} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: JUAN CAPÍTULO 11

domingo, 27 de julio de 2014

JUAN CAPÍTULO 11



Hoy, Domingo, acudimos a la celebración de la Cena del Señor Jesucristo, en comunión con el resto de hermanos en la congregación, (y con otros hermanos en la fe del resto del mundo que formamos la Iglesia de Cristo), para participar de los símbolos del Pan y el Vino, tal y como el Señor Jesucristo nos mandó. Escuchamos la Palabra, con el mensaje la Amistad de Dios. Nos exhortaron a leer en profundidad el capítulo 11 del Apóstol Juan durante el día de hoy y tras horas de meditación y estudio, esto es lo que entiendo de este capítulo de la Palabra de Dios.

El pueblo de Betania estaba ubicado unos tres kilómetros al este de Jerusalén en el camino a Jericó. Estaba lo bastante cerca de Jerusalén para que Jesús y sus discípulos estuviesen en peligro, pero a suficiente distancia para no atraer la atención prematuramente.
 Cuando la enfermedad de Lázaro, su hermano, se agravó, María y Marta acudieron a Jesús pidiendo ayuda. Creían que podía brindarles ayuda porque habían visto sus milagros.
Nosotros también sabemos de los milagros de Jesús por las Escrituras y las vidas cambiadas que hemos tenido ocasión de ver, comenzando por la propia, la de cada uno de nosotros. Cuando tenemos necesidad de ayuda extraordinaria, Jesús ofrece recursos extraordinarios. No debiéramos vacilar nunca en pedirle ayuda.
Cualquier prueba que deba enfrentar un creyente puede en última instancia glorificar a Dios porque El puede sacar cosas buenas de cualquier situación mala (Gen_50:20  Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo; y en  Rom_8:28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.). Cuando vienen las dificultades, ¿murmuramos, protestamos y culpamos a Dios, o vemos en nuestros problemas la oportunidad de honrarlo?

  Jesús amaba a esta familia y a menudo les visitaba. Conocía su dolor, pero no respondió enseguida. Su demora tenía un propósito específico. El tiempo de Dios, en especial sus demoras, tal vez nos haga pensar que no responde o no lo hace como quisiéramos. Pero El suplirá nuestras necesidades de acuerdo con su programa y propósito perfectos (Filip_4:19 Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús.). Aguardemos con paciencia el tiempo de Dios.

  Día simboliza el conocimiento de la voluntad de Dios, y noche, la ausencia de este conocimiento. Cuando avanzamos en oscuridad, es probable que tropecemos.

  Si Jesús hubiese estado durante los momentos finales de la enfermedad de Lázaro, es posible que lo hubiese sanado en lugar de dejarlo morir. Pero Lázaro murió para que el poder de Jesús sobre la muerte pudiese mostrarse a sus discípulos y a otros. La resurrección de Lázaro era una demostración esencial del poder de Cristo, y la resurrección es una creencia fundamental de la fe cristiana. Jesús no solo se levantó de entre los muertos  sino que tiene poder para levantar a otros.

  A menudo recordamos a Tomás como "el que dudaba", porque dudó de la resurrección de Jesús. Pero aquí demostró amor y valor. Los discípulos conocían los peligros de ir a Jerusalén con Jesús e intentaron convencerlo para que desistiese de hacerlo. Tomás sencillamente expresó lo que sentían todos. Al fracasar sus objeciones, estuvieron dispuestos a ir e incluso morir con Jesús. Tal vez no entendían bien por qué Jesús iba a morir, pero eran leales. Existen peligros desconocidos al realizar la obra de Dios. Es sabio considerar el alto costo que implica ser discípulo de Cristo.

  Jesús tiene poder sobre la vida y la muerte, así como para perdonar pecados. Esto se debe a que El es el Creador de la vida ( Juan_14:6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.). Aquel que Es la Vida sin duda puede restaurar la vida. Todo aquel que cree en Cristo tiene una vida espiritual que la muerte no conquistará ni disminuirá de manera alguna. Cuando logramos comprender su poder y hasta qué punto es verdaderamente maravillosa la oferta que nos hace, ¡cómo hemos de hacer otra cosa que no sea entregar nuestras vidas a Él! Para quienes creemos, qué maravillosa es la seguridad y la certeza que tenemos: "Porque yo vivo, vosotros también viviréis".

  A Marta se le conoce especialmente por haber estado demasiado ocupada para sentarse a hablar con Jesús (Lucas_10:38-42 Aconteció que yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa.
   Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra.
   Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude.
   Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas.
   Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada. ). Pero aquí la vemos como una mujer de gran fe. Su declaración es exactamente la respuesta que desea Jesús de nosotros.

  Juan enfatiza el hecho de que contamos con un Dios que se interesa por nosotros. Este retrato contrasta con el concepto griego de Dios que era popular en aquel entonces: un Dios sin emociones que no se involucra con los humanos. Aquí vemos muchas de las emociones de Jesús: compasión, indignación, tristeza, incluso frustración. Con frecuencia expresó sus emociones profundas y nunca debiéramos temer revelarle nuestros verdaderos sentimientos al Señor. Él los entiende, pues los experimentó. Seamos sinceros y no tratemos de ocultarle nada a nuestro Salvador, Él conoce hasta lo íntimo de nuestros pensamientos, aún antes de llegar a nuestra mente. A Él le interesa escuchar nuestras cuitas.
 Cuando Jesús vio a los que lloraban y se lamentaban, lloró también. Quizás se identificó con el dolor de ellos, o es posible que la incredulidad lo haya preocupado. Sea cual fuere el caso, Jesús demostró su inmenso interés en nosotros al llorar junto a nosotros cuando sufrimos.

  En esa época las tumbas solían ser cuevas cavadas en la piedra caliza de la ladera de una colina. Muchas veces las tumbas eran de tamaño suficiente para que las personas caminasen dentro. En una tumba se colocaban varios cuerpos. Después del sepelio, se colocaba una gran piedra frente a la entrada de la tumba.

  Jesús resucitó a otros de la muerte, incluyendo a la hija de Jairo (Mateo_9:18-26  Mientras él les decía estas cosas, vino un hombre principal y se postró ante él, diciendo: Mi hija acaba de morir; mas ven y pon tu mano sobre ella, y vivirá.
   Y se levantó Jesús, y le siguió con sus discípulos. Y he aquí una mujer enferma de flujo de sangre desde hacía doce años, se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto;  porque decía dentro de sí: Si tocare solamente su manto, seré salva.
   Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo: Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado. Y la mujer fue salva desde aquella hora.
   Al entrar Jesús en la casa del principal, viendo a los que tocaban flautas, y la gente que hacía alboroto, les dijo: Apartaos, porque la niña no está muerta, sino duerme. Y se burlaban de él. Pero cuando la gente había sido echada fuera, entró, y tomó de la mano a la niña, y ella se levantó. Y se difundió la fama de esto por toda aquella tierra.

   Otro texto leemos Marcos_5:35-42 Mientras él aún hablaba, vinieron de casa del principal de la sinagoga, diciendo: Tu hija ha muerto; ¿para qué molestas más al Maestro?
   Pero Jesús, luego que oyó lo que se decía, dijo al principal de la sinagoga: No temas, cree solamente.
   Y no permitió que le siguiese nadie sino Pedro, Jacobo, y Juan hermano de Jacobo.
   Y vino a casa del principal de la sinagoga, y vio el alboroto y a los que lloraban y lamentaban mucho.
   Y entrando, les dijo: ¿Por qué alborotáis y lloráis? La niña no está muerta, sino duerme.
   Y se burlaban de él. Mas él, echando fuera a todos, tomó al padre y a la madre de la niña, y a los que estaban con él, y entró donde estaba la niña.
   Y tomando la mano de la niña, le dijo: Talita cumi; que traducido es: Niña, a ti te digo, levántate.
   Y luego la niña se levantó y andaba, pues tenía doce años. Y se espantaron grandemente.
  y al hijo de una viuda (Lucas 7:11-15 Aconteció después, que él iba a la ciudad que se llama Naín, e iban con él muchos de sus discípulos, y una gran multitud.
   Cuando llegó cerca de la puerta de la ciudad, he aquí que llevaban a enterrar a un difunto, hijo único de su madre, la cual era viuda; y había con ella mucha gente de la ciudad.
   Y cuando el Señor la vio, se compadeció de ella, y le dijo: No llores.
   Y acercándose, tocó el féretro; y los que lo llevaban se detuvieron. Y dijo: Joven, a ti te digo, levántate.
   Entonces se incorporó el que había muerto, y comenzó a hablar. Y lo dio a su madre).

  A pesar de encontrarse frente a frente con el poder de la deidad de Jesús, algunos no quisieron creer. Estos testigos no solo rechazaron a Jesús: también tramaron su muerte. Estaban tan endurecidos que preferían rechazar al Hijo de Dios antes que reconocer que estaban equivocados. Cuidémonos del orgullo. Si permitimos que crezca, puede conducirnos a un pecado terrible.
 Los líderes judíos sabían que si no detenían a Jesús, los romanos los castigarían. Roma concedía libertad parcial a los judíos mientras se mantuviesen tranquilos y obedientes. Los milagros de Jesús a menudo provocaban disturbios. Los líderes temían que el desagrado de Roma causase mayores dificultades a su nación.

  Juan veía en la declaración de Caifás una profecía. Dios usó a Caifás, en su calidad de sumo sacerdote, para explicar la muerte de Jesús a pesar de que Caifás no se daba cuenta de lo que hacía.

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