} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: 1 Junio: Meditando la Palabra de Dios en la Biblia.

viernes, 1 de junio de 2018

1 Junio: Meditando la Palabra de Dios en la Biblia.




 Salmo 18: 6
En mi angustia invoqué al SEÑOR, y clamé a mi Dios; desde su templo oyó mi voz, y mi clamor delante de Él llegó a sus oídos.

La eficacia particular de la oración al enfrentar la crisis reside en que va dirigida al Dios del pacto (Señor), conocido íntimamente (Mi Dios), que se hace accesible (templo) y me escucha personalmente. Siempre invocamos a Dios con una actitud de reverencia y de alabanza, pues él es grande y es digno de tal adoración. Esto también evita que caigamos en una actitud de pensar en Dios como nuestro siervo, que tiene que hacer todo lo que le pidamos. Dice Calvino: “Todos aquellos cuyas oraciones no son acompañadas con alabanzas a Dios son culpables de gemir y quejarse contra él…”
   Cuando uno está angustiado, no hay nada mejor que clamar a Dios.  El salmista está seguro de que cuando clama Dios oye. Su templo aquí, es su templo celestial. Llegó delante de él. ¡Qué maravilla! ¡No clamamos en vano! El salmista, angustiado ante el mortal peligro, invocó a Yahvé, quien le oyó desde su palacio, es decir, desde su casa en los cielos. En los salmos encontramos constantemente este contrabalanceo del peligro y la salvación obrada por Yahvé.

Salmo 4; 8

En paz me acostaré y así también dormiré; porque sólo tú, SEÑOR, me haces habitar seguro.
La gente mundana busca lo bueno, pero no el sumo bien; todo lo que quieren es el bien externo, el bien presente, el bien parcial, buena carne, buena bebida, un buen negocio, y una buena situación; pero, ¿de qué sirve todo eso? Todo bien sirve para la gestión de la mayoría de los hombres, pero el alma bondadosa no será dejada de lado. Señor, que tengamos tu favor, y haznos saber que lo tenemos, no deseamos más; déjanos satisfacernos de tu bondad y estaremos satisfechos con ella. Muchos buscan la felicidad, pero David la halló. Cuando Dios pone gracia en el corazón, pone felicidad en el corazón. Así consolado, se lamentó, pero nunca envidió ni temió al pecador más próspero. Encomienda todos sus asuntos a Dios, y está preparado para acoger bien su santa voluntad. La salvación es solo en Cristo; ¿dónde aparecerán aquellos que le desprecian como su Mediador y le insultan en sus discípulos? Que veneren y no pecar más contra el único remedio.
El testimonio de David: La oración da más gozo que el que puede dar el mundo, por medio de la paz y el vivir seguro que sólo Dios puede dar.
En la bendición  de Num_6:245 se dice: “Que Yahvé te bendiga y te guarde; que haga resplandecer su faz sobre ti y te otorgue su gracia; que vuelva a ti su rostro y te dé la paz.” Aquí, pues, la manifestación benévola del rostro de Yahvé equivale a traer como consecuencia la manifestación de su gracia y el otorgamiento de la paz. Son términos paralelos en el texto. El salmista se mueve dentro de la misma mentalidad, relacionando los bienes materiales con la manifestación radiante de Dios.
Esta manifestación radiante de la faz divina trae al corazón del fiel confiado a su providencia más alegría y felicidad que la que se tienen en los tiempos de abundancia del trigo y del mosto. Por eso, en cuanto se acuesta se entrega a un sueño reparador, pues descansa confiadamente en Dios, que vela por él. El salmista no abriga sentimientos de rencor para los que se apartan de Dios, los magnates, que eligen la ignominia (ídolos) en vez de la gloria (Yahvé), sino que, al contrario, trata de atraerlos al buen camino, presentándoles la tranquilidad y paz del que confiadamente se entrega a Dios después de haber caminado por sus sendas y haber ofrecido sacrificios de justicia
¡Maranata!¡Ven pronto mi Señor Jesús!

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