Capítulo 3; 23-38
23 Jesús mismo al comenzar su ministerio era
como de treinta años, hijo, según se creía, de José, hijo de Elí,
24 hijo de Matat,
hijo de Leví, hijo de Melqui, hijo de Jana, hijo de José,
25 hijo de Matatías,
hijo de Amós, hijo de Nahum, hijo de Esli, hijo de Nagai,
26 hijo de Maat, hijo
de Matatías, hijo de Semei, hijo de José, hijo de Judá,
27 hijo de Joana,
hijo de Resa, hijo de Zorobabel, hijo de Salatiel, hijo de Neri,
28 hijo de Melqui,
hijo de Adi, hijo de Cosam, hijo de Elmodam, hijo de Er,
29 hijo de Josué,
hijo de Eliezer, hijo de Jorim, hijo de Matat,
30 hijo de Leví, hijo
de Simeón, hijo de Judá, hijo de José, hijo de Jonán, hijo de Eliaquim,
31 hijo de Melea,
hijo de Mainán, hijo de Matata, hijo de Natán,
32 hijo de David,
hijo de Isaí, hijo de Obed, hijo de Booz, hijo de Salmón, hijo de Naasón,
33 hijo de Aminadab,
hijo de Aram, hijo de Esrom, hijo de Fares, hijo de Judá,
34 hijo de Jacob,
hijo de Isaac, hijo de Abraham, hijo de Taré, hijo de Nacor,
35 hijo de Serug,
hijo de Ragau, hijo de Peleg, hijo de Heber, hijo de Sala,
36 hijo de Cainán,
hijo de Arfaxad, hijo de Sem, hijo de Noé, hijo de Lamec,
37 hijo de Matusalén,
hijo de Enoc, hijo de Jared, hijo de Mahalaleel, hijo de Cainán,
38 hijo de Enós, hijo
de Set, hijo de Adán, hijo de Dios.
Este
pasaje empieza con una afirmación muy sugestiva: nos dice que cuando Jesús
inició su ministerio tendría unos treinta años. ¿Por qué tuvo que pasar treinta
años en Nazaret cuando había venido a salvar al mundo? Algunos creen que José
murió bastante joven, y que Jesús tuvo que encargarse del sostenimiento de su
madre María y de sus hermanos y hermanas más jóvenes, y que sólo cuando ya
fueron lo suficientemente mayores como para encargarse del taller Jesús se sintió
libre para marcharse de Nazaret y lanzarse al mundo a cumplir su misión. Sea
eso o no cierto, tres cosas son verdad:
(i) Era
esencial que Jesús cumpliera con la mayor fidelidad los deberes más limitados
de la vida familiar antes de asumir la misión universal de salvar al mundo.
Fue cumpliendo meticulosamente las pequeñas obligaciones de la vida familiar
como Jesús se preparó para su gran misión. Cuando contó la parábola de los
talentos, la palabra para los siervos fieles era: "21Y
su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre
mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor. 22
Llegando también el que había recibido dos talentos, dijo: Señor, dos
talentos me entregaste; aquí tienes, he ganado otros dos talentos sobre ellos. 23 Su
señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho
te pondré; entra en el gozo de tu señor.» (Mat_25:21-23).
No cabe duda de que estaba hablando por propia experiencia. Cuando murió la
madre de cierto gran hombre, dijo él: " No puedo recordar que nunca se
dejara nada a medio hacer.» Eso pasó con Jesús: porque cumplió fielmente las
pequeñas obligaciones, Dios le encargó la más grande tarea que se haya
realizado o se haya de realizar en este mundo.
(ii) Esto le
dio la oportunidad de poner en práctica sus enseñanzas. Si hubiera sido
siempre un maestro vagabundo y sin hogar ni obligaciones ni lazos humanos, se
le habría podido decir: " Tú, ¿qué derecho tienes a hablar de las
relaciones y las obligaciones humanas, si tú no las cumples?» Pero Jesús podía
decir, no: «Haz lo que yo te digo»; sino: «Haz lo que yo hago.»
Tolstoi siempre estaba hablando del amor, pero su
mujer dijo de él: "¡Hay tan poco calor genuino en él! La amabilidad no le
sale del corazón, sino sólo de sus principios. Sus biógrafos dirán que ayudó a
los trabajadores a llevar cubos de agua, pero nadie sabrá que nunca le dio a su
mujer un momento de descanso, ni que nunca, en estos treinta y dos años, le
llevó a su hijo un vaso de agua o pasó cinco minutos al lado de su cama para
darme a mí la oportunidad de descansar un poco de mis trabajos.»
Nadie podrá decir nada semejante de Jesús. Él vivió
en casa lo que predicó por ahí.
(iii) Si
Jesús iba a ayudar a los hombres, tenía que saber cómo vivían. Y porque
había vivido aquellos treinta años en Nazaret, conocía las dificultades de
ganarse la vida, la constante inseguridad que se cierne sobre el trabajador, el
mal genio que tiene a veces el cliente, los morosos, etc. Es la gloria de la
Encarnación que no podemos arrostrar ningún problema de la vida que Jesús no
haya conocido por sí.
Aquí nos da Lucas la genealogía de Jesucristo. Los
judíos estaban muy interesados en las genealogías. Los sacerdotes especialmente
tenían que demostrar que descendían de Aarón, y sus genealogías se guardaban en
los archivos públicos. En tiempos de Esdras y Nehemías hubo sacerdotes que
perdieron el trabajo por no poder presentar sus genealogías (Esdras_2:61-63 61 Y de los hijos de los sacerdotes: los hijos de Habaía, los
hijos de Cos, los hijos de Barzilai, el cual tomó mujer de las hijas de
Barzilai galaadita, y fue llamado por el nombre de ellas. 62 Estos buscaron su registro de genealogías, y
no fue hallado; y fueron excluidos del sacerdocio, 63 y el gobernador les dijo que no comiesen de
las cosas más santas, hasta que hubiese sacerdote para consultar con Urim y
Tumim., y Neh_7:63-65 63 Y de los sacerdotes: los hijos de Habaía, los
hijos de Cos y los hijos de Barzilai, el cual tomó mujer de las hijas de
Barzilai galaadita, y se llamó del nombre de ellas. 64 Estos buscaron su registro de genealogías, y
no se halló; y fueron excluidos del sacerdocio, 65 y les dijo el gobernador que no comiesen de
las cosas más santas, hasta que hubiese sacerdote con Urim y Tumim).
Pero el problema que nos presenta esta genealogía
surge cuando la comparamos con la de Mat_1:1-17. Los hechos son: sólo Lucas nos da la sección de Adán a
Abraham; la sección de Abraham a David está igual en los dos, pero la
sección de David a José es casi completamente diferente. Los estudiosos del
Nuevo Testamento han hecho todo lo posible por explicar estas diferencias.
(i) Se ha dicho que ambas genealogías son
simbólicas, y que Mateo nos da la ascendencia regia de Jesús, y Lucas la
sacerdotal.
(ii) Una de las primeras sugerencias que se han hecho
es que Mateo nos da la genealogía de José, y Lucas la de María.
(iii) La sugerencia más ingeniosa es la siguiente:
en Mat_1:16 , el padre de José es Jacob; y en Luc_3:23 , es Elí. Según la ley
del levirato (Deu_25:5 s), si un hombre
casado moría sin tener hijos, su hermano tenía que casarse con la viuda, si
estaba en posibilidad de hacerlo, para que su hermano tuviera descendencia.
Cuando eso sucedía, el hijo de tal matrimonio podía considerarse hijo del
primer o del segundo marido de su madre. Se sugiere que la madre de José se
casó dos veces, y que José fue el hijo de Elí, que fue el segundo marido, pero
que, a los ojos de la ley, era hijo del difunto Jacob. También hace falta
sugerir que Elí y Jacob tenían la misma madre pero diferentes padres, y que el
padre de Jacob era descendiente de David a través de Salomón, y el de Elí a
través de Natán.
Dos cosas, sin embargo, hay que notar en la genealogía de Lucas.
(i) Subraya
la humanidad real de Jesús, el hecho de que fue un hombre como todos
nosotros, no un fantasma ni un semidiós como los de la mitología. Para salvar a
los hombres se hizo real y verdaderamente hombre.
(ii) Mateo se detiene en Abraham, y Lucas prosigue hasta Adán. Para Mateo,
Jesús pertenecía al pueblo judío; para Lucas, a toda la humanidad, y por eso se
remonta no sólo hasta el patriarca del pueblo de Israel, sino al padre de toda
la raza humana. Lucas quita las barreras nacionales y raciales hasta de la
lista de antepasados de Jesús.
Lucas, habla
de hijos propiamente o impropiamente tales: en esta cuenta usa un modo de
expresión indeterminado, que puede aplicarse a los hijos putativamente o
realmente como tales. Y Jesús mismo comenzó con unos treinta años, siendo, como
se suponía, hijo de José, de Heli, de Matthat, etc. Esto recibe un apoyo
considerable del método de Raphelius de leer el original ων (ὡς ενομιζετο υἱος
Ιωσηφ) του Ἡλι , siendo (cuando se consideraba el hijo de José) el hijo de
Heli, etc. Que San Lucas no siempre habla de hijos propiamente tal, es evidente
por la primera y última persona que nombra: Jesucristo era sólo el supuesto
hijo de José, porque José era el marido de su madre María; y Adán, de quien se
dice que es el hijo de Dios, lo fue solo por creación. Después de esta
observación, es necesario considerar que, en la genealogía descrita por San
Lucas, hay dos hijos incorrectamente tales: es decir, dos yernos, en lugar de
dos hijos. Como los hebreos nunca permitían que las mujeres ingresaran en sus
tablas genealógicas, cada vez que una familia terminaba con una hija, en lugar
de nombrarla en la genealogía, insertaban a su esposo, como el hijo de quien
era, en realidad, pero su padre. -consuegro. Jesús fue considerado de acuerdo
con la ley, o la costumbre permitida, como el hijo de José, como lo fue de
Heli. Los dos yernos que deben ser notados en esta genealogía son José, yerno
de Heli, cuyo propio padre fue Jacob, (Mat_1: 16 y Jacob engendró a José, marido de María, de la cual nació
Jesús, llamado el Cristo); y Salatiel, yerno de Neri, cuyo propio padre
fue Jeconías: (1Cr_3: 17 Y los hijos de Jeconías: Asir, Salatiel,) , y Mat_1:
12 (Después de la deportación a Babilonia,
Jeconías engendró a Salatiel, y Salatiel a Zorobabel.). Esta observación
por sí sola es suficiente para eliminar todas las dificultades. Así parece que
José, hijo de Jacob, según San Mateo, era yerno de Heli, según San Lucas. Y
Salatiel, hijo de Jeconías, según el primero, era yerno de Neri, según el
segundo. María, por tanto, parece haber sido la hija de Heli; así llamado por
la abreviatura de Heliachim, que es lo mismo en hebreo con Joaquín. José, hijo
de Jacob y María; hija de Heli, eran de la misma familia: ambas procedían de
Zorobabel; José de Abiud, su hijo mayor, Mat_1: 13(Zorobabel engendró a Abiud, Abiud a Eliaquim, y Eliaquim a
Azor.), y María de Rhesa, la menor. Salatiel y Zorobabel, de quienes San
Mateo y San Lucas hacen que Cristo proceda, eran ellos mismos descendientes de
Salomón en línea directa: y aunque San Lucas dice que Salatiel era hijo de
Neri, quien era descendiente de Natán, el hermano mayor de Salomón. 1Cr_3: 5 (Estos cuatro le nacieron en Jerusalén: Simea, Sobab, Natán, y
Salomón hijo de Bet-súa hija de Amiel.) ,
esto solo debe entenderse de que se había casado con la hija de Natán, y que
Neri muriendo, probablemente, sin descendencia masculina, las dos ramas de la
familia de David, la de Natán y la de Salomón, estaban unidas en el persona de
Zorobabel, por el matrimonio de Salatiel, jefe de la familia real de Salomón,
con la hija de Neri, jefe y heredera de la familia de Natán. Así parece que
Jesús, hijo de María, reunió en sí mismo toda la sangre, privilegios y derechos
de toda la familia de David; como consecuencia de lo cual se le llama enfáticamente,
el hijo de David.
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