En Juan 15:1-3 leemos:
1 Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador.
2 Todo pámpano que en
mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para
que lleve más fruto.
3 Ya vosotros estáis
limpios por la palabra que os he hablado.
Todo pámpano que en mí no lleva fruto… Así como en un árbol
frutal, algunas ramas pueden ser fructíferas,
otras son bien estériles, según
haya o no haya una conexión
vital entre la rama y el tronco; así los discípulos de Cristo pueden ser
fructíferos espiritualmente, o lo contrario, según estén unidos vital y espiritualmente con Cristo, o
estén adheridos a él sólo externa
y mecánicamente y sean más del mundo
carnal. A los estériles él “quitará” a los
fructíferos “limpiará” (“podará”) sacándoles como hace el labrador, todo lo que
es espeso o exuberante que estorba en el desarrollo (Marcos_4:19 pero los afanes de este
siglo, y el engaño de las riquezas, y las codicias de otras cosas, entran y
ahogan la palabra, y se hace infructuosa), “para que lleve más fruto”;
operación a menudo penosa, mas no menos necesaria y beneficiosa que en la
labranza natural.
Ya vosotros sois limpios la
palabra que os he hablado ya en una condición purificada y fructífera,
en consecuencia de la larga acción sobre ellos de aquella “palabra”
escudriñadora que era como “fuego purificador”. (Mal_3:2
¿Y quién podrá soportar el tiempo de su venida? ¿o
quién podrá estar en pie cuando él se manifieste? Porque él es como fuego
purificador, y como jabón de lavadores. ).
Así como toda
fecundidad espiritual había sido atribuida a la mutua habitación en sí, de
Cristo y sus discípulos, así aquí la continuación de esta conexión vital se
hace esencial para su fertilidad continua.
El único uso propio de
la vid es el de llevar fruto;
fracasando en esto, es bueno para una cosa más: para leña. En (Eze_15:1-5
1 Vino a mí
palabra de Jehová, diciendo:
2 Hijo de hombre, ¿qué
es la madera de la vid más que cualquier otra madera? ¿Qué es el sarmiento
entre los árboles del bosque?
3 ¿Tomarán de ella
madera para hacer alguna obra? ¿Tomarán de ella una estaca para colgar en ella
alguna cosa?
4 He aquí, es puesta en
el fuego para ser consumida; sus dos extremos consumió el fuego, y la parte de
en medio se quemó; ¿servirá para obra alguna?
5 He aquí que cuando
estaba entera no servía para obra alguna; ¿cuánto menos después que el fuego la
hubiere consumido, y fuere quemada? ¿Servirá más para obra alguna?). ¡Cuán
terriblemente llamativa es la figura, en este aspecto de ella!
Ningún sarmiento que no da fruto puede
quedarse como parte de la vid. Judas
Iscariote es un ejemplo de esto pero la
idea se aplica a todos los pseudo -creyentes Mat_15:13
Pero respondiendo él, dijo: Toda planta que no plantó
mi Padre celestial, será desarraigada.
También es importante notar que fruto, en el sentido de buenas obras,
es el resultado normal de la fe y de la entrega a Cristo. El fruto no es un requisito para la
salvación, sino un resultado de que se es salvo; sólo se es salvo por la fe
Podar” es el proceso de
cortar las ramas que no tienen fruto porque le quitan nutrición a las ramas que
producen fruto. Esto se puede comparar con las prácticas del creyente que no
tienen valor espiritual o que tienden a impedir el crecimiento espiritual. El
progreso del crecimiento espiritual es algo que se espera de cada seguidor de
Cristo.
El fruto que el labrador celestial desea para su pueblo es la semejanza con Cristo
Para que una rama sea productiva tiene que ser
podada; es decir, sometida a la beneficiosa disciplina del Padre ( Heb_12:10 Y aquéllos,
ciertamente por pocos días nos disciplinaban como a ellos les parecía, pero
éste para lo que nos es provechoso, para que participemos de su santidad.)
y debe mantenerse estrechamente unida a la vid.
Cuando permanecemos en
Cristo nuestras oraciones son efectivas glorificamos a Dios llevando fruto evidenciamos nuestra condición de discípulos y
experimentamos la plenitud del gozo al recibir en nuestros corazones el gozo de
Cristo.
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