} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: 21 Junio: Meditando la Palabra de Dios en la Biblia.

miércoles, 20 de junio de 2018

21 Junio: Meditando la Palabra de Dios en la Biblia.



 Marcos 6; 30-31
Los apóstoles se reunieron* con Jesús, y le informaron sobre todo lo que habían hecho y enseñado.
   Y Él les dijo*: Venid, apartaos de los demás a un lugar solitario y descansad un poco. (Porque había muchos que iban y venían, y ellos no tenían tiempo ni siquiera para comer.)

Cuando los discípulos volvieron de su misión, informaron a Jesús de todo lo que habían hecho. Las multitudes a la expectativa eran tan insistentes que Jesús y los Suyos no tenían tiempo ni para comer; así es que Jesús les dijo a los apóstoles que fueran con Él a un lugar solitario al otro lado del lago para tener tranquilidad y descansar un poco de tiempo.
Aquí vemos lo que podríamos llamar el ritmo de la vida cristiana. La vida cristiana es un constante entrar en la presencia de Dios desde la presencia de la sociedad, y salir de la presencia de Dios a la presencia de nuestros semejantes. Es como el ritmo del descanso y el trabajo. No podemos trabajar a menos que tengamos un tiempo de descanso; y el sueño no nos vendrá a menos que hayamos trabajado hasta cansarnos.
Hay dos peligros en la vida. El primero es el peligro de una actividad demasiado constante. Ninguna persona puede trabajar sin descansar; y ninguna persona puede vivir la vida cristiana a menos que se tome tiempo con Dios. Bien pudiera ser que todos los problemas de nuestras vidas estuvieran en que no Le damos a Dios la oportunidad de hablarnos, porque no sabemos estarnos quietos y escuchar; no Le damos tiempo a Dios para recargar nuestras energías y fuerza espiritual, porque no apartamos un tiempo para esperar en Él. ¿Cómo podremos asumir las cargas de la vida si no tenemos contacto con el Que es el Señor de toda la vida? ¿Cómo podremos hacer la obra de Dios a menos que sea con las fuerzas que Dios da? ¿Y cómo podremos recibir esas fuerzas si no buscamos en tranquilidad y a solas la presencia de Dios?.
Segundo, existe el peligro de retirarnos demasiado. La devoción que no desemboca en la acción no es la verdadera devoción. La oración que no desemboca en las obras de servicio no es la verdadera oración. No debemos nunca buscar la comunión con Dios a fin de evitar la comunión con nuestros semejantes, sino para prepararnos mejor para ella. El ritmo de la vida cristiana es el encuentro alternativo con Dios en el lugar secreto y con nuestros semejantes en los diversos campos de la actividad humana.

 ¡Maranata!¡Ven pronto mi Señor Jesús!

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