2 Timoteo 4; 1-3
Te encargo solemnemente, en la presencia de Dios y de Cristo
Jesús, que ha de juzgar a los vivos y a los muertos, por su manifestación y por
su reino:
Predica la palabra; insiste a tiempo y fuera de tiempo;
redarguye, reprende, exhorta con mucha paciencia e instrucción.
Porque vendrá tiempo cuando no soportarán la sana doctrina, sino
que teniendo comezón de oídos, acumularán para sí maestros conforme a sus
propios deseos;
Pablo sabe que no va a ser libertado esta vez, sino que el fin de su carrera
terrenal ha llegado (v.6). Por eso ahora da a Timoteo este solemne encargo
final.
Es
decir, solemnemente te encargo (como estando yo en la presencia de Dios y de
Jesucristo, y en vista de tres cosas: 1. del juicio venidero de parte de
Cristo, 2. de la primera venida de Cristo a este mundo y su obra en él, 3. del
reino, o iglesia, de Cristo que él estableció). Este encargo se da en el
versículo siguiente: “que prediques la palabra”.
--”delante de Dios y del Señor
Jesucristo”. El caso es serio, pues el ojo de ellos nos
mira.--”que ha de juzgar a los vivos y a los muertos”. Los
juzgará en el “día postrero” (Jua_6:39-40), cuando suceda la resurrección de
todo el mundo de una vez (Jua_5:28-29). No va a haber un supuesto período de
mil años antes de la segunda venida de Cristo (Heb_9:28) y la resurrección de
los malos para el juicio final, según afirman los premilenaristas.
--”en su manifestación
(epiphaneia)”. Debe decirse: “por su manifestación y por su reino. Sobre la
palabra “manifestación” (aparición, venida), Es en parte en vista de la obra
que hizo Jesucristo en su primera aparición, o venida a este mundo, que Pablo
ahora solemnemente encarga a Timoteo.
--”y en su reino”,
o más bien, por su reino. El reino de Cristo es la iglesia de Cristo
(Mat_16:18-19; Col_1:13; Heb_12:28). La iglesia, o sea el conjunto de los
salvos, es el único pueblo en el mundo que de corazón se somete a la voluntad
del Rey, Jesucristo. Ahora, en parte en vista de este reino Pablo está para
encargar a Timoteo que predique la palabra (ver. 2). Lo que logró el
establecimiento de la iglesia (la predicación de la palabra) es lo que debe
seguir predicándose para la salvación de otros ahora y para confirmar la fe de
los salvos.
Algunos
comentaristas aplican esta “manifestación” a la segunda de Cristo (Heb_9:28) y
dicen que entonces él establecerá su reino, pero no es así. Cristo reina ahora,
y en la segunda venida va a entregar el reino a Dios (1Co_15:23-26). Ellos se
basan en la traducción, “en su manifestación y en su reino”, como si se dijera,
“cuando venga la segunda vez y luego establezca su reino’. Pero la traducción
correcta no es “en”, sino “por”. (Aunque fuera correcta la traducción “en”,
siempre las conclusiones que los premilenaristas sacan son antibíblicas porque
contradicen muchos otros pasajes claros de la Biblia).
El ver. 1 da la base del encargo que ahora sigue: el de predicar la palabra.
La razón en particular de por qué hacerlo se da en el ver. 3.
“que prediques“.
El verbo griego es kerruso, que significa ser un heraldo, uno que proclama
públicamente (y sin miedo) (Mat_10:27). En Rom_10:14 aparece la palabra griega
en forma de sustantivo (predicador, “quien les predique”), y en el versículo 15
en forma verbal (“predicarán”, o proclamarán).
--”la palabra”
(griego, logos). Este versículo se conecta estrechamente con 3:14-17. La razón
de por qué predicar la palabra es que ella ha sido inspirada y es totalmente útil
para sus propósitos (3:16,17).
Aquí
el término “palabra” se refiere a todo el mensaje del Nuevo Testamento, o sea,
la doctrina de Cristo (2Jn_1:9), porque Pablo en este mismo versículo dice que
Timoteo deber hacer eso por medio de emplear doctrina. Se refiere al evangelio
de Cristo. Así se usa en Gál_6:6 y en 1Ts_1:6. En Hch_13:5; Hch_13:7 lo que se
llama “la palabra” (logos), en el ver. 8 se llama “la fe”, en el 10 se llama
“los caminos del Señor”, y en el 12 se llama “la doctrina del Señor”.
Comenzando
con la década de los 60 los hermanos que promueven la unidad con hermanos
liberales, y ahora aún con los sectarios, hablan mucho acerca del “evangelio
núcleo” (en inglés, “core gospel”). Creen hallar en 1Co_15:3-4 el referido
núcleo: la muerte, la sepultura, y la resurrección de Jesucristo. Promueven la
Nueva Versión Internacional, porque ella en el ver. 3 dice, “como algo de mayor
importancia” (y en inglés, “como de primera importancia”). Para ellos el
llamado “evangelio núcleo” es lo que sí importa, y aquello de “doctrina”, no.
(Sobre ella puede haber diversidad, dicen). Ahora, se afirma que puede haber
unidad con todo el mundo que profese creer en el “evangelio núcleo”, no
importando las diferencias de doctrina (prácticas).
También
estos mismos señores, como han fabricado una diferencia artificial entre
“evangelio” y “doctrina”, afirman que el evangelio se predica, y que la
doctrina se enseña. Dicen que no se predica doctrina, que no se enseña el
evangelio, que el evangelio se predica a los inconversos, y que la doctrina se
enseña a los cristianos.
Pero
según este versículo que estamos comentando, Pablo manda a Timoteo que
“predique”. ¿Qué cosa le manda predicar? ¿El “evangelio núcleo”? Pablo dice,
“la palabra”. Además, dice que al hacerlo hay que redargüir y reprender,
¡haciendo uso de “ doctrina ”! Esta doctrina es la “sana doctrina” y “la
verdad” . Pablo no sabía nada acerca del llamado “nuevo movimiento de unidad”.
No podemos tener comunión con quien no traiga cierta doctrina, la de Cristo
(2Jn_1:11). Pablo, al tratar de “doctrina” no dijo, “enseñar”, sino “predicar”.
Notemos
estos ejemplos bíblicos de predicadores y de lo que predicaron:
1. Noé (2Pe_2:5; Gén_6:12).
2. Jonás (Mat_12:41; Jon_3:4).
3.
Juan el bautizador (Mat_3:1-2; Jua_1:29).
4. Felipe (Hch_8:5; Hch_8:12; Hch_8:35).
¿Predicaron
solamente algún “evangelio núcleo”?
--”que instes”.
El vocablo griego significa estar listo, presente en su lugar, estar en pie a
su altura, tomar una posición, perseverar o mantenerse en ello.
--”a tiempo y fuera de tiempo”.
Las dos palabras griegas aquí forman un juego de palabras: eukairos, y akairos.
Literalmente, significan “buen tiempo”, y “no tiempo”. Lacueva dice, “a tiempo,
a destiempo”.
La
primera de las dos (que son adverbios) se emplea en Mar_14:11 (oportunidad),
pero como adjetivo se emplea en 6:21 (oportuno) y en Heb_4:16 (oportuno). Como
sustantivo se ve en Mat_26:16 (oportunidad). Como verbo la vemos en 1Co_16:12
(tenga oportunidad).
La
segunda palabra se encuentra solamente aquí.
Hay
que predicar la palabra cuando conviene, y cuando no; si es cosa bienvenida, o
no. No se debe preguntar: ¿es oportuno ahora predicar la palabra? Todo tiempo y
lugar son oportunos para predicar la palabra (y no solamente los domingos en el
local de las reuniones). ¡Seguramente Satanás no espera “tiempo oportuno” para
hacer lo suyo!
--”redarguye”.
Aquí la palabra es elegcho. La palabra inspirada es útil para esto mismo. Se
significa convencer, refutar, poner en evidencia. En 3:16 dice Lacueva, “para
reproche”. Hay que censurar el pecado o el error en la persona. Esto se
involucra en el “predicar la palabra”.
--”reprende”,
epitimao = acusar de mal, censurar. La palabra griega se emplea en Jud_1:9 (el
Señor te “reprenda”). Ella se puede ver empleada en Mat_8:26 (reprendió);
Luc_17:3 (repréndele). Esto también se involucra en “predicar la palabra”. --”exhorta”. Hay casos que demandan que se ruegue, o se consuele,
para que la persona haga lo que ha aprendido de la palabra predicada. La
palabra griega en este caso se emplea en Rom_12:1; Rom_12:8 (ruego, exhorta).
--”con toda”.
Esta palabra va con “paciencia” y con “doctrina”. Al predicar la palabra, hay
que instar a tiempo y fuera de tiempo, hay que redargüir, reprender y exhortar,
y esto con toda paciencia y toda doctrina.
--”paciencia”.
(longanimidad). La obra arriba mencionada tiene que ser acompañada de la
longanimidad y constancia. Teniendo paciencia, el evangelista fiel predica la
palabra, haciendo las cosas arriba especificadas. Está bien motivado, y persevera
en su deber como predicador.
--”y doctrina”.
Aquí la palabra griega es didaken y se emplea en Tit_1:9. En Tit_1:9 la
traducción debe ser: “reteniendo la palabra fiel que es conforme a la doctrina”.
Nótese
que en 2Ti_3:10; 2Ti_3:16 (doctrina, enseñar) la palabra griega es muy
semejante, didaskalia.
Muchos
hoy en día, aun en la hermandad liberal, dicen que “no queremos doctrina, no
queremos dogma; predíquenos solamente el evangelio”. Los tales vienen a ser
víctimas “llevados por doquiera de todo viento de doctrina” (Efe_4:14) como ésa
del llamado “evangelio núcleo” que es para poder comulgar aun a los sectarios.
El grito popular de los liberales es que vivimos en tiempos de cambio; que la
cultura dicta que cambiemos, que si no, moriremos. Pero el predicador fiel hace
caso omiso de todo aquello (pues es una táctica de intimidación), y presta
atención a lo que aquí dice Pablo, el apóstol inspirado. Persevera en predicar
la palabra, con toda paciencia y doctrina, reprendiendo a los liberales que se
interesan más en unirse con sectarios que en retener la forma (el patrón) de
las sanas palabras (1:13).
-- “Porque”. Pablo ahora da la razón
de por qué hacer lo que mandó en el versículo anterior. Hay que aprovecharse
del presente al máximo, antes de que llegue el tiempo aquí profetizado.
--”vendrá tiempo”.
Sobre la palabra “tiempo” (kairos). Sobre esta profecía, 2Ts_2:3; 1Ti_4:1;
2Ti_3:1; 2Ti_3:13. El referido tiempo es un fenómeno repetido en diferentes épocas.
el mundo no cambia; sino la iglesia. Siempre
habrá apostasías, porque siempre habrá quienes se apartan de la sana doctrina.
(Pero siempre habrá también un remanente fiel).
”cuando no sufrirán”, o no aguantarán,
no tolerarán. Este verbo en griego aparece en 2Co_11:1; 2Co_11:4 (toleraseis,
toleráis), en Col_3:13 (soportándoos), y en Heb_13:22 (soportéis). La Ver. RVA.
dice, “cuando no soportarán”. Leamos Amó_7:10, y también la respuesta de Amós,
ver. 14-17.
--”la sana doctrina”.
Pablo no se refiere a la enseñanza en general,
sino en particular a la doctrina que es sana. La sana doctrina no tiene defecto
alguno; es de cabal salud. De su inspiración y utilidad Pablo acabó de hablar
(3:16,17). En cambio la doctrina de los hombres contamina, enferma, y aleja de
Dios. La gente quiere una doctrina que les deje cómodos en sus pecados y
errores, y en su búsqueda de sus propias filosofías que son según la cultura
moderna. Tal doctrina es todo menos sana.
”sino que teniendo comezón de oír
(griego, akoe)”. El Interlineal de Lacueva dice, “sintiendo comezón en el
oído”. “Teniendo comezón en las orejas”, dicen las versiones Mod., ASV, JTD. La
palabra griega akoe es sustantivo. Se usa en diferentes maneras: el oír
(1Co_12:17); lo que es oído, o sea instrucción (Rom_10:16); un rumor, o fama
(Mat_4:24); y la oreja misma (Mar_7:35, y aquí en esta frase que estamos
comentando).
Pablo
habla de hermanos en la fe que desean que se les hagan cosquillas en los oídos,
o se los rasquen. Buscan quienes les halaguen, diciéndoles lo que quieran oír.
--”se amontonarán maestros”.
En el texto griego este verbo se encuentra solamente aquí, aunque en 3:6
(cargadas) aparece uno similar.
De
la demanda se origina la oferta. Siempre habrá en abundancia lo que la gente
busque. (Hay predicadores “asalariados”, en el sentido de conformarse a la
demanda de parte de quienes les sostienen. No tienen convicción). Los hermanos
espirituales siguen celosamente las enseñanzas inspiradas por el Espíritu
Santo, 1Co_2:15; Rom_8:1; Gál_5:16, mientras que los hermanos carnales buscan
la novedad. --”conforme a sus propias concupiscencias”.
Ellos oyen solamente lo que satisface sus concupiscencias. Habiendo dejado la
sana doctrina, estos cristianos profesos buscan maestros que piensen como
ellos. Isa_30:10; Jer_5:31; Ose_4:6-10;
Rom_16:18.
Hay
personas que llegan a la casa de oración solamente para oír, pero no para
aprender. Hacen caso del sonido, pero no de la substancia. Se deleitan en la
novedad y en la aceptación de la cultura actual, y buscan la paz para su
conciencia atribulada sin hallarla porque quieren continuar en sus errores y
pecados. Jer_6:14; Jer_8:11.
El
mundo no cambia, pero ¡la iglesia sí cambia! Los de la iglesia que hoy en día
promueven la llamada “nueva hermenéutica” critican y menosprecian la sana
doctrina, el patrón del Nuevo Testamento, la iglesia, y el bautismo para perdón
de los pecados, mientras abogan fuertemente por “la expansión del papel de la
mujer en la iglesia”, la comunión con las iglesias sectarias, y el
subjetivismo. Es lo que muchos quieren oír, y buscan maestros conforme a sus
concupiscencias que les enseñen de esa manera. Lo que Pablo aquí dice a
Timoteo, respecto al tiempo que vendría, es un tiempo que se repite muchas
veces en la historia del pueblo de Dios.
¡Maranata! ¡Sí, ven Señor Jesús!
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