17
Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.

Todo el pasaje es una gran invitación a todas las personas para que acudan a Cristo.  Está la invitación del Espíritu y de la Esposa. La Esposa, como sabemos, es la Iglesia. Pero, ¿que hemos de entender por el Espíritu? Puede que sea el Espíritu Que habló por los profetas y Que está siempre llamando a las personas para que vuelvan a Dios. Lo más verosímil es que Juan llame el Espíritu a la voz del mismo Jesús. La terminación regular en las cartas a las siete iglesias es la invitación a prestar atención a los que el Espíritu está diciéndoles ( Apoc 2:7, 11, 17,29; 3:6, 13,22). Ahora bien: el Interlocutor a las siete iglesias es el Cristo Resucitado; está claro que el Espíritu y Cristo están identificados. " El Espíritu y la Esposa dicen: "¡Ven!"» quiere decir probablemente que Cristo y Su Iglesia se unen en extender-a todo el mundo la invitación a aceptar todo lo que Él tiene para ofrecer.
  “Que el que oiga diga: "¡Ven!"» simboliza la gran verdad de que todo cristiano tiene que ser un misionero. El que ha sido hallado por Cristo debe hallar a otros para Cristo.
  Es una invitación a todas las almas sedientas para que acudan a Jesucristo para satisfacer su necesidad. Debe recordarnos la gran invitación de Dios: "¡Venid, todos los sedientos, venid a las aguas! Aunque no tengáis dinero, ¡venid, comprad y comed! ¡Venid, comprad sin dinero y sin pagar, vino y leche!» Isa_55:1 ). Y también de la gran proclamación del mismo Jesús: "El que a Mí viene, nunca tendrá hambre; el que en Mí cree, no tendrá sed jamás» Jua_6:35 ). Solamente en Cristo puede el alma anhelante encontrar plena satisfacción.
¡Maranata!¡Ven pronto mi Señor Jesús!


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