} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: 12 marzo 2019: Estudiando la Palabra de Dios en la Biblia.

martes, 12 de marzo de 2019

12 marzo 2019: Estudiando la Palabra de Dios en la Biblia.



Proverbios 1; 10
  Hijo mío, si los pecadores te quisieren engañar,  No consientas.

         Procuran seducirte de tus padres y apartarte de ellos, para que no escuches sus instrucciones, consejos y órdenes; y hagan uso de todos los argumentos plausibles para persuadirte de unirte a ellos en los pecados a los que son adictos y en los que se les emplea continuamente,  como todos los hombres son pecadores notorios, son culpables de las enormidades más groseras, que viven en pecado, y se entregan a sí mismos para obrar toda clase de maldad; el pecado es su oficio y negocio, y el curso constante de sus vidas; están endurecidos, son imprudentes y atrevidos, y no se contentan con pecar ellos mismos, pero hacen todo lo posible para atraer a los demás; y para evitar que los jóvenes se llenen en tan mala compañía es esta exhortación dada en esta tierna, cariñosa, y de manera conmovedora; al lado del temor de Dios y de los padres, está esta precaución dada para evitar la compañía de hombres malvados, a los cuales los jóvenes pueden ser atraídos, y tienen consecuencias fatales.
No consientas, no cedas a sus persuasiones, no escuches sus pedidos, no muestres simpatía ni aprobación de ellos, ni asientas con palabras ni hechos, tenemos que ser sordos a todos sus ruegos y pruebas, contra todas sus persuasiones.

2 Timoteo 2; 22
Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor.

Son mucho más que las pasiones de la carne. Incluyen esa impaciencia que no aprende nunca a «apresurarse despacio» y que todavía tiene que descubrir que la excesiva precipitación puede producir mucho más daño que bien; esa auto-afirmación, que es intolerante en sus opiniones y arrogante en su expresión de ellas, y que todavía no ha aprendido a ver lo bueno en los puntos de vista distintos de los propios; ese afán de disputar, que tiende a discutir largamente y actuar escasamente, y que pierde la noche hablando sin que quede más que una cesta de papeles de problemas sin resolver; esa pasión por lo novedoso, que tiende a condenar una cosa sencillamente porque es vieja y a desear una cosa sencillamente porque es nueva, infravalorando el valor de la experiencia. Una cosa hay que notar aquí -los fallos de la juventud son los fallos del idealismo. Es simplemente la frescura y la intensidad de la visión lo que hace que la juventud se precipite a estas equivocaciones. Tales fallos son asuntos no para una condenación austera sino para una corrección comprensiva, porque hay una virtud escondida en cada uno de ellos.
El maestro y dirigente cristiano tiene que aspirar a la integridad, que quiere decir darle tanto a los hombres como a Dios lo que les es debido; a la fe, que quiere decir lealtad y fiabilidad que vienen ambas de la confianza en Dios; al amor, que es la determinación inquebrantable de no buscar nunca nada más que el bien supremo para nuestros semejantes, sin importarle lo que ellos nos hagan, y que ha desterrado para siempre todo rencor y todo deseo de venganza; a la paz que es la debida relación de amorosa comunión con Dios y con los hombres. Todas estas cosas se han de buscar en la compañía de los que invocan al Señor. El cristiano no debe buscar nunca vivir separado y aislado de sus semejantes. Debe encontrar su fuerza y su alegría en la compañía cristiana.  
El dirigente cristiano no debe nunca involucrarse en las controversias insensatas que son la maldición de la Iglesia. En las Iglesias modernas las discusiones cristianas son generalmente doblemente insensatas, porque rara vez son sobre grandes asuntos de la vida y la doctrina y la fe, sino casi siempre acerca de cosas sin importancia como tazas de café y cosas semejantes. Una vez que un responsable se ha enredado en controversias insensatas y anticristianas, ha perdido todo derecho a dirigir.
El dirigente cristiano debe ser amable con todo el mundo; hasta cuando tenga que criticar y mostrar una falta, debe hacerlo con la cortesía que nunca quiere herir. Debe ser idóneo para enseñar; debe no sólo conocer la verdad, sino también ser capaz de comunicarla, y eso lo hará no tanto hablando acerca de ella como viviendo de tal manera que muestre a Cristo a los demás. Debe ser comprensivo; como su Maestro, si le insultan, no debe devolver los insultos; debe poder aceptar insultos e injurias, desprecios y humillaciones, como los aceptó Jesús. Puede que haya pecados mayores que las susceptibilidades, pero no los hay que causen más daños en la Iglesia Cristiana. Debe disciplinar a sus oponentes con cortesía; como un cirujano, tiene que ser infalible para encontrar el punto enfermo, pero nunca causando dolores innecesarios ni por un momento. Debe amar a las personas, no someterlas a la verdad a fuerza de golpes.

La forma gramatical del verbo aquí significa "seguir huyendo". El mismo verbo griego aparece en 1Co_6:11 (Huid). Es lo que hizo el joven José frente a la tentación (Gén_39:12).
--"de las pasiones". El texto griego usa aquí el artículo definido, "las", mientras que en la lista de virtudes que sigue en este versículo no lo usa. Esto significa que Pablo se refiere a las pasiones juveniles como algo bien conocido, mientras que presenta las virtudes en el sentido de cualidades en la persona.
La palabra "pasiones" (epithumia) significa deseo desordenado, o codicia, pero no se limita a la idea de deseos sexuales. Esta palabra puede tener objetos buenos (por ej., Luc_22:15, he deseado; Flp_1:23, teniendo deseo). Pero se usa para referirse a la avaricia y codicia y cualquier otro deseo desordenado (Mar_4:19; 1Ts_4:5; 2Pe_1:4; 2Pe_2:10; 1Jn_2:15-17).
Himeneo y Fileto andaban en tales deseos, mostrando vanagloria, contención y confianza en sí mismos. Timoteo debía seguir huyendo de tales cosas.
--"juveniles". Hay deseos desordenados que son característicos para los jóvenes. Hay que guardar presente que el "joven" en la mente del griego era persona de entre 18 y 40 años de edad. Hoy en día diríamos "adulto joven".   Las "pasiones juveniles", en este contexto, tienen que referirse a tales como las que demostraban Himeneo y Fileto, al ocuparse en profanas y vanas palabrerías (v. 16).
--"y sigue". Literalmente, perseguir, o proseguir. Es verbo más fuerte que sencillamente "seguir". Este verbo griego aparece en Rom_9:30-31 (iban tras); 12:13 (practicando); 1Co_14:1 (Seguid); Flp_3:12 (prosigo); 1Ts_5:15 (seguid); 1Ti_6:11 (sigue).
--"la justicia", o sea el estado de corazón que se armoniza con lo que es justo, santificado e inocente.
--"la fe", o sea la fidelidad en el cumplimiento de los deberes.
--"el amor", o sea la actitud de corazón que busca el bien del amado.
--"y la paz", que resulta de proseguir las demás virtudes mencionadas. Rom_14:19; Heb_12:14; Sal_34:14; 1Pe_3:11. Se hace contraste con lo del v. 14 (la contención).  La persona de paz no es contenciosa (v. 24). No se ocupa en la contención personal.
 Tres de las virtudes mencionadas en este versículo (la justicia, la fe, el amor) se mencionan en 1Ti_6:11, nada más que allí se agregan la paciencia y la mansedumbre, y aquí se agrega  la paz.
Ahora el "huir de las pasiones juveniles" de este versículo se contrasta con el "seguir" de las virtudes mencionadas.
--"con los de corazón limpio". Timoteo, dice Pablo, prosiga estas virtudes en compañía de los demás cristianos. El "corazón" aquí representa a toda la persona guiada por la mente que es según Cristo (Flp_2:5; Rom_8:1-39).
Es corazón "limpio" porque se ha aparado de la iniquidad (v. 19) y se ha limpiado de las cosas viles, o de las personas inútiles para el Señor (v. 21).
--"invocan al Señor". Aquí es epikaleo, palabra compuesta de "epi", sobre, y "kaleo", llamar. Significa llamar sobre para sí mismo, o en favor de uno mismo. Aparece en Hch_2:21; Hch_9:14; Hch_22:16; Rom_10:12-14; 1Co_1:2.  
Aquí se hace referencia a todo cristiano. El cristiano tiene que "limpiarse" (v. 21) de personas y cosas, para luego "perseguir" ciertas cosas. Para ser vasos para usos honrosos, es necesario hacer las dos cosas. No basta sencillamente limpiarse de algo malo.

¡Maranata! ¡Sí, ven Señor Jesús!

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