} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: 29 Octubre. Estudiando la Palabra de Dios en la Biblia

lunes, 29 de octubre de 2018

29 Octubre. Estudiando la Palabra de Dios en la Biblia



  Hechos 17; 32
Pero cuando oyeron lo de la resurrección de los muertos, unos se burlaban, y otros decían: Ya te oiremos acerca de esto otra vez.

         Pablo termina donde comenzó, hablando de Jesús y la resurrección.
Parece que Pablo no tuvo la oportunidad de presentar las "pruebas indubitables" de la resurrección de Jesucristo.  Apenas estaba llegando al corazón de su tema cuando dejaron de escuchar. Le habían escuchado aunque denunciaba la idolatría; esto indica que su "religión" era muy superficial. Eran muy "religiosos" (tenían muchísimas imágenes, estatuas, etc.), pero tenían muy poca fe en sus "demonios".
Sin embargo, siendo materialistas (como los saduceos), tenían mucho celo por su filosofía que negaba el estado futuro. Así es que reaccionaron inmediatamente al oír la palabra "resurrección" porque eso afectó su opinión predilecta, su prejuicio fuerte, su partido personal.
Negaban la inmortalidad del alma; decían que el alma es material y que cuando el hombre muere su alma queda aniquilada. Desde luego, decían que después de la muerte no hay recompensa ni castigo. Para los griegos el cuerpo era el enemigo (la cárcel) del espíritu. Por eso, no querían saber nada de la resurrección del cuerpo.
Los "testigos" del Atalaya también son materialistas; su tema predilecto es que al morir el hombre, muere también su alma y espíritu. También les gusta mucho argumentar que la tierra es eterna, otra vez demostrando su actitud materialista.
La mayoría de la gente de este mundo tiene su "hasta aquí" en cuanto a escuchar la palabra de Dios. Hch_7:51-54, los judíos escucharon a Esteban hasta que les reprendió por su dureza de corazón; Hechos 22:22, "le oyeron hasta esta palabra" (la resurrección). Muchos "evangélicos" escucharán hasta que se mencione la necesidad del bautismo; algunos hermanos escucharán hasta que se predique sobre la ofrenda, o sobre el divorcio y segundas nupcias, o sobre las instituciones de la iglesia; hay hermanas que escucharán hasta que se predique sobre la modestia o hasta que se condene la obra diabólica de las feministas.

Hechos 17; 34
Mas algunos creyeron, juntándose con él; entre los cuales estaba Dionisio el areopagita, una mujer llamada Dámaris, y otros con ellos.

   Parecería que, en general, Pablo tuvo menos éxito en Atenas que en ningún otro sitio. Era típico de los atenienses que lo único que querían era hablar; no querían actuar, ni casi llegar a ninguna conclusión. Les atraían las acrobacias mentales y el estímulo del paseo intelectual sin compromiso.
Hubo tres reacciones principales:
(a) Algunos se burlaron. Les divertía la apasionada seriedad de aquel extraño judío. Se puede reducir la vida a un chiste; pero los que lo hagan se darán cuenta tarde de que lo que tomaron por comedia termina en tragedia.
 (b) Algunos aplazaron la decisión. El día más peligroso es cuando uno se da cuenta de lo fácil que es dejar las cosas para mañana.
 (c) Algunos creyeron. El prudente se da cuenta de que es de locos rechazar lo que Dios ofrece generosamente.
Se dan los nombres de dos convertidos. Uno fue Dionisio el Areopagita. Como ya se ha dicho, el Areópago estaba formado por no más de treinta personas; así que Dionisio debe de haber formado parte de la aristocracia intelectual de Atenas. La otra persona que se convirtió fue Dámaris. La posición de una mujer en Atenas era muy restringida. Es dudoso que una mujer respetable se encontrara en la plaza del mercado, y menos en el Areópago. Es probable que se tratara de una conversión de una vida de vergüenza a una vida gloriosa y auténtica. Aquí tendríamos otro ejemplo de cómo llega la invitación del Evangelio a todas las clases y condiciones de hombres y mujeres.

¡Maranata! ¡Ven pronto mi Señor Jesús!              

  

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