2 Crónicas
15; 2
y salió
al encuentro de Asa, y le dijo: Oídme, Asa y todo Judá y Benjamín: Jehová
estará con vosotros, si vosotros estuviereis con él; y si le buscareis, será
hallado de vosotros; mas si le dejareis, él también os dejará.
Sabiamente, Asa dio la
bienvenida a la gente que tenía una relación íntima con Dios, y escuchó sus
mensajes. Azarías pronunció una advertencia importante a los ejércitos y los
alentó a permanecer cerca de Dios. Mantenga el contacto con gente que esté
llena del Espíritu de Dios, y conocerá el consejo de Dios. Con regularidad,
pase tiempo comentando y orando con aquellos que pueden ayudarle a explicar y
aplicar el mensaje de Dios.
Fue una gran alegría
para Israel que tuvieran profetas entre ellos; sin embargo, mientras eran así
bendecidos, eran extrañamente adictos a la idolatría, mientras que, cuando el
espíritu de profecía había cesado bajo el segundo templo, y se completaba el
canon del Antiguo Templo (que se leía constantemente en sus sinagogas), eran
puro de la idolatría; porque las Escrituras son de todas las otras la palabra
de profecía más segura, y la más efectiva, y la iglesia no podría ser impuesta
tan fácilmente por una Biblia falsificada como por un profeta falsificado. Aquí
se envió un profeta a Asa y su ejército, cuando regresaron victoriosos de la
guerra con los etíopes, no para felicitarlos y felicitarlos por su éxito, sino
para acelerarlos en su deber; Este es el asunto apropiado de los ministros de
Dios, incluso con los príncipes y los hombres más grandes. El Espíritu de Dios
vino sobre el profeta, tanto para instruirle lo que debería decir como para
permitirle decirlo con claridad y audacia. Les dijo claramente en qué términos
estaban de pie con Dios. Que no piensen que, habiendo obtenido esta victoria,
todo era suyo para siempre; No, él debe hacerles saber que estaban en su buen
comportamiento. Que hagan bien, y les irá bien, de lo contrario no. El Señor está contigo mientras tú estás con
él. Esto es tanto una palabra de consuelo, que aquellos que se mantienen cerca
de Dios siempre tendrán su presencia con ellos, y también una palabra de
advertencia: "Él está contigo, mientras tú estás con él, pero ya no; ahora
tienes un señal de su presencia favorable contigo, pero su continuidad depende
de tu perseverancia en el camino de tu deber ''. "Si lo buscas, se te
encontrará. Desea sinceramente su favor y apunta a él, y lo obtendrás. Ora y
prevalecerás. Él nunca dijo, ni lo hará," Búscame en vano ". ''
Hebreos 11: 6. Pero, "Si usted lo abandona a él y a sus ordenanzas, él no
está vinculado a usted, pero ciertamente lo abandonará, y luego se deshace, sus
triunfos actuales no serán una seguridad para usted ; ¡Ay de ti cuando Dios se
vaya! '' Puso ante ellos la peligrosa consecuencia de abandonar a Dios y sus
ordenanzas, y que no había forma de que se corrigieran las quejas, sino
arrepentirse y regresar a Dios. Cuando Israel abandonó su deber, fueron
superados por un diluvio de ateísmo, impiedad, irreligión y toda irregularidad y
fueron continuamente avergonzados con guerras fastidiosas y destructoras,
extranjeras y domésticas,
Lucas 11; 9
Y yo os
digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.
En este texto Jesús nos
enseña cómo orar. Ahora insiste en que aprovechemos este gran privilegio. Jesús
no dice "rezar", sino "pedid". Hay mucha diferencia entre
el rezar y el orar. No hay virtud alguna en recitar o leer oraciones. Lo que
agrada a Dios es el pedir, buscar y llamar. La ley de Cristo contiene
enseñanzas bien difíciles para nosotros a menos que nuestro corazón esté
completamente sumiso a la voluntad de Dios. Es necesario que haya cambio de
corazón y de vida. ¿Cómo es posible hacer estos cambios? " Pedid...
buscad... llamad". Debemos llevar todo problema a Dios en oración. Si
estamos resueltos a hacer la voluntad de Dios, si estamos resueltos a cooperar
con la oración (poner nuestra parte), y si comprendemos que urgentemente
necesitamos de la ayuda de Dios, Él nos oirá.
¿Por qué pedir si no hay milagros ahora? Aun en el primer
siglo cuando sí se hacían milagros, muchas peticiones no requerían no esperaban
milagros. Por ejemplo: Mat_9:38; Mat_24:20; Rom_1:9; 1Ts_3:10; Flm_1:22;
Rom_10:1.
¿Qué cosas debemos
pedir?
Mat_6:10, debemos pedir por el reino. En aquel
entonces el reino se había acercado (Mat_3:2; Mat_4:17), y los discípulos de
Jesús fueron enseñados a orar, "Venga tu reino". El reino vino (se
estableció) en el día de Pentecostés (Hch_2:1-47). Ahora debemos pedir por el
reino, de que se extienda por medio de la predicación del evangelio y por la
fidelidad de los que se trasladan al reino (Col_1:13).
Mat_6:10, debemos pedir, "hágase tu
voluntad, como en el cielo, así también en la tierra". Esta petición es
semejante a la primera -- la de pedir por el reino -- porque Dios reina sobre
los que hacen su voluntad. No conviene decir, "hágase tu voluntad" si
no estamos dispuestos a hacer su voluntad. Los únicos que agradan a Dios son
los que hacen su voluntad (7:21; 12:50).
Mat_6:11, " El pan
nuestro de cada día, dánoslo hoy". Esta petición indica que reconocemos
nuestra completa dependencia de Dios, y que "él es quien da a todos vida y
aliento y todas las cosas" (Hch_17:25).
Mat_6:12, "
perdónanos nuestras deudas" (pecados, Luc_11:4). Los "pobres en
espíritu" (5:3) reconocen que han pecado y que urgentemente necesitan del
perdón de Dios.
Mat_6:13, " no nos
metas en tentación, mas líbranos del mal". Reconocemos que sin la
dirección y ayuda de Dios sería imposible andar en el camino angosto. Al mismo
tiempo recordamos que Jesús nos dice, "Velad y orad, para que no entréis en
tentación" (26:41). En todas estas súplicas ponemos nuestra parte,
cooperando con nuestra oración.
Stg_1:5, "Y si
alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos
abundantemente y sin reproche, y le será dada". Pedimos la sabiduría para
ayudarnos a resolver los problemas de la vida y para tomar buenas decisiones en
todos los asuntos importantes de la vida que afectan la familia, la iglesia, el
empleo, etc.
Pedimos muchas otras
cosas. También pedimos el consuelo en los tiempos difíciles, pedimos el valor
para trabajar eficazmente en su servicio, en fin, pedimos todas aquellas cosas
que nos ayudan a crecer y madurar en su servicio y ser transformados a la
semejanza de Cristo (Rom_8:29; 2Co_3:18; Gál_4:19).
"Porque todo aquel
que pide, recibe".
¿Promete Jesús que
todos los que piden recibirán incondicionalmente lo que piden? Desde luego que
no, porque hay varios requisitos para que nuestra oración sea aceptable ante
los ojos de Dios. Compárese Hch_16:31, "Cree en el Señor Jesucristo, y
serás salvo, tú y tu casa". Los evangélicos citan este texto y dicen que
el creer es la única condición o requisito de la salvación, pero no es cierto
como el ver. 34 hace claro, porque esa misma hora de la noche fueron bautizados
el carcelero y su casa. El que pide y el que cree deben cumplir con los
requisitos (mandamientos) de Dios.
Por ejemplo, Stg_1:5 dice, "Pero pida con
fe, no dudando nada". El pedir solo no logra nada (como la fe sola no
logra nada, Stg_2:24; Stg_2:26).
Mat_5:6, Jesús dice, "Bienaventurados los
que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados". Si
alguien pide algo pero no tiene hambre y sed de justicia, Dios no oirá su
oración (no serán "saciados). Dios no acepta la insinceridad; no quiere oraciones
que no son del corazón, sino simplemente de la boca. Los que son de doble ánimo
no recibirán nada del Señor (Stg_1:7-8). Por eso decimos que Jesús no promete
que todos los que piden algo lo recibirán incondicionalmente.
Stg_4:3, "Pedís, y
no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites". El
egoísmo destruye la eficacia de la oración.
1Jn_3:22, "Y
cualquiera cosa que pidiéremos la recibiremos de él, porque guardamos sus
mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de él".
1Jn_5:14, "Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna
cosa conforme a su voluntad, él nos oye".
¿Qué implica la palabra
"pedir"?
Indica que el orar no es un rito o ceremonia
(no es rezar), sino es "pedir", en el sentido ordinario de la
palabra.
Implica que somos dependientes de Dios, que
estamos necesitados de sus bendiciones y favores. "Fíate de Jehová de todo
tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia" (Pro_3:5). ¿Qué pidió
el fariseo de Luc_8:11-12? No pidió nada y no dio gracias, sino que solamente
quería hablar de su propia "justicia".
Implica que no confiamos en cosas materiales
(Mat_6:19-34), sino en la providencia de Dios. Pedimos a Dios en lugar de
confiar en lo que tengamos o en lo que podamos hacer. Los que no conocen a Dios
confían en varias cosas: la educación, la preparación para algún oficio o
profesión, las inversiones, los ahorros, las posesiones, la buena salud, la
fuerza física, en el poder político o financiero, la popularidad con la gente,
etc.
El "pedir" implica la humildad y
sinceridad.
Implica comunión con Dios, porque pedimos como
hijos de Dios y El nos oye y ayuda como nuestro Padre
¿Qué implica la palabra "buscar"?
Implica la oración sincera e intensa. "Y
volví mi rostro a Dios el Señor, buscándole en oración y ruego..."
(Dan_9:3).
Implica el esfuerzo personal. Mat_6:33,
"Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia".
Implica que sinceramente cooperamos con
nuestra oración (que ponemos nuestra parte). Cuando oramos por el reino, nos
ocupamos en los asuntos del reino para que avance. Cuando oramos "hágase
tu voluntad", nos esforzamos por hacerla e insistir en que otros la hagan.
Cuando pedimos el pan, trabajamos para aprovechar las provisiones hechas por
Dios (El "pone los medios"). Antes de pedir el perdón, perdonamos a
otros. Cuando pedimos que Dios no nos meta en tentaciones, las evitamos y
huimos de ellas. Cuando pedimos la sanidad, hacemos todo lo posible por
aprovechar la ayuda de médicos y medicina, que son bendiciones de Dios. Cuando
pedimos el crecimiento espiritual, ponemos nuestra parte, estudiando la Biblia
y siendo miembros activos de la iglesia.
¿Qué implica la palabra "llamar"?
Implica la perseverancia en la oración,
Luc_11:5-8; Luc_18:1-5. Ejemplos de esto son: Abraham, Gén_19:32; Elías,
Stg_5:16-18; la mujer cananea, Mat_15:27; Pablo, 2Co_12:8; y Jesús, Mat_26:44.
La perseverancia en la oración se enseña en
muchos textos: 1Ts_5:17; Col_4:2; Rom_12:12.
El desaliento nos destruye espiritualmente. El
diablo no tiene que seducirnos a cometer fornicación, etc. para destruirnos,
porque basta con desanimarnos. Por eso Jesús nos enseña "la necesidad de
orar siempre y no desmayar" (Luc_18:1). 2Co_4:1; 2Co_4:16, "no
desmayamos".
"Recibe... halla... se le abrirá".
El que cumple con los requisitos de la oración
aceptable nunca quedará decepcionado cuando pide a Dios. Véanse Deu_7:9;
Jos_21:45; 1Re_8:56; Neh_1:5.
Dios contesta nuestras
oraciones en varias maneras: en primer lugar, tenemos la plena seguridad de que
Él nos oye si estamos en comunión con El, y que El nos ama y quiere ayudarnos y
bendecirnos. No siempre concede lo que pedimos (2Co_12:8), pero siempre nos da
lo que pedimos o algo mejor que lo que pedimos (lo que es espiritualmente mejor
para nosotros).
¡Maranata!
¡Sí, ven Señor Jesús!
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