} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: EVANGELIO DE JESUCRISTO SEGÚN SAN LUCAS Capítulo 9; 10-17

jueves, 6 de enero de 2022

EVANGELIO DE JESUCRISTO SEGÚN SAN LUCAS Capítulo 9; 10-17


Capítulo 9; 10-17

 10  Vueltos los apóstoles, le contaron todo lo que habían hecho. Y tomándolos, se retiró aparte, a un lugar desierto de la ciudad llamada Betsaida.

 11  Y cuando la gente lo supo, le siguió; y él les recibió, y les hablaba del reino de Dios, y sanaba a los que necesitaban ser curados.

 12  Pero el día comenzaba a declinar; y acercándose los doce, le dijeron: Despide a la gente, para que vayan a las aldeas y campos de alrededor, y se alojen y encuentren alimentos; porque aquí estamos en lugar desierto.

 13  Él les dijo: Dadles vosotros de comer. Y dijeron ellos: No tenemos más que cinco panes y dos pescados, a no ser que vayamos nosotros a comprar alimentos para toda esta multitud.

 14  Y eran como cinco mil hombres. Entonces dijo a sus discípulos: Hacedlos sentar en grupos, de cincuenta en cincuenta.

 15  Así lo hicieron, haciéndolos sentar a todos.

 16  Y tomando los cinco panes y los dos pescados, levantando los ojos al cielo, los bendijo, y los partió, y dio a sus discípulos para que los pusiesen delante de la gente.

 17  Y comieron todos, y se saciaron; y recogieron lo que les sobró, doce cestas de pedazos.      

 

 

            El milagro descrito en estos versículos es referido mayor número de veces en los Evangelios que ningún otro de los que obró nuestro Señor. Esta repetición  no fue, sin duda, sin objeto. Se tuvo en mira llamar nuestra atención a los detalles de dicho milagro.

Por una parte, se percibe en estos versículos un ejemplo patente del poder divino de nuestro Señor Jesucristo. Alimenta una reunión de cinco mil hombres  con cinco panes y dos peces; con una provisión de viandas tan escasa que era meramente suficiente para satisfacer por un día sus propias necesidades y las  de sus discípulos, satisface el hambre de una reunión tan numerosa como una legión romana. No pudo haber engaño acerca de la realidad y magnitud de este  milagro. Fue hecho públicamente, y delante de muchos testigos. El mismo poder que al principio sacó el mundo de la nada, hizo existir alimento que antes  no había existido. Las circunstancias de todo el acontecimiento hacen imposible el fraude. Cinco mil hombres hambrientos no hubieran convenido en que  "todos se hartaron," si no hubieran tomado alimento real y verdadero. Nunca se habrían recogido cestas llenas de los pedazos que sobraron, si no hubiesen  sido panes y peces reales y materiales los que fueron multiplicados milagrosamente. Nada en resumen puede explicar todo el suceso, sino la intervención  del dedo de Dios. La misma mano que envió maná del cielo al desierto para alimentar a Israel, fue la mano que hizo que cinco panes y dos peces supliesen  las necesidades de cinco mil hombres.

El milagro que nos ocupa es una de muchas pruebas de que para Cristo nada es imposible. El Salvador de los pecadores es omnipotente. "(como está escrito: Te he puesto por padre de muchas gentes delante de Dios, a quien creyó, el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como si fuesen.." Romanos_4:17. Cuando Él quiere una cosa, se hace. Cuando manda algo, sucede infaliblemente. Puede sacar luz de en medio de las  tinieblas, orden de en medio del desorden, fuerza de la debilidad, gozo del pesar, y alimento de la nada. ¡Por siempre bendigamos a Dios por esto!  Tendríamos razón para desesperar cuando viésemos la corrupción de la naturaleza humana, y la obstinación e incredulidad del corazón del hombre, si no  conociéramos el poder de Cristo. "¿Pueden tornar a la vida estos huesos secos?" ¿Puede salvarse algún hombre? ¿Puede algún niño, o alguno de nuestros  amigos llegar a ser en algún tiempo cristiano verdadero? ¿Podemos nosotros mismos ganar la vida eterna? Preguntas como estas nunca podrían responderse,  si Jesús no fuese todopoderoso. Pero, loado sea Dios, Jesús tiene todo poder en el cielo y en la tierra. Vive en el cielo para socorrernos, y tiene poder para  salvar; por lo tanto tengamos confianza.

Por otra parte, estos versículos nos presentan a la vista un emblema patente del poder que tiene Cristo para satisfacer las necesidades espirituales del género  humano. El milagro es un cuadro. En él vemos como delineadas sobre el lienzo algunas de las grandes verdades del Cristianismo. Es en realidad una gran  parábola del glorioso Evangelio representada a lo vivo.

¿Qué representa ese gentío pobre, desamparado y desprovisto de alimento, que rodea á nuestro Señor en el despoblado? Representa al género humano.

Nosotros somos una reunión de pobres pecadores, en medio de un mundo malvado, sin fuerza o poder para salvarnos, y en gran peligro de perecer por  carencia de alimento espiritual ¿Quién es aquel Maestro benévolo que se compadece de esa mísera multitud en el despoblado, y dice a Sus discípulos: "Dadles vosotros de comer"? Es  Jesús mismo, siempre compasivo, siempre benéfico, siempre pronto a mostrar misericordia aun a los ingratos y a los perversos. Y Él no ha cambiado. Es hoy  exactamente el mismo que hace dos mil años. Elevado en el cieloa la diestra de Dios mira hacia abajo la vasta multitud de miserables pecadores que  cubren la faz de la tierra: todavía los compadece; todavía cuida de ellos y se conduele de su desamparo y de su miseria. Y todavía recuerda a los discípulos la fran comisión: "He aquí esta multitud, dadles vosotros de comer..

¿Qué representa ese portentoso alimento que creó Cristo milagrosamente para la hambrienta multitud que estaba en su presencia? Es una figura del  Evangelio. Débil y pequeño como a muchos parece, el Evangelio contiene "bastante y de sobra" para las almas de todo el género humano. Insignificante y  despreciable como la historia del Salvador crucificado parece al docto y al entendido, es el "Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.." Romanos_1:16. Dios es un Dios justo y santo, y nosotros somos pecadores culpables. Es necesario que tengamos una justicia para comparecer ante Él; tal justicia existe, fue traída por el Mesías, y dada a conocer en el evangelio: el método de aceptación por gracia a pesar de la culpa de nuestros pecados.

¿Qué representan aquellos discípulos que recibieron los panes y los peces de la mano de Cristo, y los pusieron delante de las gentes, para que todas ellas  comiesen y se hartasen? Representan a todos los predicadores y maestros fieles del Evangelio. Sus palabras son sencillas, y sin embargo sumamente  importantes. Han sido elegidos para poner delante de los hombres el alimento quo Cristo ha hecho para sus almas. No se les ha encomendado que den nada  que sea creación suya. Todo cuanto trasmiten a los hombres debe venir de las manos de Cristo. Mientras que ellos desempeñen fielmente ese encargo,  pueden esperar con confianza la bendición de su Maestro. Muchos, indudablemente, rehusarán siempre participar del alimento que Cristo ha provisto; mas si  los ministros ofrecen fielmente a los hombres el pan de vida, la sangre de los que de estos se pierden no caerá sobre aquellos.

¿Qué estamos haciendo nosotros? ¿Hemos reconocido quo este mundo es un desierto, y que nuestras almas han de ser alimentadas del pan del cielo, o morir  eternamente? ¡Felices los que han aprendido esta lección, y sabido por experiencia que Cristo crucificado es el Pan verdadero de vida! El hombre jamás  podrá satisfacerse con las cosas de este mundo: siempre estará hambriento, y sediento, y descontento, hasta que venga a Cristo. Solo los que oyen la voz de  Cristo, y le siguen, y se alimentan de Él con la fe, son los que "se hartan..

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