} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: JESUCRISTO COMO SIERVO

martes, 2 de octubre de 2018

JESUCRISTO COMO SIERVO




 Juan 13; 1-17
Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que su hora había llegado para pasar de este mundo al Padre, habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin.
   Y durante la cena, como ya el diablo había puesto en el corazón de Judas Iscariote, hijo de Simón, el que lo entregara,
   Jesús, sabiendo que el Padre había puesto todas las cosas en sus manos, y que de Dios había salido y a Dios volvía,
   se levantó* de la cena y se quitó* su manto, y tomando una toalla, se la ciñó.
   Luego echó* agua en una vasija, y comenzó a lavar los pies de los discípulos y a secárselos con la toalla que tenía ceñida.
   Entonces llegó* a Simón Pedro. Este le dijo*: Señor, ¿tú lavarme a mí los pies?
   Jesús respondió, y le dijo: Ahora tú no comprendes lo que yo hago, pero lo entenderás después.
   Pedro le contestó*: ¡Jamás me lavarás los pies! Jesús le respondió: Si no te lavo, no tienes parte conmigo.
   Simón Pedro le dijo*: Señor, entonces no sólo los pies, sino también las manos y la cabeza.
   Jesús le dijo*: El que se ha bañado no necesita lavarse, excepto los pies, pues está todo limpio; y vosotros estáis limpios, pero no todos.
   Porque sabía quién le iba a entregar; por eso dijo: No todos estáis limpios.
   Entonces, cuando acabó de lavarles los pies, tomó su manto, y sentándose a la mesa otra vez, les dijo: ¿Sabéis lo que os he hecho?
   Vosotros me llamáis Maestro y Señor; y tenéis razón, porque lo soy.
   Pues si yo, el Señor y el Maestro, os lavé los pies, vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros.
   Porque os he dado ejemplo, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis.
   En verdad, en verdad os digo: un siervo no es mayor que su señor, ni un enviado es mayor que el que lo envió.
   Si sabéis esto, seréis felices si lo practicáis. (LBLA)

          Uno de los ejemplos que más llama la atención de la persona de Jesús es el modelo de servicio que dejó. Pensar que el Dios del universo, Aquel que lo sustenta todo con el poder de su palabra, se arrodilló y lavó los pies de sus discípulos, es algo que va más allá de lo que el corazón humano puede entender.
Es importante notar que Juan 13 comienza diciendo que Jesús ya sabía que su hora había llegado... La hora de su crucifixión; la hora de glorificar al Padre a través de la cruz.
Era la costumbre en aquel entonces que si alguien invitaba a una persona a su casa, y el anfitrión tenía siervos (en los casos de personas adineradas), entonces esos siervos eran los que tenían la obligación de lavar los pies de sus invitados; pero si la persona no tenía las posibilidades de tener siervos, entonces él mismo debía lavar los pies de esos invitados. Si el lugar de reunión era prestado, como en efecto sucedió con el aposento alto, (lugar en donde se realizó la última cena), entonces la persona que llegara primero debía lavar los pies de los demás asistentes.
La Biblia narra que en esa ocasión, ninguno de los discípulos tuvo la humildad de corazón para lavar los pies de los demás, ni siquiera los del Maestro... Aún después de 3 años y medio de enseñanza y unas 12 ó 16 horas antes de la crucifixión de Jesús, los discípulos no habrían aprendido la lección.

De este pasaje llaman la atención, particularmente, 3 cosas:
·        La actitud de servicio del Señor.
·        Lo dispuesto que estuvo Jesús a lavar los pies del traidor (Judas).
·        Lo negado que estaba Pedro a que el Señor le lavara sus pies.

De estas observaciones se obtienen 3 enseñanzas:
·        El corazón humilde sabe dar y sabe recibir (V.8a).
·        La humildad no es señal de debilidad (V.8b).
·        La verdadera humildad sirve sin favoritismo (VV.10-11).

En los versículos 12-17, se destacan otras enseñanzas importantes:
·        Jesús espera que nosotros sirvamos como el sirvió (Versículo 15).Y Él no nos dejó ninguna otra opción.
·        El mayor (el más maduro) debe siempre servir al menor (Versículo 14).
·        El gozo y las bendiciones del creyente dependen de su vida de servicio (Versículo 17).

Toda la vida de Jesús es un modelo de servicio. Veamos:
·        Se despojó de su gloria para encarnarse y traernos salvación. (Filipenses 2:5-8)
·        Nació en un pesebre, únicamente atendido por sus padres terrenales. (Lucas 2:1-7)
·        Nunca le pidió a sus discípulos que hicieran algo que El no hiciera primero (Ver su historia en los 4 evangelios)
·        Entró a Jerusalén montado sobre un burro y no sobre un caballo digno de la realeza como era la costumbre en ese entonces. (Lucas 19:28-35)
·        Lavó los pies de sus discípulos horas antes de su crucifixión. (Juan 13)
·        Fue a la cruz como oveja al matadero, sin abrir ni siquiera su boca. (Isaías 53:13)

Jesús resumió su modelo de liderazgo en una frase pronunciada por El mismo: “El hijo del hombre no vino a ser servido, sino para servir”.
El servicio que Jesús modeló honró tanto al Padre que en Filipenses 2:9-10 Pablo dice que El Padre le dio un nombre sobre todo nombre para que ante El (Jesús) se doble toda rodilla de los que están en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra: El Señor.

Todo lo anterior enseña que:
·        No hay exaltación sin humillación.
·        No hay gloria sin sufrimiento.
·        No hay santificación sin sacrificio.

Servir como el Señor sirvió requiere:
·        Una actitud de humildad. (Fil. 2:5-6)
·        Una mente obediente. (Hebreos 5:7)
·        Disposición de servicio. (Lucas 22:26)
·        Fidelidad. (Juan 5:30; 6:38; 8:50)
·        Ser valiente. (Juan 2:13-17)
·        No ser contencioso. (Mateo 27:12-14)
·        Mansedumbre. (Mateo 11:30)

Si cada uno de los siervos de Jesús nos propusiéramos imitar a nuestro Señor, no habría divisiones y luchas en la tierra.



¡Maranata!

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