Filipenses 4:12-13
Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y
por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así
para tener abundancia como para padecer necesidad.
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Al ir llegando al final de su carta, Pablo expresa muy
cordialmente su agradecimiento por lo que le han mandado los hermanos
Filipenses. Sabía que le habían tenido siempre presente en su mente y
oraciones, pero las circunstancias hasta el momento no les habían deparado
oportunidad para demostrárselo.
No era que no estuviera conforme con sus circunstancias,
porque había aprendido a ser independiente. Pablo emplea una de las grandes
palabras de la ética pagana (autárkés), que quiere decir totalmente autosuficiente.
Autárkeia, autosuficiencia, era la meta suprema de la ética estoica; por ella
entendían los estoicos un estado mental en el que el hombre era totalmente
independiente de todas las cosas y de todas las personas. Se proponían llegar a
ese estado siguiendo un proceso mental.
Se proponían eliminar todos los deseos. Los
estoicos creían acertadamente que la autosuficiencia no consistía en poseer
mucho, sino en desear poco: «Si queréis hacer feliz a un hombre decían-, no
aumentéis sus posesiones, sino reducid sus deseos.» A Sócrates le preguntaron
una vez quién era el hombre más rico. Contestó: "El que se contenta con
menos, porque autárkeia es la riqueza de la naturaleza.» Los estoicos creían
que la única manera de llegar a la autosuficiencia era abolir todo deseo hasta
que uno llegaba a la situación en que nada ni nadie le era esencial.
Proponían eliminar toda emoción hasta que uno llegaba a la
situación en la que dejaba de importarle lo que le sucediera a él o a ningún
otro. Decía Epicteto: " Empieza con una taza o con cualquier otro
utensilio casero. Si se te rompe, di: "No me importa." Pasa a un
caballo o a un perro doméstico; si le pasa algo, di: "No me importa."
Pasa a ti mismo, y si te haces daño o sufres de alguna manera, di: "No me
importa." Si perseveras en esta actitud, y si la mantienes en serio,
llegarás a la situación en que puedas ver sufrir y aun morir a la persona que
te sea más querida, y decir: "No me importa."" La meta de los
estoicos era abolir todo sentimiento del corazón humano.
Esto se tenía que hacer mediante un acto deliberado de la
mente que veía en todo la voluntad de Dios. Los estoicos creían que no había
absolutamente nada que pudiera suceder que no fuera la voluntad de Dios. Por
muy doloroso que fuera, por muy desastroso que pareciera, era la voluntad de
Dios. Por tanto, era inútil tratar de resistirse; uno tenía que endurecerse y
aceptar absolutamente todo.
Para llegar a la autosuficiencia, los estoicos abolían todos
los deseos y eliminaban todas las emociones. Se desarraigaba de la vida el amor
y se prohibía el interés. " Los estoicos convertían el corazón en un
desierto, y le llamaban paz.»
Vemos en seguida la diferencia entre los estoicos y Pablo.
Los estoicos decían: " Aprenderé a ser autosuficiente mediante un acto de
mi propia voluntad.» Pablo decía: " Todo lo puedo soportar gracias a
Cristo Que me infunde las fuerzas.» Para los estoicos, la autosuficiencia era
un logro humano; para Pablo era un don divino. El estoico era auto-suficiente;
Pablo era Dios-suficiente. El estoicismo fracasaba porque no era humano; el
Cristianismo triunfa porque está enraizado en lo divino. Pablo podía resistir
cualquier cosa, porque en toda situación tenía a Cristo; la persona que camina
con Cristo puede afrontar todo.
El infatigable peregrino no tuvo ninguna oportunidad de
acumular ganancias. Sólo quiere dar a entender que sabe también de la tentación
de la abundancia y que también ha aprendido a superarla. ¿Es Pablo un asceta?
¿Tiene tan magistral dominio de sí mismo? Ciertamente, era un hombre muy
impulsivo, lleno de vitalidad y fuerza de carácter. Pero él saca de otra parte
su auténtica fuerza. Otro le hace fuerte, Cristo. Sabe bien que la debilidad
del Apóstol es el medio de que se sirve Cristo para manifestar su fuerza.
Lo que no debe entenderse en la mayor latitud, y sin ninguna
limitación; porque el apóstol no era omnipotente, ni en sí mismo ni por el
poder de Cristo; ni podía hacer todas las cosas que Cristo podía hacer; pero
debe limitarse a la materia tratada: el sentido es que él podría estar contento
en todos los estados y podría saber cómo comportarse en la adversidad y la
prosperidad, tanto en la pobreza como en la abundancia; sí, puede extenderse a
todos los deberes que le incumben tanto a él como a un cristiano como a un
apóstol, a fin de ejercer una conciencia desprovista de ofensa hacia Dios y los
hombres; cuidar de todas las iglesias; a trabajar más abundantemente que otros
al predicar el Evangelio; y soportar todas las aflicciones, reproches y
persecuciones por el bien de ella; sí, podía soportar, de buena gana y
alegremente, la muerte más cruel y torturadora por causa de Cristo: todas estas
cosas que podía hacer, no con su propia fuerza, porque ningún hombre era más
consciente de su propia debilidad que él, o sabía más de lo que era impotencia
de la naturaleza humana; y, por lo tanto, siempre dirigió a los demás a ser
fuertes en el Señor y en el poder de su poder y en la gracia que está en
Cristo, de la cual él mismo siempre dependió, y mediante el cual hizo lo que
hizo; como él agrega aquí, por Cristo que me fortalece .
Las versiones en latín y etíope de la Vulgata omiten la
palabra "Cristo", y solo leen "él"; Y así, la copia
alejandrina y otros; pero intente a Cristo como aquellos que lo expresan: la
fuerza para cumplir con el deber y para soportar los sufrimientos está en
Cristo, y lo comunica a su pueblo; los fortalece con fuerza en sus almas,
internamente, como la palabra aquí usada significa; En virtud de lo cual pueden
hacer lo que él les ordene o les pida, aunque sin él no pueden hacer nada.
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