} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: 31 Enero 2019: Estudiando la Palabra de Dios en la Biblia.

jueves, 31 de enero de 2019

31 Enero 2019: Estudiando la Palabra de Dios en la Biblia.



 Lucas 10; 21
En aquella misma hora Él se regocijó mucho en el Espíritu Santo, y dijo: Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque ocultaste estas cosas a sabios y a inteligentes, y las revelaste a niños. Sí, Padre, porque así fue de tu agrado.

¿Quiénes son los “sabios y entendidos”? Los fariseos, escribas, saduceos, intérpretes de la ley, etc. ¿Quiénes son los “niños”? Los discípulos de Jesús eran “niños” en el sentido de ser humildes. Eran los “pobres en espíritu” que habían reconocido que estaban en la bancarrota espiritual y que necesitaban la salvación y, por eso, tenían hambre y sed de justicia, etc. (Mat_5:1-12).
         ¿Por qué escondió el evangelio de los sabios y entendidos y lo reveló a los niños? ¿Hace acepción de personas? ¿Es justo que Dios oculte el mensaje acerca del reino de Dios y de la salvación a algunos y revelarlo a otros? ¿Cómo se explica este texto? En primer lugar, Dios no hace acepción de personas (Hch_10:34; Rom_2:11). La invitación de Cristo es para todos (Mat_11:28-30). En segundo lugar, el mensaje de salvación fue predicado a todos. Cristo predicó de la manera más pública, en las sinagogas, en el templo, como también en el aire libre. Además, sus milagros eran públicos. Todos podían verlos o saber de ellos. Por lo tanto, Dios no escondió ni ocultó el evangelio de Cristo en el sentido de predicarlo y confirmarlo con milagros en algún rincón (Hch_26:26) solamente para los discípulos. Entonces, ¿en qué sentido escondió Dios la verdad de los sabios y entendidos? Les presentó un mensaje acerca del Mesías y su reino que no era aceptable a ellos. No querían entenderlo porque no les convenía. Tenían otro concepto del Mesías y su reino y, por causa de su prejuicio “no podían entender” la verdad. Recuérdese lo que Jesús dijo en Mat_13:10-13. Los fariseos, escribas y otros líderes habían oído la enseñanza de Jesús y habían visto sus milagros, pero teniendo ojos no veían y teniendo oídos no oían. Los humildes, habiendo oído el mismo mensaje y habiendo visto los mismos milagros, sí creían. Por lo tanto, Jesús dice, “a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos; mas a ellos no les es dado”.
Pablo explica a los corintios (1Co_1:18-23) que los “sabios y entendidos” no quieren el evangelio, porque para ellos es “locura”. ¿Quiénes aceptan el evangelio? 1Co_1:26-31. Entonces Pablo explicó cómo él predicó a Cristo en Corinto (1Co_2:3-5). Entonces, ¿quién en realidad oculta la verdad y ciega al hombre? la respuesta en 2Co_4:3-4.
         Luc_9:1-62 :”44 Haced que os penetren bien en los oídos estas palabras; porque acontecerá que el Hijo del Hombre será entregado en manos de hombres. 45 Mas ellos no entendían estas palabras, pues les estaban veladas para que no las entendiesen”. En el v. 44 Jesús les explica que El sería entregado”. ¿Por qué “les estaban veladas” “estas palabras”? Porque ellos, al igual que los demás judíos, no querían aceptar el concepto del Mesías que iba a sufrir. Estas palabras no eran veladas por el Señor, sino por el prejuicio de los discípulos. Jesús quería que entendieran: “Haced que os penetren bien en los oídos estas palabras”. Sin embargo, ellos tenían otras ideas como lo indica el siguiente versículo: “46 Entonces entraron en discusión sobre quién de ellos sería el mayor”; es decir, querían ser príncipes en un reino terrenal, como el de David y Salomón.
         Hay lecciones valiosas en este texto para todos. Los fariseos, escribas, etc. entre los judíos, o los filósofos griegos no son los únicos “sabios y entendidos” que no pueden entender el evangelio. El mundo está lleno de tales personas:
(1) los académicos, con sus doctorados y otros títulos, no pueden “entender” la creación de todo por Dios (sólo entienden la evolución)
 (2) los modernistas no pueden “entender” que la Biblia es inspirada por Dios y no pueden aceptar lo sobrenatural (milagros)
(3) los romanistas no pueden entender que su movimiento religioso es la apostasía profetizada por el apóstol Pablo (2Ts_2:1-17; 1Ti_4:1-4)
 (4) millones de mormones siguen a José Smith, y otros millones siguen al “Pastor” Russell (los testigos contra Jehová), y a docenas de otros falsos maestros que profesan seguir la fe de Cristo, y ni hablar de los millones de religiosos que ni aceptan al Dios de las Escrituras.
(5) Pero hay que agregar otro grupo de “sabios y entendidos” que no son grandes ni poderosos ante los ojos de otros. No son ricos. No tienen preparación académica. Algunos son analfabetos. Me refiero a los muchos que tienen opiniones fuertes que han recibido de parientes, amigos y otras fuentes y por eso, siendo “sabios en su propia opinión” (Rom_12:16), no reciben la verdad. Estos dicen, “Es lo que he sido enseñado y así es”; “es lo que siempre hemos creído”. Muchas de estas ideas son pura superstición, pero los dueños de estas creencias son tercos, porfiados, y no les puede enseñar nada. Aunque económicamente estos estén en los rangos bajos, se creen muy intelectuales (“sabios y entendidos”) y a ellos también Dios esconde la verdad. Recuérdese la advertencia de Pablo a los tesalonicenses (2Ts_2:10-12). Es indispensable que todos amen la verdad y que aborrezcan todo error (mentira). Es necesario tener la mente bien abierta para estudiar la palabra de Dios. Como dice Pablo (1Ts_5:21), “Examinadlo todo, retened lo bueno”.
         Los que rehúsen aceptar la verdad por cualquier motivo llegan a ser incapaces de entenderla. Les está escondida. Stg_4:6, “Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes”.

1Corintios 1; 21
Porque ya que en la sabiduría de Dios el mundo no conoció a Dios por medio de su propia sabiduría, agradó a Dios, mediante la necedad de la predicación, salvar a los que creen.   
     
      La palabra “mundo” aquí, como en el versículo anterior, es del vocablo griego kosmos, que significa el mundo desde el punto de vista de orden, el mundo físico que está pasando (1Cor 7:31; 1Jn_2:17).
         Aunque la sabiduría del ser humano es capaz de observar y descubrir muchas cosas, no puede conocer a Dios sin la ayuda de revelación de parte de Dios. Por eso en Atenas, ciudad de filósofos griegos, Pablo halló un altar con la inscripción, “Al Dios No Conocido” (Hch_17:23). Un poeta griego reconoció que todos somos linaje de Dios, pero los sabios se quedaban en ignorancia (imaginación, superstición) en cuanto a la voluntad de Dios, haciendo que la Deidad sea semejante a animales y a seres humanos (la idolatría).
         La sabiduría de Dios cuidó de que fuera así; a saber, que sin revelación sobrenatural de parte de Dios el hombre solo no pudiera conocer a Dios. El hombre depende de su Creador.
         De la misma naturaleza el hombre solo sí puede saber que Dios existe, y que debe ser adorado, y se queda sin excusa por no creerlo (Rom_1:20), pero solo no puede saber cuál es la voluntad de Dios para el hombre. Los corintios, antes de su conversión a Cristo, y dependiendo de sus filósofos, no habían podido conocer a Dios, pero ahora que el evangelio se les predicó, sí podían conocerle.
         -- agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación -- Muchas versiones se expresan así: “plugo a Dios”. Efe_1:5. Se trata del propósito eterno de Dios (Efe_3:11).
         Dios escogió que el hombre perdido fuera salvado por el contenido (mensaje) que ha de ser predicado (más bien que por la presentación misma, llamada “predicación”), mensaje que el mundo considera locura
  Lo que ha de ser predicado para la salvación del hombre pecador es el evangelio, nada más (1 Cor 23; 15:1,2; Rom_1:16). Jua_6:44-45; Rom_10:14-15. No es tanto que Felipe predicara a los samaritanos, sino que les predicó ¡a Cristo! (Hch_8:5). No es tanto que predicara al eunuco, sino le predicó “el evangelio de Jesús”. Pablo llegó a Corinto predicando una sola cosa: “a Jesucristo, y a éste crucificado”.

¡Maranata! ¡Sí, ven Señor Jesús!

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