} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: EL SIGNIFICADO DE CONVERSION

martes, 11 de enero de 2022

EL SIGNIFICADO DE CONVERSION

 

 ¿Qué significa ser convertido? Dios no quiso que el hombre pereciera en su pecado, y proveyó un remedio. En la persona de su eterno Hijo, Él tomó sobre sí nuestra naturaleza humana (en otras palabras, llegó a ser hombre), y entonces, siendo Dios- hombre, vino a ser el mediador entre Dios y los hombres. Por su muerte en la cruz por los pecados humanos, redimió a los hombres de la maldición de Dios y del poder del diablo. Esto significa que Dios el Padre y Jesucristo su Hijo han establecido una nueva ley. No como la primera ley, que ofrecía la vida eterna solo a aquellos que fueran obedientes perfectamente (cosa que ninguno hizo) y condenó a todos los que la quebrantaron (todos lo hicieron). En cambio, existe ahora lo que podríamos llamar una “ley de gracia”, una promesa de perdón y vida eterna a todos aquellos que son convertidos verdaderamente a Dios, volviéndose de sus pecados y confiando en Cristo. Es como si un rey ofreciera la amnistía a cualquier rebelde que depone sus armas y se compromete a ser un súbdito leal. Pero Dios sabía que el corazón humano era tan corrupto que dejado a sí mismo, nunca aceptaría su oferta. Entonces, Dios hizo algo más: En la persona del Espíritu Santo inspiró a ciertos hombres a comunicar este mensaje en las Santas Escrituras. Ahora, por el mismo Espíritu capacita a los pecadores para entender el evangelio y responder positivamente a su mensaje. Usted puede ver en esto, que cada una de las tres personas de la divinidad, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, están involucrados en llevar a cabo la salvación del hombre. El Padre nos creó, nos rige, nos dio su ley y nos juzgó en conformidad con esa ley; y en su misericordia nos proveyó con un redentor en la persona de su Hijo Jesucristo, y aceptó el rescate que Cristo pagó al morir en lugar de los pecadores. El Hijo vino a redimir a los pecadores viviendo una vida perfecta en obediencia a la ley de Dios, y muriendo para pagar la pena que ésta establecía; El proveyó y predicó la promesa de salvación. Juntamente con el Padre, El ha enviado al Espíritu Santo al mundo, y finalmente juzgará a toda la humanidad en base a la respuesta que den a su gracia. El Espíritu Santo causó que la Palabra de Dios fuera escrita inspirando y guiando a los autores humanos de las Santas Escrituras, y a veces confirmaba esta Palabra, dando a los escritores dones milagrosos. El continúa dando a los ministros verdaderos de la Palabra de Dios, entendimiento de su verdad y la capacidad de predicarla fielmente. Y por esta misma Palabra ilumina a los hombres y les trae a la conversión. En la misma manera que no podríamos ser criaturas racionales, si Dios el Padre no nos hubiera creado, y tampoco tendríamos acceso a Dios si Dios el Hijo no hubiera muerto por los pecadores, así también, nunca podríamos llegar a confiar en Cristo y ser salvos a menos que el Espíritu Santo nos capacitara para hacerlo. Fíjese otra vez en cómo las tres personas de la trinidad están involucradas en la salvación del hombre. El Padre envía al Hijo; el Hijo redime y anuncia el “evangelio” (las buenas noticias de lo que Él ha hecho, el mensaje que los apóstoles registraron en la Biblia, el mensaje que los verdaderos ministros del evangelio predican); y el Espíritu Santo toma la predicación fiel de la Palabra de Dios y la hace eficaz, abriendo el corazón de los hombres para recibirla. Todo esto es hecho para volver los corazones de los hombres del pecado y del “yo” y colocar sus vidas en el camino hacia el cielo, trayéndoles a confiar en Cristo, 

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