} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: 8 Enero 2019: Estudiando la Palabra de Dios en la Biblia.

martes, 8 de enero de 2019

8 Enero 2019: Estudiando la Palabra de Dios en la Biblia.


  
1 Pedro 1; 8-9
a quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso; obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas.

 El apóstol Pedro escribió esta carta para animar y fortalecer a los creyentes que enfrentaban pruebas y persecución bajo el emperador Nerón. En gran parte del primer siglo, la persecución no era la regla en todo el Imperio Romano. Los soldados no buscaban a los cristianos para torturarlos. Los cristianos, sin embargo, podían esperar persecución social y económica de tres fuentes principales: los romanos, los judíos y sus propios familiares. Todos serían mal entendidos. Algunos serían hostigados; otros serían torturados e incluso condenados a muerte.
El estado legal de los cristianos en el Imperio Romano no era muy claro. Muchos romanos seguían pensando que los cristianos eran una secta judía. Como la religión judía era legal, consideraban al cristianismo también legal, siempre y cuando los cristianos cumplieran con las leyes del imperio. Sin embargo, si los cristianos se negaban a adorar al emperador o a inscribirse en el ejército, o si participaban en disturbios civiles (tal como el que ocurrió en Efeso según Hechos_19:23ss), podían ser castigados por las autoridades civiles.
A muchos judíos no les gustaba que se les asociara en lo legal con los cristianos. Tal como lo consigna Hechos, a menudo los judíos maltrataron a los cristianos, los expulsaron de la ciudad o intentaron poner en su contra a los funcionarios romanos. Saulo, más tarde el gran apóstol Pablo, fue al comienzo un perseguidor judío de los cristianos.
Otra fuente de persecución fueron los propios familiares de los cristianos. Bajo la ley romana, la cabeza del hogar tenía autoridad absoluta sobre todos sus miembros. A menos que el hombre que dirigía el hogar fuera cristiano, la esposa, los hijos y los criados cristianos podían afrontar el sufrimiento extremo. Si eran expulsados, no hallarían sitio adonde dirigirse salvo la iglesia; si eran golpeados, ningún tribunal defendería sus derechos.
Pedro está trazando un contraste implícito entre él mismo y sus lectores. Él había tenido el privilegio inapreciable de conocer a Jesús en Su vida en la Tierra. Sus lectores no habían tenido ese gozo; pero, a pesar de eso, Le amaban; y aunque no Le veían con los ojos de la cara, creían en Él. Y esa fe les producía un gozo que trascendía la expresión y que estaba revestido de gloria, porque aun aquí y ahora les aseguraba el bienestar definitivo de sus almas.
Podemos ver cuatro etapas en la aprehensión de Cristo por nosotros.
(i) La primera es una etapa de esperanza y anhelo, la etapa de los que soñaron con la venida del Rey en todas las edades. Como Jesús mismos les dijo a Sus discípulos: «Muchos profetas y reyes desearon ver lo que vosotros estáis viendo, pero no lo vieron» (Luc_10:23 s). Hubo días de un anhelo y una expectación que no se habían realizado.

(ii) La segunda etapa fue la de aquellos que conocieron a Jesús en Su vida terrenal. Eso es lo que tiene en mente Pedro aquí. Eso era lo que estaba pensando cuando le dijo a Comelio: «Nosotros somos testigos de todo lo que Él hizo, tanto en el país de los judíos como en Jerusalén» (Hec_10:39). Hubo algunos que convivieron con Jesús, y de cuyo testimonio dependemos para saber cómo era y qué hizo.

(iii) Hay personas en todas las naciones y en todos los tiempos que ven a Jesús con los ojos de la fe. Jesús le dijo a Tomás: "¿Has creído porque Me has visto? ¡Benditos los que no han visto, y sin embargo creen!» (Juan_20:29 ). Esta manera de ver a Jesús es posible solamente porque Él no es simplemente alguien que vivió y murió y ahora no es más que el protagonista de un libro; sino que es Alguien que vivió y murió y resucitó y vive para siempre. Se ha dicho que «ninguno de los apóstoles se acordaba nunca de Cristo.» Es decir: Jesús no es sólo un recuerdo; es una Persona Que conocemos.

(iv) Está la visión beatífica. Pedro estaba seguro de que Le vería como Él es (1Jn_3:2). «Ahora dice Pablo- vemos borrosamente como en un espejo; pero entonces, cara a cara» (1Co_13:12). Si la mirada de fe permanece, día llegará en que Le veamos cara a cara, y Le conozcamos como Él nos conoce.   

           
¡Maranata! ¡Sí, ven Señor Jesús!

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