} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: JUAN CAPÍTULO 7

miércoles, 30 de julio de 2014

JUAN CAPÍTULO 7




 Los hermanos o parientes de Jesús se disgustaron cuando se dieron cuenta que no tenían posibilidades de lograr ventajas mundanales con Él.
Los hombres impíos se ponen, a veces, a aconsejar a los ocupados en la obra de Dios, pero sólo aconsejan lo que parezca probable para fomentar ventajas en este mundo.
La gente discrepó acerca de su doctrina y de sus milagros, mientras los que le favorecían no se atrevieron a reconocer abiertamente sus sentimientos. Los que consideran que los predicadores del evangelio son estafadores, dicen lo que piensan, mientras muchos que los favorecen, temen que les reprochen por reconocer que los consideran buenos.


 Todo ministro fiel puede adoptar humildemente las palabras de Cristo. Su doctrina no es de su propia invención, pero es de la Palabra de Dios por medio de la enseñanza de su Espíritu.
Y en medio de las disputas que perturban al mundo, si un hombre de cualquier nación procura hacer la voluntad de Dios, sabrá si la doctrina es de Dios o si los hombres hablan de sí mismos. Sólo los que odian la verdad serán entregados a errores que les serán fatales. Jesús les dijo que decidieran sobre su conducta según la importancia espiritual de la ley divina. No debemos juzgar a nadie por su aspecto externo, sino por su valor y por los dones y la gracia del Espíritu de Dios en él.

 Cristo proclamó en voz alta que estaban equivocados en lo que pensaban sobre su origen. Fue enviado por Dios, quien se demostró fiel a sus promesas. Esta declaración, de que ellos no conocían a Dios, con su pretensión de tener un conocimiento peculiar, provocó a los oyentes; y procuraron detenerlo, pero Dios puede atar las manos de los hombres aunque no convierta sus corazones.
 Los sermones de Jesús convencieron a muchos de que Él era el Mesías, pero no tenían el valor de reconocerlo. Consuelo para los que están en este mundo, pero que no son de este mundo, y por tanto, son odiados y están cansados de él, es que no estarán para siempre en el mundo. Bueno es que nuestros días sean pocos por ser malos. Los días de vida y de gracia no duran mucho y cuando los pecadores estén en desgracia, se alegrarán de la ayuda que ahora desprecian.
  Si cualquiera desea ser feliz verdaderamente para siempre, que venga a Cristo y sométase a Él.
La sed significa el fuerte deseo de bendiciones espirituales, que ninguna otra cosa puede satisfacer así, pues, las influencias santificadoras y consoladoras del Espíritu Santo están representadas por las aguas, a las cuales Jesús invita que vayan y beban. El consuelo fluye abundante y constante como un río, fuerte como un torrente para derribar la oposición de las dudas y los temores. Hay en Cristo una plenitud de gracia sobre gracia. El Espíritu que habita y obra en los creyentes es como fuente de agua viva, corriente de la cual fluyen arroyos abundantes, que refrescan y limpian como el agua. No esperemos los dones milagrosos del Espíritu Santo, pero podemos solicitar sus influencias más corrientes y más valiosas. Estos arroyos han fluido desde nuestro Redentor glorificado hasta esta fecha, y hasta los rincones más remotos de la tierra. Deseemos darlos a conocer al prójimo.


 La maldad de los enemigos de Cristo siempre es irracional y, a veces, no se puede contar con que sea refrenada. Nunca un hombre habló con su sabiduría, poder, y gracia, esa claridad convincente y dulzura, con que hablaba Cristo. ¡Ay, muchos de los que estuvieron por un tiempo refrenados y que hablaron bien de la palabra de Jesús, perdieron rápidamente sus convicciones y siguieron en sus pecados! La gente es neciamente motivada en materias de peso eterno por motivos externos, estando dispuestos hasta ser condenados por amor a la moda. Como la sabiduría de Dios escoge frecuentemente cosas que los hombres desprecian, así la necedad de los hombres desprecia corrientemente a quienes Dios ha elegido. El Señor saca adelante a sus discípulos tímidos y débiles, y a veces los usa para derrotar los designios de sus enemigos.

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