} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: 16 Junio: Meditando la Palabra de Dios en la Biblia.

sábado, 16 de junio de 2018

16 Junio: Meditando la Palabra de Dios en la Biblia.


  
 Mateo 11; 28

Venid a mí, todos los que estáis cansados y cargados, y yo os haré descansar

Jesús hablaba a personas que estaban tratando desesperadamente de encontrar a Dios, y tratando desesperadamente de ser buenas, pero que estaban encontrándolo imposible, y que se hallaban sumidas en el agotamiento y la desesperación.
Les dice: «Venid a Mí todos los que estáis rendidos bajo vuestras cargas.» Para un judío ortodoxo, la religión era cosa de cargas. Jesús dijo de los escribas y los fariseos: «Atan cargas pesadas e insoportables, y se las ponen a los demás sobre los hombros» (Mat_23:4). Para un judío, la religión era cosa de reglas interminables. Se vivía en una selva de normas que regulaban todas las situaciones de la vida. Se tenía que estar escuchando constantemente: "No hagas eso.»
 El judío estaba envuelto en 613 prescripciones del código mosaico, reforzadas de tradiciones sin número; la vida del fariseo era una intolerable servidumbre. El último libro de la Mishna, que comprende doce tratados, está todo entero consagrado a estas prescripciones minuciosas. Imposible dejar su casa, tomar alimento, hacer una acción cualquiera sin exponerse a mil infracciones. El temor de caer en ellas paralizaba el espíritu y anulaba el sentido superior de la moral natural. Toda la religión degeneraba en un formalismo mezquino.”   Están “fatigados” y “cargados” de toda esa seca e insoportable reglamentación.
De nuevo Jesús tiene ante su vista las mismas personas a que estaba dedicado con todo el amor: los pobres y hambrientos, los ignorantes y la gente sencilla, los apenados y enfermos. Siempre le han rodeado, le han llevado sus enfermos, han escuchado sus palabras, y también han procurado tocar aunque sólo fuera una borla de su vestido. También ha ido a ellos por propio impulso y ha comido con los desechados. Ahora llama a sí a todos ellos y les promete aliviarlos. Son como ovejas sin pastor, están abatidos y desfallecidos. Están abrumados y gimen bajo el yugo. Esta es la carga de su vida agobiada y penosa, pero sobre todo la carga de una interpretación insoportable de la ley. Esta doble carga les cansa y les deja embotados. En cambio Jesús los quiere aligerar y darles alegría. Los escribas les imponen como yugo cruel y áspero las prescripciones de la ley, como un campesino impone el yugo al animal de tiro. Los escribas convierten en una carga insoportable de centenares de distintas prescripciones la ley que fue dada para la salvación y la vida (Eze_20:13). Nadie podía cumplir tantas prescripciones; ni ellos mismos eran capaces de cumplirlas.
Hasta los rabinos se daban cuenta de eso. Hay una clase de parábola lóbrega que se pone en boca de Koré, que muestra lo impositivas y pesadas e imposibles que podían llegar a ser las demandas de la Ley: «Había una pobre mujer en la vecindad que tenía dos hijas y un campo. Cuando empezaba a arar, Moisés (es decir, la Ley de Moisés) le decía: "No debes arar con un buey y un asno juntos." Cuando empezaba a trillar, él le decía: "Dame para la ofrenda elevada, y el primero y el segundo diezmos." Ella se sometía a la ordenanza, y se lo daba todo. ¿Qué hizo entonces la pobre mujer? Vendió el campo, y se compró dos ovejas para vestirse con su lana y sacar algún provecho de los corderos. Cuando tuvieron los corderos, Aarón (es decir, el sacerdocio) vino y le dijo: "Dame los primogénitos." Ella cumplió la decisión, y se los dio: Cuando llegó el tiempo de esquilar, y se puso a esquilar sus ovejas, vino Aarón y le dijo: "Dame las primicias de la lana de las ovejas" Deu_18:4). Entonces ella pensó: "No puedo resistir a este hombre. Mataré mis ovejas y me las comeré." Cuando hizo la matanza, llegó Aarón y le dijo: "Dame la pierna, las quijadas y el cuajar." Deu_18:3). Entonces ella le dijo: "Ni siquiera matándolas estoy a salvo de ti. Pues, venga: las consagro por voto" Y entonces Aarón le dijo: "En ese caso me pertenecen enteras." Num_18:14). Y se marchó con ellas y la dejó llorando con sus dos hijos» Esta historieta es una parábola de las demandas continuas que hacía la Ley sobre las personas en todas las circunstancias de la vida. Esas demandas eran, sin duda, una carga.
   ¡Maranata!¡Ven pronto mi Señor Jesús!

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