Juan 10; 14-15
Yo soy el buen
pastor, y conozco mis ovejas y las mías me conocen,
de igual manera que el Padre me conoce y yo
conozco al Padre, y doy mi vida por las ovejas.
Entre los más hermosos textos de la Biblia
son aquellos que hablan de Dios como el Pastor de su pueblo: p. ej., Sal_23:1, "Jehová es mi pastor; nada me
faltará... "; Isa_40:11, "Como pastor
apacentará su rebaño; en su brazo llevará los corderos... "; Eze_34:11-16, "Porque así ha dicho Jehová el
Señor: He aquí yo, yo mismo iré a buscar mis ovejas... ".
Cuando los líderes no son fieles, el pueblo de Dios se
compara a ovejas sin pastor: Núm_27:15-17,
"Ponga Jehová... un varón sobre la congregación... para que... no sea como
ovejas sin pastor"; 1Re_22:17, "Yo vi
a todo Israel esparcido por los montes, como ovejas que no tienen pastor";
Eze_34:5, "Y andan errantes por falta de
pastor, y son presa de todas las fieras del campo, y se han dispersado"; Mat_26:31, "Jesús les dijo:... heriré al pastor,
y las ovejas del rebaño serán dispersadas".
Al pecar el pueblo de Dios se compara con ovejas
descarriadas: Isa_53:6, "Todos nosotros nos
descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino"; Jer_50:6, "Ovejas perdidas fueron mi pueblo; sus
pastores las hicieron errar, por lo montes las descarriaron; anduvieron de
monte en collado, y se olvidaron de sus rediles"; Eze_34:6,
"Anduvieron perdidas mis ovejas por todos los montes, y en todo collado
alto; y en toda la faz de la tierra fueron esparcidas mis ovejas, y no hubo
quien las buscase, ni quien preguntase por ellas"; Luc_15:4, "¿Qué hombre de vosotros, teniendo cien ovejas, si
pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la
que se perdió, hasta encontrarla?"
Lo valioso y lo precioso de una oveja se ve en
2Sa_12:2-3, "El rico tenía numerosas ovejas
y vacas; pero el pobre no tenía más que una sola corderita, que él había
comprado y criado, y que había crecido con él y con sus hijos juntamente,
comiendo de su bocado y bebiendo de su vaso, y durmiendo en su seno; y la tenía
como a una hija".
Para destacar la persecución que los apóstoles habían de
sufrir, Jesús les dice, "Yo os envío como a ovejas en medio de lobos"
(Mat_10:16).
Los
falsos pastores no conocían al que nació ciego. No se preocupaban por él cuando
"se sentaba y mendigaba" y
cuando recibió la vista solamente querían acosarle.
Jesús
podía revelar al Padre porque conocía al Padre.
La relación entre el Buen Pastor y sus ovejas es semejante
a la relación entre El y el Padre. Hay mutuo amor y comprensión. Debe haber unidad entre el pueblo de Dios como
la unidad entre el Padre y el Hijo. Él nos conoce, conoce nuestros nombres,
dónde vivimos, etc., y nosotros lo conocemos y llevamos su nombre, tenemos la
mente de Cristo, porque somos guiados por su voluntad.
Conocemos al
Señor si aprendemos su voluntad y cumplimos con la misma. Conocemos a Dios y
somos conocidos por Dios (Gál_4:9). En el Día
Final a algunos que creían que lo conocían les dirá, "Nunca os conocí;
Apartaos de mí" (Mat_7:23). "Y en esto
sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos. El que dice:
Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad
no está en él" (1Jn_2:4).
Otra vez Jesús anuncia su muerte (Mat_16:21; Mat_12:31). El amor verdadero se puede
observar en sus acciones.
Fijémonos en un
par de puntos antes de dar por concluido el estudio de este pasaje. Jesús se
describe a Sí mismo como el Buen Pastor.
Ahora bien: en griego hay dos palabras que se traducen por bueno. Está la palabra agathós, que simplemente describe la
cualidad moral de una persona o cosa que es buena; y está la palabra kalós, que añade a la bondad una
cualidad encantadora que hace a la persona que la posee atractiva y simpática.
Algunas veces decimos de alguien que es así que es una bellísima persona; no refiriéndonos, desde luego, a su
aspecto físico y exterior, sino a esas otras cualidades como la amabilidad, la voluntad de ayudar, la
paciencia con las debilidades y aun con las ofensas que tiene que sufrir- que
hacen que todo el mundo quiera ser amigo de esa persona. En este pasaje, cuando
Jesús se describe como el Buen Pastor,
la palabra que usa es kalós. En
Él hay más que eficacia y fiabilidad: hay un encanto que cautiva el alma. En la
figura de Jesús como el Buen Pastor se reflejan Su gracia y simpatía al mismo
tiempo que Su fuerza y eficacia.
El segundo punto
es el siguiente. En la parábola, el rebaño es la Iglesia de Cristo; y la
amenaza un doble peligro. Siempre es probable que el enemigo aceche desde
fuera: los lobos, los ladrones y los merodeadores; pero es igualmente probable
que los problemas se produzcan en el interior, por los falsos pastores. La
Iglesia corre un doble peligro. Siempre está bajo fuego enemigo desde fuera;
pero a menudo sufre la tragedia de una mala dirección, del desastre de pastores
que ven su vocación como una carrera y no como un camino de servicio. El
segundo peligro es, con mucho, el peor de los dos; porque, si el pastor es fiel
y bueno, se tiene una defensa fuerte frente a los ataques del exterior; pero,
si el pastor es infiel y un asalariado, los enemigos del exterior se pueden
introducir y hacerle mucho daño al rebaño. La primera necesidad esencial que
tiene la Iglesia en todos los tiempos es una dirección pastoral que siga el
ejemplo de Jesucristo.
¡Maranata!¡Ven
pronto mi Señor Jesús!
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