} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: ESCUDRIÑANDO LA PALABRA DE DIOS 3

lunes, 14 de julio de 2014

ESCUDRIÑANDO LA PALABRA DE DIOS 3




  La ley es espiritual y pone restricciones a los pensamientos del corazón. Nos equivocamos si creemos que hay pensamientos libres del conocimiento y del control de Dios. Es un corazón verdaderamente perverso el que suscita malos pensamientos a partir de la buena ley de Dios. Los que quieren abstenerse de pecar, deben mantener fuera de su mente el pensamiento mismo del pecado.
Cosa espantosa es que el pobre clame con justicia contra nosotros.
No te quejes por un acto de bondad hacia tu hermano; no desconfíes de la providencia de Dios. Lo que hagas, hazlo libremente, porque Dios ama al dador alegre.

 La misericordia de Dios es increíble. Esto va más allá de lo que nos podemos imaginar y llegar a entender.  Algunas personas no aprenderán hasta que su mundo se haya derrumbado alrededor de ellas. Entonces el arrepentimiento y el dolor parecen abrir sus ojos a lo que Dios ha estado diciendo desde el principio.
 ¿Nos ha separado el pecado de Dios? No importa cuán lejos nos hayamos ido, Dios nos promete un principio nuevo si tan sólo nos volvemos a Él. 

-Yo no sé en tu vida pero en la mía, Su Misericordia, me ha transformado por el poder del Espíritu Santo-

  Dios nos ha llamado para que obedezcamos sus mandamientos, mientras nos recuerda que sus leyes no están escondidas para nosotros ni fuera de nuestro alcance. 
¿He dicho  alguna vez que obedecería a Dios si sólo supiera lo que El quiere de mí? ¿Me he quejado alguna vez de que la obediencia es demasiado difícil para un simple humano como yo?
 Estas son excusas inaceptables. Las leyes de Dios están escritas en la Biblia y son claramente evidentes en el mundo que nos rodea. Es razonable, sensato y benéfico obedecerlas. La parte más difícil cuando obedecemos las leyes de Dios es simplemente decidir empezar ahora. Pablo se refiere a este pasaje en Rom 10:5-8.

Cuando llegamos a escoger la vida, obedecer a Dios y por lo tanto continuar experimentando sus bendiciones  Dios no fuerza su voluntad sobre nadie. El nos deja decidir por nosotros mismos si lo seguimos o si lo rechazamos. Sin embargo, esta decisión es una cuestión de vida o muerte. Dios quiere que nos demos cuenta de esto, ya que El quiere que todos nosotros escojamos la vida. Día a día, en cada nueva circunstancia, debemos afirmar y reforzar este compromiso.

Los corazones  arrepentidos serán circuncidados (Col_2:2 ), por las influencias combinadas de la Palabra y el Espíritu de Dios, serán tocados sus corazones y purificados de toda su superstición e incredulidad, se convertirán a la fe de Jesucristo como su Mesías, un libertador espiritual, y el efecto de su conversión será que ellos volverán y obedecerán la voz del Señor.  El alma prospera cuando conocemos claramente la verdad en Jesús. Entonces creemos no sólo con el corazón, sino que estamos dispuestos a confesar con la boca cuando se nos pida. El conocimiento y la fe enriquecen el alma. Mientras más fuerte es nuestra fe, y más cálido nuestro amor, más grande será nuestro consuelo. Los tesoros de la sabiduría están ocultos, no de nosotros, sino para nosotros en Cristo. Fueron escondidos de los incrédulos orgullosos, pero exhibidos en la persona y la redención de Cristo.
Nótese el peligro de las palabras persuasivas: ¡cuántos se destruyen con los disfraces falsos y las bellas apariencias de principios malos y de las prácticas impías! Estemos vigilantes y temamos a los que desean seducirnos para cualquier mal, porque su propósito es corrompernos. Todos los cristianos han recibido al Señor Jesucristo, al menos por profesión de fe le aceptaron y le tomaron como suyo. No podemos edificar ni crecer en Cristo si primero, no estamos arraigados o fundamentados en Él. Estando afirmados en la fe podemos abundar y mejorar más y más en ella. Dios quita con justicia este beneficio a quienes no lo reciben con acción de gracias; con justicia, Dios requiere gratitud por sus misericordias.

El amor a Dios, y la sumisión a su voluntad, son los únicos medios de asegurar las bendiciones y de evitar muchos males. Lo podemos leer en Pablo en su discurso a los ancianos de Éfeso (Hechos_20:26-30)  


No hay comentarios:

Publicar un comentario