} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: 11 Junio: Meditando la Palabra de Dios en la Biblia.

lunes, 11 de junio de 2018

11 Junio: Meditando la Palabra de Dios en la Biblia.




Hechos 20; 24
Sin embargo, considero que mi vida carece de valor para mí mismo, con tal de que termine mi carrera y lleve a cabo el servicio que me ha encomendado el Señor Jesús, que es el de dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios.

  No podemos hacer un análisis completo de un discurso de despedida tan emotivo, pero hay cosas que resaltan en él. Pablo había entregado su vida al Señor y, por eso, el futuro de esa vida estaba en manos de Él. Por lo tanto, para Pablo era más importante predicar el evangelio que salvar su propia vida. La vida de Pablo era preciosa -- preciosísima -- pero no para él mismo, sino para Cristo y el evangelio. Lo que él dice aquí bien ilustra Mat_16:25, "Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará". No hay mejor ilustración de esta enseñanza que la vida de Pablo.
Lo primero es que Pablo dice ciertas cosas acerca de sí mismo:
(i) Había hablado sin miedo. Les había comunicado todo el plan de Dios sin buscar ni la admiración ni el favor de nadie.
(ii) Había vivido independientemente. Había cubierto sus necesidades y las de sus compañeros con su trabajo, y aun había podido ayudar a los necesitados.
(iii) Había afrontado el futuro con nobleza. Era cautivo del Espíritu Santo, y en esa confianza se arriesgaba a lo que el futuro le tuviera reservado.
Pablo exhorta a sus amigos.
(i) Les recuerda su deber. Eran los encargados del rebaño de Dios. Esa no era una obligación que ellos habían elegido, sino para la que habían sido elegidos. Los siervos del Buen Pastor tienen que ser buenos pastores del rebaño.
(ii) Les recuerda los peligros. El contagio del mundo siempre amenaza. Donde está la verdad, la falsedad ataca. Tendrían una guerra constante para mantener intacta la fe y la iglesia pura.
En toda la escena se respira un afecto tan profundo como puede albergar el corazón humano. Ese sentimiento debería estar presente en todas las iglesias; porque cuando muere el amor la obra de Cristo no puede más que secarse.

Efesios 5; 2
 y lleven una vida de amor, así como Cristo nos amó y se entregó por nosotros como ofrenda y sacrificio fragante para Dios.

Por encima de todo, el cristiano debe imitar el amor y el perdón de Dios. Pablo usa una frase típica del Antiguo Testamento: " aroma de perfume,» que se remonta a una idea muy antigua, tanto como el sacrificio mismo. Cuando se ofrecía un sacrificio en el altar, el olor de la carne quemada subía al cielo, y el dios al que se le ofrecía el sacrificio se suponía que se deleitaba con ese olor. Un sacrificio que tuviera el aroma de un perfume era especialmente agradable y aceptable al dios al que se le ofrecía.
Pablo toma la frase que el tiempo había consagrado --casi cincuenta veces aparece en el Antiguo Testamento- y se la aplica al Sacrificio que Jesús Le presentó a Dios en la Cruz.
El Sacrificio de Jesús Le fue sumamente agradable a Dios.
¿Cuál fue ese Sacrificio? Fue una vida de perfecta obediencia a Dios y de perfecto amor a los hombres; una obediencia tan absoluta y un amor tan infinito que aceptaron la Cruz. Lo que dice Pablo es: «Seguid el ejemplo de Dios. Eso lo podéis hacer solamente amando a los hombres con el mismo amor sacrificial con que nos amó Jesús, y perdonándolos por amor como ha hecho Dios con nosotros.»

El amor debe ser el motivo principal de la vida. Dios es amor (1Jn_4:8). El cristiano debe andar en el amor que se demostró en el Calvario, el amor que sacrifica todo. El amor es la base de toda nuestra conducta, y de nuestro servicio a Dios. "Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo" (Luc_10:27).
Murió en nuestro lugar. Es nuestro substituto. "Todos nosotros descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros" (Isa_53:6). "Quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero" (1Pe_2:24); "para dar su vida en rescate por muchos" (Mat_20:28). Este es el mensaje del evangelio, las buenas nuevas del cielo.
         Las palabras "por nosotros" no significan meramente que Cristo nos hizo un favor, sino que El murió en nuestro lugar. El recibió la plena fuerza, todo el golpe terrible de la ira de Dios contra el pecado, El en lugar de nosotros. Lo merecimos nosotros, pero El lo sufrió, "el justo por los injustos, para llevarnos a Dios" (1Pe_3:18).
Dios se agradó del sacrificio de Cristo por nosotros. Fue aceptado para expiar nuestros pecados. Cristo es la propiciación por nuestros pecados, y por los de todo el mundo (1Jn_2:2). La palabra "propiciación" significa "cubierta", como el propiciatorio, la cubierta del arca del pacto donde se rociaba sangre para expiar los pecados del pueblo de Israel.
         La expresión empleada por Pablo aquí ("ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante" nos recuerda de tales textos como Lev_1:9; Lev_1:13; Lev_2:3; Lev_2:9; Lev_2:12; Lev_2:16; Lev_4:21, etc. También en Gén_8:21 "Y percibió Jehová olor grato" cuando edificó Noé un altar... y ofreció holocausto en el altar".
         Los sacrificios y ofrendas espirituales que Dios desea de su pueblo ahora se mencionan en: Flp_4:18, la ayuda que los filipenses dieron a Pablo, "olor fragante, sacrificio acepto, agradable a Dios"; Heb_13:15-16, "ofrezcamos... sacrificio de alabanza... fruto de labios... y de hacer bien y de la ayuda mutua... de tales sacrificios se agrada Dios"; y 1Pe_2:5, "ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de Jesucristo".

¡Maranata!¡Ven pronto mi Señor Jesús!


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